COLUMNA



                NEXOS   CON   LA   VERDAD

          El Veracruz Utópico del señor Gobernador

                                                                                                                                 Edgar A. Mendoza Alafita

                                                     Xalapa-Equez., Ver., Agosto 24 de 2012.


El Gobernador Javier Duarte de Ochoa, dice que: “Nuestro Estado es él o más seguro, lo anterior es respaldado por las estadísticas del INEGI, las cuales revelan que la media Nacional fue de 24 muertos por cada 100 mil habitantes, nosotros, solo tenemos 13, lo que habla de la fortaleza del Gobierno Estatal para atender este fenómeno…”. ¿Es fenómeno o es cotidiano? o ¿Cuál es la razón o motivo de llamarlo fenómeno? Si México tiene 32 Estados y Veracruz ocupa el número 19, ¿orgullosamente equivale a decir que somos "más seguros"?. La violencia dolosa, al menos como el mandatario de los veracruzanos la visualiza, sobrepasó en demasía las muertes ocurridas en este año, tan solo en Veracruz Puerto y Boca del Río. Duarte, al expresar lo anterior, quizás con la finalidad política de calmar los miedos del turismo los cuales traen una importante derrama económica a nuestro Estado, se olvida de sus paisanos, sus gobernados e insulta nuestro intelecto como diciendo: “Tú ciudadano, habitante de tal o cual Municipio, no sabes lo que pasa en realidad, no vives la vida ni conoces tu pueblo, son tus miedos e inseguridades, tu falta de cultura, tus ganas de hablar de más, ya que en Veracruz, no pasa nada.”
Esa es la Violencia de estadísticas, ¿pero que pasa con las demás violencias? Los secuestros, extorsiones, violaciones, robos, la corrupción, etc., esos todos los habitantes de una ciudad, pueblo o congregación, los ve, los escucha, los palpa, los vive, menos nuestros gobernantes, nuestras autoridades quienes tienen el deber de hacerlo. Cierto, son delitos que, por miedo, no denunciamos, pero están ahí, el miedo de la población es latente, tal miedo existe en nuestro ser que, hasta la prensa se ha autocensurado, más aún, la Justicia se ha mutilado, ellos no ven, no oyen y no escuchan, será porque esta superada e impedida para actuar o, será que, como también son seres humanos los ha invadido el temor de cumplir la promesa de defender y aplicar la Ley “caiga quien caiga”. La violencia como tal es el “Uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo”. La violencia es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico, sexual o psicológico) a un individuo o una colectividad; o los afectan de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o futuras. []¿Sabe que la violencia en el Estado ha causado miedo de hacer una vida normal? Usted, señor Gobernador, independientemente de su investidura, ¿se atreve a caminar solo, sin escolta, por las calles? ¿Ha observado que las carreteras están solitarias?, ¿ha observado que los negocios cierran muy temprano? ¿Ya se dio cuenta de que la economía se frenó?; no hay circulante, porque todos tenemos miedo hasta de respirar. ¿Sabe Usted, señor Gobernador, cuantos de sus gobernados, que no cuentan con los medios para el pago del soborno o de la libertad, duermen tranquilos, que se quedan en vigilia por el temor de que en cualquier instante de la noche, en donde los “guardianes del orden” brillan por su ausencia, un grupo armado, fuera de la ley, violente su domicilio, los prive de la vida o sean secuestrados? La violencia crea más problemas sociales de los que usted cree que resuelve con sus palabras efímeras y volátiles. Creo que la asimilación de la violencia que vivimos, con el desorden, con la transgresión, la irracionalidad y la ausencia de normas o de las formas sociales ha sido aceptada de manera excesivamente conformista. Cierto autor, no me acuerdo del nombre dice en su obra: “La violencia no es ni el origen ni el desenlace de un conflicto, sino un medio o probabilidad de resolución que se pone sobre el tapete en función de un cálculo más o menos funcional de costes y beneficios, parece claro que la violencia que vivimos no puede ser interpretada como una mera disfunción o unas simples estadísticas, sino como un síntoma y un resultado de procesos conflictivos generados por los sistemas de relaciones sociales cuando están sometidos a un proceso de cambio”. Mahatma Gandhi, decía que: “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”. Su ideal para la población de su “Veracruz Seguro”, de su Utópico Estado, ¿cual es señor Gobernador? Soy un ciudadano que habla por la impotencia y miedo, pero con temor a que la Justicia me sea aplicada por el simple hecho de mover un dedo o, de defender lo mío, mi familia, mi persona, me siento humillado, secuestrado y mutilado por los buenos y por los malos, a la vuelta de mi casa –que también es la de todos ustedes- sé que hay unos delincuentes, pero estoy atado de manos y pies, pues ni me ayudan ni me puedo ayudar, me limito a ser un simple y mudo observador de lo que nos está pasando. Mientras nuestros funcionarios, sí, esos que viven de nuestros impuestos, con voz de tenor cantan que: “En Veracruz no pasa nada”.

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