COLUMNA

Pasillos del Poder: ¿ESPERAMOS A OTRO MARIO ABURTO?

César Augusto Vázquez Chagoya Leanos en www.pasillosdelpoder.com www.enlaceveracruz212.com.mx vazquezchagoya@prodigy.net.mx 1 de AGOSTO de 2012


Xalapa, Ver. El licenciado Manuel Camacho Solís nace en la Ciudad de México en 1946. Se afilió al PRI en 1965. Estudió en la UNAM donde se hace muy amigo de Carlos Salinas y de su hermano Raúl. Se casó con una de las hijas del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Suárez, por lo que es tío político del actual gobernador electo de ese estado que postuló el PVEM y el PRI.

En 1985, con el apoyo de su amigo Carlos Salinas, en ese entonces secretario de Programación y Presupuesto, es diputado federal por el DF. En 1986, es nombrado por el presidente Miguel de la Madrid como secretario de Desarrollo Urbano y Ecología.

Renuncia al cargo porque en 1988 es nombrado secretario general del PRI y coordinador general de la campaña a la Presidencia de la República de su amigo Carlos Salinas de Gortari. Una vez ganado, es nombrado jefe del Departamento del Distrito Federal, llevando como secretario general a Marcelo Ebrard Casaubón, su casi hijo.

En el 2003, Camacho, junto con Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda, y Luis Donaldo Colosio, secretario de Desarrollo Social, se disputan dentro del PRI la candidatura a la Presidencia. El presidente Salinas de Gortari se inclina por Luis Donaldo el 28 de noviembre del 1993.

Colosio nació en Guadalupe de Kino, Sonora, en 1950. Era licenciado en Economía y había estudiado en la UNAM. Fue diputado federal gracias a Salinas en 1985; senador en 1988, presidente del comité nacional del PRI y secretario de Desarrollo Social del gobierno federal.

Manuel Camacho Solís nunca admitió, reconoció o felicitó al nuevo abanderado del tricolor a la Presidencia, como era la costumbre. Estaba emberrinchado. Ese 28 de noviembre del 2003, jarochos integrantes del Movimiento de los 400 pueblos realizaron un acto con el presidente en la residencia oficial de Los Pinos, en la Ciudad de México.

El Estado Mayor Presidencial era dueño de la situación y de repente vieron entrar al presidente acompañado de Manuel Camacho Solís, quien en forma evidente, moviendo las manos, hablando fuerte, le reclamaba al amigo por qué no lo había postulado.

Más evidente fue que Salinas trataba de calmarlo, pero Camacho se le adelantaba para encararlo de frente y el presidente ante las miradas, lo eludió y le ordenó a los guardias presidenciales que sacaran a Camacho, que después platicaba con él.

Manuel Camacho se sentía ofendido. Renunció a la jefatura del Distrito Federal, pero lo convenció Salinas, en aras mantener la unidad, nombrándolo secretario de Relaciones Exteriores; al iniciarse el movimiento armado zapatista el 1 de enero de 1994, renuncia al cargo y se fue como comisionado por la Paz y la Concordia en Chiapas.

Camacho, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores y como comisionado de la Paz, no dejaba de cuestionar la candidatura de Luis Donaldo Colosio y hacia más ruido con los grupos de izquierda. El defeño logró un acuerdo con los zapatistas del cese al fuego y alentó la versión de que entraría en lugar de Colosio porque no levantaba su campaña.

En el diario “El Norte” de Monterrey (dueños también del diario “Reforma” de la Ciudad de México), amigos de Camacho, de varias formas pedía la renuncia de Luis Donaldo. Las versiones de la renuncia y la posible candidatura de Camacho, obligó al presidente Carlos Salinas a convocar a la clase política del PRI y es cuando surge la famosa frase: “No se hagan bolas, el bueno es Colosio”.

El ambiente político de la república era de confusión y de rumores, con actos de violencia variados. Había un clima enrarecido y Manuel Camacho seguía presionando, hasta que viene el famoso discurso de Luis Donaldo el 6 de marzo de 1994, en el aniversario de la fundación del PRI, que muchos dijeron que era el deslinde de Colosio con Salinas.

