Duarte distractor o títere del tiempo
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Javier
Duarte sigue sirviendo al sistema que lo cobijó, porque pasó de ser un asunto
judicial y de deshonestidad a un distractor de la sociedad, en beneficio del
poder.
En
este momento ya nadie se acuerda de la exigencia de justicia por los 43
estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. La sociedad mexicana se entusiasmó con
tanta información sobre un solo tema, como si éste fuera el único asunto o el
más importante que le afecta.
Así,
el caso Duarte toma el tiempo al que obliga la burocracia de la justicia en
todos los países, para convertirse en un símbolo, un símbolo de corrupción,
pero un símbolo, al fin y al cabo.
Ahora
el tiempo es el principal aliado de la administración pública que podrá hacer
del tema Duarte un emblema de transparencia partidista y oficial, al mismo
tiempo que le impone al ex gobernador la etiqueta del mayor delincuente de la
administración pública, porque mientras mayores sean sus delitos es también
mayor la posibilidad de que sus cómplices aparezcan como pequeños delincuentes
a quienes no vale la pena ni mencionar.
Porque
son los cómplices de Duarte quienes sirvieron de puente entre él y el origen y
el destino del dinero que ahora hace falta para que Veracruz pueda moverse.
Mientras
más tiempo esté expuesto Duarte a los medios, menor será la necesidad de
detener a los cómplices y prueba de que el tiempo es un factor que ayuda al PRI
principalmente son las declaraciones del presidente de la Mesa directiva del
Senado, Pablo Escudero, yerno de Manlio Fabio Beltrones, del partido comparsa
del tricolor, el Verde Ecologista, quien señala: “Me parece que hay que
hacer las cosas bien. Si se tarda 30 días, un mes o 90, hay que esperar el
tiempo suficiente para que esté bien armado (el expediente de extradición),
para que sea un procedimiento que cumpla todas las garantías constitucionales,
con el debido proceso y que no lo vayamos a traer de manera incorrecta y que
aquí se vaya a caer el asunto”.
Muy
bien por la familia priista. Ahora si habla después de un silencio cómplice
durante la huida del ex gobernador.
Los
tiempos de los medios que producen distractores no es el mismo tiempo de la
justicia y menos aún de la legalidad. Porque los veracruzanos quieren ver que
en realidad haya castigo ejemplar para el ex gobernador y lo que ven es un
galimatías burocrático que ni lo lleva a la cárcel ni lo mandan a México, y el
ex gobernador sigue riéndose ante los medios como si la burla fuera el anuncio
de la impunidad.
Porque
de nada sirve que la PGR haya dicho que, de ser culpable -como si hubiera
dudas- Duarte podría ser condenado a 55 años de prisión, con esto se incurre en
una grave irresponsabilidad, porque no hay todavía juicio de por medio, ni
declaraciones, ni pruebas que puedan reunirse para llegar a tan contundente
conclusión.
La
PGR desde hace varios años requiere actuar con mayor responsabilidad, porque
con esta aventurada sentencia lo único que hace es alertar a los abogados
defensores sobre la manera en que deberán tomar las diligencias para poder
reducir esa sentencia mediática. La falta de credibilidad en las autoridades
viene a sumarse a este distractor que tanto beneficia a quienes debe afectar.
Así,
la PGR, entra en el juego de la distracción, y en lugar de actuar anuncia,
advierte, amenaza, y muestra su juego.
De
hecho, la PGR mantiene una postura adivinatoria y poco seria al afirmar que
descartó una investigación sobre los vínculos de Duarte, con grupos del
narcotráfico en la entidad.
Mientras
esto sucede los medios dan cuenta de la vida de su familia como si quisieran
compensar la ausencia de datos sobre el ex gobernador durante su largo periodo
de presunto delincuente prófugo.
Y en este juego mediático entra la vigilancia
a la esposa de Duarte, donde se afirma que fue a Londres, desde Bogotá, en
el vuelo Avianca Av120 con hora de despegue 23:45, con sus tres hijos; su madre
María Virginia Tubilla; su hermana Mónica Macías, y el esposo de ella, José
Armando Rodríguez, con los dos hijos de esta pareja.
Todos
documentaron en el vuelo referido que despegó a las 23:45 horas del miércoles
19 con destino a Londres. Sin embargo, oficialmente se negó dicha
versión, y se subrayó que la PGR agotará todas las líneas de investigación
en torno al círculo más cercano de Duarte, “a fin de determinar si dentro del
mismo hay personas relacionadas o vinculadas con cualquiera de los delitos que
se indagan”.
Pero
en realidad no son pocos los delitos que desde Guatemala se perfilan como
elementos de retención en ese país.
El
fiscal primero de la Unidad Especializada de Asuntos Internacionales del
Ministerio Público de Guatemala leyó durante 40 minutos las acusaciones contra
Duarte durante su primera audiencia en Guatemala.
Para
los medios la noticia de Duarte es un factor de venta y atención, al gobierno
federal le da oxígeno y al PRI espacios para llegar a las elecciones del 4 de
junio sin tener que enfrentar acusaciones de corrupción de sus militantes.
Así,
la detención de Duarte le vino como anillo al dedo al gobierno federal y al
PRI, de tal manera que no falta quien afirme que todo estaba preparado para la
víspera de las elecciones. De no ser así, señalan, podría pensarse que las
casualidades favorecen a la imagen de las instituciones de la actual
administración, pero esto no quiere decir que los veracruzanos consideren que
habrá un borrón y cuenta nueva en la conducta delictiva de los funcionarios
públicos hasta que Duarte esté en México sentenciado y preso.
Mientras
tanto, México revisa y analiza los documentos que integrarán la solicitud
formal de extradición del ex gobernador de Veracruz, y podría presentarse la
próxima semana ante las autoridades de Guatemala, aseguró Alberto Elías
Beltrán, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR.
Se
están analizando otras órdenes de aprehensión que existen en su contra para ver
si cumplen con los mismos requisitos del tratado y así presentar la solicitud
formal de extradición, informó.
La
PGR debe actuar de inmediato, dejar de especular y no anunciar hechos que están
fuera de sus atribuciones como las sentencias de un sospechoso, o conocer por
telepatía que no tenía vínculos con el crimen organizado sin investigaciones de
por medio.
El
factor tiempo se convierte ahora en el salvavidas del PRI en las elecciones del
4 de junio, en una trinchera contra otros partidos desde ese partido y un
respiro para la administración pública que ve en los tiempos jurídicos un
beneficio propio en tiempos electorales… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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