ACCIONES PARA SALVAR
EL ROBALO!
PUBLICADO EN: NOTIVER
25 DE MARZO 2014
Veracruz.- El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto impulsará
un Plan de Manejo Pesquero de robalo que incluirá a cinco regiones del estado
de Veracruz.
Dicho proyecto, que abarcará los estados de Tamaulipas, Veracruz,
Tabasco y Campeche, se enfocará en las zonas pesqueras de robalo de Pueblo
Viejo, Tamiahua, Tuxpan, Alvarado y Coatzacoalcos en Veracruz.
Y es que de los cuatro estados que dirigen su pesca al robalo,
Veracruz es el estado con mayor número de pescadores y embarcaciones con 2 mil
282 lanchas y 5 mil 519 pescadores.
Con un total de 72 acciones se impulsará una mejor pesca,
capacitación y apoyos financieros para las zonas donde se pesca el robalo, una
de las pesquerías artesanales de mayor importancia y tradición en el Golfo de
México.
Se trata de una de las especies con mayor precio como resultado de
la calidad de su carne y sabor, por lo que es distribuida y comercializada en
distintas plazas del país como Villahermosa, Tabasco; Cancún, Quintana. Roo;
Veracruz; Puebla; Tlaxcala, Tlaxcala; Toluca, Estado de México;
Distrito Federal y Monterrey.
El Plan, publicado
hoy en el Diario Oficial de la Federación, contempla 26 acciones para mantener
saludables las poblaciones de robalo; 12 para asegurar que la pesquería sea
rentable económicamente; 11 para lograr un entorno social de la pesca estable y
23 acciones para mejorar el hábitat del robalo.
Los objetivos y acciones fueron establecidos en diez reuniones y talleres
organizados por el Instituto Nacional de Pesca por medio de los Centros Regionales
de Investigación Pesquera de Ciudad del Carmen, Campeche; Boca del Río,
Veracruz y Tampico, Tamaulipas.
La pesca del robalo es de fácil acceso para las comunidades pesqueras ribereñas
y representa una valiosa fuente de empleo, además por su calidad y sabor ha
alcanzado un alto precio en el mercado nacional.
La producción total de los cuatro estados en 2012 ascendió a 5 mil 768
toneladas con un valor de 291 mil 252 millones de pesos; y en el año 2010, el
82 por ciento de la producción nacional procedió del Golfo de México y Mar
Caribe, particularmente de Campeche, Tabasco y Veracruz, que en conjunto
aportan 92% de la región.
Debido al valor de las especies, se pueden comparar en importancia con otros
recursos como el camarón, el cangrejo, la jaiba y el ostión.
De tal forma que el diagnostico estableció que se requiere que estas pesquerías
sean sustentables, de manera que abastezcan el mercado interno con alimentos de
calidad, mejoren los ingresos de los productores y se eleve su nivel de
desarrollo humano y patrimonial.
Para lograrlo, se requiere desarrollar formas de manejo corresponsable con los
usuarios del recurso para que la actividad pesquera sea amigable con el
ambiente; fortalecer la cadena productiva, desarrollar alternativas
tecnológicas para la captura y conservación, promover el acceso del producto a
nuevos mercados con mejores precios y desarrollar estrategias para disminuir
costos de operación.
Tomando en cuenta el volumen total de captura de las especies de escama, el
robalo ocupa el décimo lugar en importancia en Tamaulipas, el tercero en
Veracruz, el cuarto en Tabasco y el segundo en Campeche.
Dicha actividad se enfrenta a la escasa planeación territorial y medioambiental
de las actividades económicas en la zona costera del Golfo de México que
ha provocado se presente un acelerado desarrollo demográfico e industrial,
incluyendo actividades petroleras.
Ello ha favorecido un aumento en el vertimiento de desechos, depredación de los
recursos naturales, bajo nivel de ingresos de la población, expansión urbana
hacia los espacios periféricos naturales, márgenes de los ríos y lagunas,
causando un progresivo deterioro ecológico.
Actualmente, en la mayoría de las zonas de ríos y lagunas costeras del Golfo de
México, que son los ecosistemas vitales para el robalo, se presentan problemas
como descargas de aguas industriales y domésticas sin tratamiento; tiraderos
irregulares en las orillas de canales y cuerpos de agua; asentamientos
irregulares en la zona costera; deforestación de zonas de manglar y de ríos; y
una pesca no regulada.
En la pesquería de robalo al igual que en otras especies de escama en la región
no existen instalaciones especiales para la recepción del producto.
Las zonas de desembarque consisten en un área de playa con pilotes y madera que
les sirven para amarrar sus lanchas. Esta pesquería es operada por la flota
menor en su totalidad y por lo tanto, las embarcaciones pueden arribar en
cualquier localidad.
Sin embargo, los desembarques se efectúan con más frecuencia en puertos
cercanos a las áreas de pesca, y obtener de esta forma mejores condiciones para
la venta del producto.
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