ESTATAL

NEXOS   CON   LA  VERDAD
                                                                                                                                                                                          Edgar A. Mendoza Alafita
                                                                                                                                                                     Xalapa-Equez., Ver.; Abril 27 de 2016

LA CORRUPCIÓN, NEGLIGENCIA, INDOLENCIA, IMPUNIDAD Y ASESINATO; TIENEN NOMBRE Y APELLIDO

Coatzacoalcos, mi Coatzacoalcos de la infancia, adolescencia y juventud, hoy sufre los estragos de la corrupción y la negligencia.
Recuerdo con nostalgia cuando me iba muy temprano al rancho, el cual se ubicaba entre la Congregación Nuevo Teapa y la Estación de Ferrocarril El Chapo, ya dentro de territorio perteneciente al Municipio de Ixhuatlán del Sureste, en aquel entonces Congregación de Nanchital.

Entre las cinco y seis de la mañana, en la salida de Coatzacoalcos se veían los autobuses de transporte de personal del Sindicato de PEMEX estacionados, recibiendo a todos los obreros para trasladarlos a sus centros de trabajo.

En aquel tiempo sólo eran los Complejos Petroquímicos de Pajaritos y Cangrejera; el C.P. Morelos se construyó posteriormente
Era una época de bonanza, de alegría de vivir y trabajar.

Coatzacoalcos, Allende, Mundo Nuevo, Nanchital, Ixhuatlán del Sureste y Moloacán; eran una algarabía de alegría.
Hoy en día eso se acabó.

Yo salí de Coatzacoalcos a fines de 1980, desde entonces, las veces que he regresado por paseo o asuntos de trabajo o negocios, ya no veo esa alegría; pero más aún en éstos aciagos tiempos de corrupción, negligencia e impunidad. Más aún, en éstos tiempos de pérdida de seguridad en todos los ámbitos de la vida, seguridad social, laboral, etc., y pérdida de valores.

Hace exactamente ocho días, dentro del marco de la REFORMA ENERGÉTICA (que no es otra cosa más qué venta de garage), se dio la mayor catástrofe que ha sufrido la zona sur del Estado de Veracruz; zona que en los años sesentas y setentas fue considerada el EMPORIO PETROQUÍMICO DE LATINOAMERICA.

A una semana de esa tragedia, siguen apareciendo cadáveres en el área de explosión y ni MEXICHEM ni PEMEX dan una nota cercana a la realidad.

Todos los trabajadores comentan que fue una falla humana, y la principal falla está en los Ingenieros Enríque Verazas Mijangos, Director de Operaciones y, Martín Conde Carreño, Gerente de Seguridad y Medio Ambiente, ambos de PETROQUÍMICA MEXICANA DE VINILO (PMV), Empresa que se forma de la alianza (“alianza balín” le llaman muchos) entre MEXICHEM y PEMEX.

Éstos dos funcionarios nunca atendieron las observaciones que de parte de la gente de PEMEX se hacían constantemente, y solamente realizaban reparaciones “patito” con las Compañías contratadas por ellos mismos (ya le llamamos negocio?..., o todavía no…).

Ésta corrupción y negligencia ha provocado accidentes anteriores en los que ha fallecido un trabajador y ha habido varios lesionados; y todo esto debido a la poca o nula atención que éstos dos funcionarios le ponen a los reportes del personal de PEMEX, reportes de fallas en esa Planta de CLORADOS III y en otras Plantas más.

Es importante mencionar, que lo más reciente se dio el pasado 26 de febrero del año en curso, cuando un incendio en el Incinerador 2 de Pajaritos, provoco la muerte del trabajador sindicalizado Jaime Cisneros Rafael, y todo por las omisiones y negligencias de éstos dos funcionarios.

Otro evento similar se dio en el C.P. Cosoleacaque, falleciendo otro trabajador.

Así como otro incidente en el C.P. Cangrejera, en dónde el Ing. Enríque Verazas Mijangos era Gerente. Éste incidente se dio en la Planta de Estireno Etilbenceno, dónde se fundió un Horno.
Cabe hacer mención, que el Ing. Enrique Verazas Mijangos es Directivo en el Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ) Versión Coatzacoalcos.

Pero la suerte se les acabó, y el “aquí no pasa nada” se convirtió en una tragedia provocada por la negligencia y corrupción de éstos dos funcionarios quienes siempre obligaron al personal de mantenimiento a realizar trabajos aun cuando no cumplían con los protocolos de seguridad; y sabiendo que la misma Planta no cumplía con las mínimas medidas de seguridad.

Aun así, encima de ésta tragedia, estos dos funcionarios continúan con su clásico método de acoso laboral hacia los trabajadores de PEMEX.




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