Fue el único orador. En las fotos, se ve a un Colosio muy decidido y como escenario una gran cruz al fondo. Con el ambiente político nacional enrarecido, con el respaldo del presidente, el candidato del PRI daba un golpe de timón ante tantos rumores, hasta que en Lomas Taurinas, en Tijuana, fue asesinado por Mario Aburto el 23 de marzo de 1994, en un hecho que todavía causa dudas en México.

El magnicidio causó estupor, rabia, indignación entre los miembros de los partidos de oposición, medios de comunicación y la población en general. Salinas de Gortari salía en televisión con barba que no se había rasurado, porque se suponía que estaba muy afligido por el amigo muerto.

Después de las autopsia de ley en Tijuana, el cuerpo de Colosio fue trasladado a una funeraria de la Ciudad de México. Venía en el avión su viuda Diana Laura Riojas, con sus pequeños hijos Luis Donaldo y Mariana. La clase política se agolpó en el funeral.

Llegó Manuel Camacho Solís, quien fue recibido con abucheos. No logró entrar a la funeraria. En la entrada, el secretario particular del candidato muerto, Alfonso Durazo, le salió al paso y le manifestó que Diana Laura le pedía respetuosamente que se retirara.

Camacho, creador de los rumores, señalado como el responsable indirecto del asesinato, se refugió con Carlos Salinas de Gortari, quien no dejaba sola a Diana Laura más bien para que no hablara. El clima de crispación en contra de Camacho iba en aumento y se temía por su vida.

En las crónicas se describe una de las tantas pláticas de Diana Laura: hubo veces que no le contestaba el teléfono a Carlos Salinas. La señora viuda de Colosio decía que ya sabía para qué le hablaba “porque estaba de acuerdo con Camacho”.

Una vez comentó: “El presidente me pide que le suscriba una carta dirigida al Lic. Manuel Camacho Solís donde lo disculpe y libere de cualquier responsabilidad en el atentado a Luis Donaldo Colosio”. La carta nunca la firmó la viuda.

Diana Laura Riojas de Colosio murió el 18 de noviembre de 1994, víctima de un cáncer de páncreas, dejando una estela de dudas sobre la actuación en el magnicidio de Carlos Salinas, Manuel Camacho Solís, el Estado Mayor Presidencial, etc.

El nuevo presidente a partir del 1 de diciembre de 1994 fue Ernesto Zedillo Ponce de León. A Manuel Camacho Solís lo enfriaron. Renuncia al PRI el 13 de octubre de 1995. En 1999 forma el Partido Centro Democrático en 1999 y en el 2000 se postula para la Presidencia de la República, obteniendo sólo el 0.06%, por lo que desaparece su partido.

En el 2003, Camacho Solís, propuesto por el PRD, es diputado federal plurinominal. Después se fue navegando en la política y más cuando su pupilo Marcelo Ebrard es jefe de Gobierno del Distrito Federal en el 2006. En los últimos 6 años fue construyendo una estructura con los partidos de izquierda a favor de Marcelo, pero gana la candidatura presidencial Andrés Manuel López Obrador.

En estos momentos, Manuel Camacho Solís dirige la estrategia de los partidos de izquierda contra el PRI. Si bien López Obrador perdió ante el priista Enrique Peña Nieto con un amplio margen de más de 3 millones de votos, el experto en intrigas, rumores, relaciones con grupos radicales y las guerrillas, actúa para mantener en desequilibrio político el país, con los siguientes factores a su favor, provocados o puntadas de radicales:

1.- Al presidente Felipe Calderón es evidente que ya no le interesa la gobernabilidad del país. Sólo se está dedicando a dar discursos que deja un país mejor en todos los sentidos. Paga facturas a las fuerzas armadas, que los deja en la indefensión en su actuar en contra del narcotráfico.

Queriendo que su esposa Margarita Zavala sea la candidata presidencial en el 2018, está Calderón peleando con el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, quien quiere hacer la asamblea nacional en mayo del próximo año, ya sin la presencia de Calderón, y éste presiona que la asamblea sea en noviembre de este año porque los actuales consejeros nacionales están en la nomina del gobierno federal, por lo que el comité nacional se le quedaría a Calderón.

