ESTATAL





PUBLICADO EN EL PIÑERO DE LA CUENCA
Por Luis Velázquez

Veracruz. 27 de Marzo de 2014-.En la tradicional rueda de prensa de los lunes, el gobernador fue contundente, pero al mismo tiempo, se intuye el desgarramiento interior.

“El ciclo como trabajadores de confianza de Spinoso y Deantes terminó” dijo 

Todavía más.

Y en el caso de existir anomalías detectadas ya por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) habrán de responder.
Y, bueno, la única forma de que respondan, en caso de proceder, será:

a) Devolviendo el recurso federal… desviado.
b) Pero además, la cárcel.
c) Y/o en todo caso, andar de prófugos en el resto del mundo.

En el fondo, el góber, con fama pública de ser un buen amigo, además, un amigo generoso, ha de estar padeciendo con la decepción causada por dos de sus compañeros y amigos de confianza.
Y más, porque parece tratarse de una antigua amistad.
Por ejemplo, en el gabinete próspero se habla de que Gabrie Deantes “es el brother” de Javier Duarte.
Y en el caso de Spinoso, bastaría referir que desde cuando Duarte estudiaba en la universidad en la ciudad de México, recibía una beca de la Universidad Veracruzana cabildeada por Edgar Spinoso como secretario del rector Víctor Arredondo Álvarez, y que también, por añadidura, la recibía Érick Lagos Hernández.
Además, está la conseja popular cuando afirma que “el único patrimonio de los hombres son los amigos”.
Más aún si se considera, como también refiere la vida misma, que los amigos rodando se encuentran en el camino.
Y más, porque mientras todos y cada uno nacemos con hermanos, cada hermano tiene su lista de amigos.
Y, bueno, de pronto descubrir que el amigo ha fallado, y asestado una puñalada trapera, y haber abusado de la confianza (Deantes y Spinoso eran funcionarios de confianza), duele. 
Carlos Fuentes y Octavio Paz eran amigos entrañables. Un día, Paz autorizó un artículo de Enrique Krauze en la revista Vuelta en contra de Fuentes y Fuentes nunca, jamás, se lo perdonó.
Enfermo, Octavio Paz quiso platicar con Fuentes para re-conciliarse. Un amigo común pidió a Fuentes lo visitara en su lecho de enfermo. Fuentes se negó. 
Jesucristo, en cambio, resucitó a su amigo Lázaro. Pero su otro amigo, Judas, lo traicionó por 30 monedas. Y de pronto lo sorprendió el remordimiento. Y se ahorcó. 
Deantes y Spinoso traicionaron, pues, la confianza de su amigo, el gobernador. ¿Se pasaron de tueste? 
Pronto, se espera, habrá de conocerse la verdad, pues la ASF ha ubicado 3 mil de los 6 mil millones de pesos desviados en la secretaría de Educación, y de los cuales se asegura que mil millones están depositados en cuentas bancarias hasta a nombre de las esposas, las parejas, los familiares y los amigos. 
Ya veremos, no obstante, si el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto desea llevar la investigación “hasta las últimas consecuencias” como dice el clásico.

LOS AMIGOS QUE RESTAN…

Más amigos tiene el góber en el gabinete legal y ampliado.
Por ejemplo, y hasta donde se sabe si se sabe bien, Alberto Silva, Fernando Charleston junior, Adolfo Mota Hernández, Érick Lagos Hernández, Salvador Manzur Díaz, Tarek Abdalá, Arturo Bermúdez Zurita, María Georgina Domínguez, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, Gerardo Buganza Salmerón y Rafael Cuenca, entre otros.
Amiga, claro, también era Sara Luz Herrera, a quien como jefa de la Oficina de Hacienda en San Andrés Tuxtla, le perdonaron el emplacamiento de más de 500 automóviles robados, la mayor parte, se afirma, propiedad de los carteles.
Y, bueno, luego de que Sara Luz se pasara de tueste y la procuraduría de Justicia la acusara del asesinato de su secretario particular, ni modo, en el pecado llevó la penitencia, y el góber se deslindó de ella. Dejó, autorizó, permitió, alentó… que fuera demandada. 
Ahora, y con todo y que el corazón le pudo haber dolido, la única salida luego de haber traicionado su confianza fue el despido inesperado de Spinoso y Deantes.
No obstante, y más allá de que el resto de amigos hayan “metido la mano al cajón”, en el imaginario colectivo, en la percepción ciudadana, cada contribuyente que paga impuestos está seguro, cierto, convencido de que “Los niños de la fidelidad” sólo llegaron al poder, en ningún momento para solucionar los grandes pendientes sociales, sino para enriquecerse, y enriquecerse lo más pronto posible, de una forma inescrupulosa, desmedida, incluso como si estuvieran en una feroz competencia.
Y por eso mismo, oh paradoja, el gobernador ha debido aceptar la realidad. Sara Luz Herrera, en el penal de Villa Aldama. Deantes y Spinoso, despedidos de forma humillante. Hora, pues, de “poner las barbas a remojar”.
A propósito, falta todavía saber la resolución de la Procuraduría General de Justicia de la república ante la demanda (si es que fue tal) interpuesta por el secretario de Infraestructura y Obra Pública, Gerardo Buganza Salmerón contra 58 constructoras que estafaron al erario y en donde estarían involucrados Raúl Zarrabal Ferat, Francisco Valencia y Guillermo Herrera, pues resulta inverosímil que ninguno de los tres hayan tenido conocimiento de los trastupijes ocurridos en la anterior secretaría de Comunicaciones.
Y si lo ignoraban, peor tantito, porque entonces quedaría la duda del llamado “modus operandi” de tales ilícitos. 
Más aún si se considera lo siguiente: aprovechando el viaje, un diputado federal, Juan Bueno Torio, habla de un desvío de 5 mil millones de pesos más en la cuenta pública del año 2012.
Y una diputada local, Ana Ledesma, habla de un desvío de 8 mil millones de pesos del FONDEN, Fondo Nacional de Desastres, a partir del año 2005, es decir, en pleno fidelato.
¡Pobre Veracruz! 
Al Estado Fallido que vivimos con el fuego cruzado, los muertos, los secuestros y las desapariciones (más las extorsiones y los robos a casas habitación y asaltos a comercios), sin obra pública visible, con pagos millonarios pendientes a proveedores (entre ellos, hasta a músicos), se añade el cochinero en el recurso federal.
Y de paso, estarse quedando sin amigos…
Por eso mismo, Agustín Acosta Lagunes decía que su única familia y sus únicos amigos eran su esposa y sus hijos.



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