NACIONAL




Publicado en El Piñero de la Cuenca
Luis Velázquez/Parte II

México; 25 de marzo del 2014.-PASAMANO: para entonces, la Auditoría Superior de la Federación, ASF, ya tenía todos “los pelos de la burra completa en la mano” sobre “los desvíos, subejercicios, sobregasto, dispendio y sobreendeudamiento” en el gobierno de Veracruz alrededor de los recursos federales…
Pero faltaban las sanciones administrativas y penales, sobre todo, penales, pues eso de que con el presidente Enrique Peña Nieto el viejo PRI con sus mañas de trastupijes habría regresado a Los Pinos significaba una falacia… Y lo significaba por lo siguiente, entre otras cositas:

1) Elba Esther Gordillo en la cárcel…
2) Joaquín “El chapo” Guzmán, en la cárcel…
3) Gastón Azcárraga, el dueño de Mexicana de Aviación, huyendo por el mundo ante la orden de aprehensión por el fraude…
4) El exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, con un pie en la cárcel y otro en la angustiante libertad…
5) El dueño de Oceanografía, preso…

Así, y de acuerdo con las versiones, la ASF planteó a la Secretaría de Gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong) y al procurador General de Justicia (Jesús Murillo Karam) lo que estaba (¿está?) pasando en Veracruz, y el asunto fue llevado a Los Pinos… Por lo pronto, la investigación giraba alrededor de un solo puntito: 4 mil millones de pesos del erario federal entregados a Veracruz en el limbo, en el aire, bajo sospecha, en la duda… Por un lado, 3 mil millones de pesos sin comprobantes fiscales, sin facturas, y lo peor, sin testimonios de la obra pública erigida… Y por el otro, mil millones de pesos comprobados millón por millón en cuentas bancarias, tanto de uno que de otro funcionario y de familiares y amigos de tales políticos… Y en donde el subsecretario de Finanzas y Planeación, el tamaulipeco Gabriel Deantes, en su paso por la Secretaría de Educación de Adolfo Mota, y el Oficial Mayor de la SEP, Edgar Spinoso, quedaban como presuntos sospechosos… Claro, ninguna duda existía de que tanto Deantes como Spinoso son, apenas, apenitas, la punta del iceberg…

BALAUSTRADAS:

Deantes y Spinoso son la puntita de la madeja, porque la ASF ha seguido con lupa rastreando la pista de los recursos federales en Veracruz… Y existe la siguiente hipótesis: si así estaban con los fondos enviados a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Educación, como dijo el tercer procurador de Justicia Luis Ángel Bravo, ya podrían imaginarse “el cochinero” en los otros expedientes… Entonces, sonaron los teléfonos en Xalapa desde el altiplano… Y las partes dialogaron… Y luego de la fría exposición de los hechos de manifiesta y evidente corrupción fueron planteadas un par de opciones… Una, el gobierno federal procedía contra Deantes y Spinoso despachando como funcionarios, y/o por el contrario, dos, el gobierno de Veracruz los despedía y procedía contra ellos… Por tanto, y en base a la enseñanza del rey, se aplicó una medicina salomónica: el despido inmediato, sorpresivo, inesperado, avasallante… ¡Ah!, pero antes, curarse en salud, y por eso mismo la información fue filtrada en parte de la prensa de Xalapa, la mayor parte en columnas, con la excepción del Diario de Xalapa que decidió publicarla como nota principal en portada a 8 columnas… Quizá, Deantes y Spinoso se habría enterado de su renuncia por la prensa… Acaso les hayan corrido la cortesía de avisarles… Además, existía otra circunstancia: el día siguiente, 18 de marzo, el presidente de la república estaría en Cosoleacaque y Nanchital para conmemorar la expropiación petrolera y de paso conocer el avance de la empresa brasileña que construye el proyecto Etileno XXI que, se afirma, creará diez mil empleos, y que fuera cabildeado por el gobernador de Veracruz en Brasil, con la asesoría diplomática de la embajadora Beatriz Paredes Rangel…

ESCALERAS:

Y por eso mismo, ante la girita de Peña Nieto en Veracruz, desde Xalapa enviaban un mensaje categórico, como era el despido atrabancado de Spinoso y Deantes, quienes desde entonces volaron al cielo o quizá estén en las islas Fidji, en Australia, acaso en algún paraíso fiscal… Y es que hasta donde se sabe, si se sabe bien, la Auditoría Superior de la Federación, quizá también Gobernación y la PGR, estaban sorprendidos con la investigación… Primero, el desvío del erario federal… Segundo, el dispendio… Tercero, el enriquecimiento… Y cuarto, y más aún, el enriquecimiento inescrupuloso y desmedido, quizá a tono con la frase bíblica de Fidel Herrera de que así como los tlacotalpeños, tampoco los políticos “tienen llenadera”… Y si alguna duda existiera bastaría referir lo siguiente: en el transcurso del sexenio próspero llegó un momento cuando Gabriel Deantes, el primo hermano de Alberto Silva, andaba levitando… Nadie pensaría que las operaciones quirúrgicas en su cuerpo le habían desequilibrado las neuronas… El tamaulipeco levitaba como un ser superior, petulante, creído, arrogante y soberbio… Incluso, se afirma que estaba seguro de hacer un favor a los demás (a los mismos compañeros del gabinete) con saludarlos, y ni se diga al ciudadano que todos los días vive con sencillez… Y, bueno, si Deantes y Spinoso se pasaron de tueste, y con hechos demostraron que “gobernar es robar”, la duda es cuántos más estarán en la lista de la ASF…

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