En este contexto se da la entrevista a Miguel Ángel Yunes Linares, en “Reporte Índigo”, donde le echa la culpa de la pérdida de la Presidencia a Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, y a Rafael Giménez Valdés, encargado de las encuestas presidenciales. Miguel es un reconocido alfil del presidente Felipe Calderón y ahora hasta se van en contra de Josefina, quien apoya a Madero.

2.- Antes de las elecciones sale un extraño comunicado del grupo guerrillero EPR, pidiendo a la población que vote por la izquierda.

3.- El candidato perdedor Andrés Manuel López Obrador primero pidió contar de nuevo todas las casillas, siendo contadas de nuevo casi un tercio de las 143 mil casillas que le dieron más votos al PRI. Después sacó que los gobernadores priistas habían comprado 5 millones de votos con recursos públicos.

Luego le dio vuelo en contra de las tiendas Soriana, que a través de sus tarjetas compraron votos, especialmente en el Estado de México. El PAN da a conocer que el PRI, a través de las tarjetas Monex, había comprado votos. El caso es que ahora este 1 de agosto, ya todos los días habla el tabasqueño ante la prensa, calentando el ambiente en contra del PRI y pidiendo un presidente interino.

López Obrador dice que su protesta no será violenta, pero qué tal sus discursos que incendian a la república y se compara con los héroes como Hidalgo, Morelos, Benito Juárez y Francisco I .Madero.

4.- El movimiento “#YoSoy132” anuncia bloqueos, paros, en contra de los resultados de la elección presidencial, no entendiendo que la misma gente en las casillas fue la que contó las votaciones para diputados federales y senadores. A este movimiento se le agrega personas que no son de las universidades, y se dicen que son ciudadanos indignados. El grupo “#YoSoy132” expresa que es un movimiento pacífico, pero violentan las calles, agreden a periodistas y bloquean las instalaciones de TELEVISA.

5.- El PRI no se queda atrás y contraataca con señalar que a través de fundaciones, Andrés Manuel López Obrador rebasó topes de campaña y no pagó impuestos. El desvío es en el orden de mil 200 millones de pesos.

6.- Va tanto el agua al cántaro, ante tanta violencia en discursos y movilizaciones en las calles con motivos o sin ellos, y ya hay ataques a las tiendas Soriana; tres ataques a las instalaciones del diario “El Norte” en Monterrey, y a otros diarios del norte del país. Quema y ataques a las instalaciones y vehículos a la empresa de Sabritas. Aumenta la violencia política en el país, especialmente en municipios serranos.

7.- El 23 de julio se difunde en las redes sociales “que Peña Nieto le teme a un ‘Mario Aburto’ después de tantas injusticias” y piden que salga a la luz pública “la verdad”. En el mismo medio se invita a buscar en las páginas de internet “El Manuel del Guerrillero”; la Escuela de las Américas o “escuela de asesinos”, donde usted encuentra desde cómo armar bombas caseras hasta tácticas paramilitares.

8.- Aparecen pintas en toda la república en donde piden la salida del Ejército de las calles y algunas las firman como “Comité de Vigilancia Ciudadana y, ojo, el “Comité de un Barrio Libre”. Para que usted se encuentre en casa, estas pintas surgen muy seguido en un triángulo que hacen las avenidas Murillo Vidal, Circuito Presidentes y las instalaciones de la Universidad Veracruzana en la ciudad de Xalapa. El ayuntamiento las borra y de nuevo vuelven aparecer.

Si usted observa, por todos lados hay voces discordantes, que es una forma en que se calienta el ambiente político de la república. En el magnicidio de Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994, así estaba el país: enrarecido, desconcertados, brotes de violencia, etc.

Para que haya un magnicidio, sólo se deben crear las condiciones de las que es experto Manuel Camacho Solís, quien cínicamente se queja de que Diana Laura nunca lo quiso perdonar.

El pacifista Andrés Manuel López Obrador, con asesoría de Manuel Camacho Solís y los mecanismos de los grupos radicales, ya están trabajando. Aguas.

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