Desafuero de doble filo
ALMA GRANDE
Por Ángel
Álvaro Peña
El fuero que los diputados tenían para no ser encarcelados por sus
ideas contrarias al régimen imperante, terminó por volverse un escudo para que
los funcionarios públicos alcanzaran la impunidad luego de que cometieran
delitos relacionados con la corrupción, desde sus cargos públicos.
El fuero, de ser una protección a la integridad de los líderes
sociales se volvió un estorbo para la justicia y una mancha para la legalidad.
En Veracruz el claro ejemplo de los cómplices de Javier Duarte
exige la desaparición del fuero, porque fue el puente a través del cual los
delincuentes de cuello blanco alcanzan una libertad que no merecen.
En el fuero están implicados diferentes actores políticos y no es
responsabilidad solo de quien lo ejerce. Ahí están quienes los escogen para que
libren sus culpas fuera de la cárcel.
A lo largo de la historia de México hay muchos hombres y mujeres
que adoptaron el fuero como un refugio que impedía a la justicia actuar, de tal
suerte que su desaparición se convirtió en un reclamo social.
Ahora, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la
reforma constitucional para eliminar el fuero de los altos
funcionarios públicos, incluido el Presidente de la República.
Y ese énfasis que ponen en el Presidente de la República tiene que
ver con el próximo Presidente, porque una vez que la aprobación de la
desaparición del fuero en la Cámara de Diputados llegue al Senado, tardará unos
meses, para que la promulgación coincida con la existencia de Presidente
electo.
Es decir, como ninguna ley es retroactiva, no podrá tocar a los
actuales legisladores o a cualquier otro personaje con cargo de elección
popular.
La desaparición del fuero fue aprobada por 370 votos, de 500
diputados en funciones. Dicho proyecto afecta ocho artículos de
la Constitución Política y ahora se espera la ratificación del Senado
de la República, en su caso, deberá ser también aprobado por al menos 17 de las
32 legislaturas locales.
La enmienda constitucional cancela la inmunidad procesal del
Presidente de la República, así como de secretarios de Estado, gobernadores,
diputados y senadores, ministros y magistrados, legisladores locales, alcaldes,
regidores y concejales.
Los altos funcionarios de los tres órdenes de gobierno podrían ser
procesados penalmente bajo los principios, derechos y garantías procesales
previstos por la propia Constitución Política para cualquier mexicano.
Pero una determinación como la desaparición del fuero no solo
tiene la intención de hacer justicia sino de hacer vulnerables a quienes
ocuparán su lugar en un futuro.
El rumor de que el PRI no ganará ni la Presidencia de la
República, ni la mayoría en las cámaras, prevén para hacer de esta condición
una manera de hacer frágil en el futuro lo que ahora es sólido. Estamos
hablando de repetir aquel hecho sucedido a principios del presente siglo,
contra Andrés Manuel López Obrador, en 2004, cuando se responsabilizó al
gobierno del Distrito Federal de violar una orden judicial que exigía la
suspensión de la construcción de una calle en un terreno expropiado años atrás
por gobiernos anteriores. Aunque los trabajos fueron suspendidos, se alegó que
el cumplimiento de la orden había sido dilatorio y se responsabilizó
directamente a López Obrador.
Ahora sin fuero podría ser más más fácil armar un juicio contra el
mismo personaje. En aquel entonces la idea surgió en la secretaría de
Gobernación, cuyo titular era Santiago Creel Miranda, actual asesor de Ricardo Anaya
en su campaña en busca del voto. La mano ejecutora fue la del entonces
procurador Rafael Macedo de la Concha y promovida con una publicidad muy
parecida a la de la Coca Cola, por el propio presidente Vicente Fox.
Ya se demostró el manejo electoral de la PGR luego de que fue
difundido un video de Ricardo Anaya y su equipo cuando visitaron las
instalaciones de la procuraduría para aclarar una acusación que todavía no se
comprueba sobre lavado de dinero.
El fuero es un factor político, pero también legal, penal, de
orden jurídico y de sentido común. El fuero se utilizó de manera facciosa y
seguramente el desafuero será utilizado también de manera parcial, no puede ser
de otra manera, ante la prisa mostrada por su debate y aprobación.
Llama mucho la atención la vigencia que le dieron a esta propuesta
de Meade, porque hay cientos de iniciativas de ley que están congeladas en
ambas cámaras que exigen de mayor imparcialidad en la justicia y no son
discutidas, mucho menos aprobadas.
En este momento el PRI sacrificaría a muchos de sus militantes,
como Alberto Silva Ramos, Adolfo Mota Hernández, Edgar Spinoso, Vicente
Benítez, Tarek Abdalá, entre otros que fungen como diputados federales y
locales propuestos por mayoría relativa por el tricolor para asegurar que
seguirían gozando de fuero para no ser investigados a pesar de que los medios
de información responsabilizan a varios de ellos de actos de corrupción,
incluso antes de que llegaran a la administración del ex gobernador Javier
darte, quien se encuentra detenido por varios delitos.
Javier Duarte, a pesar de que era el gobernador debió actuar en
complicidad con varios funcionarios públicos, muchos de ellos convertidos
en respetables legisladores en lugar de vestir un uniforme a rayas y estar tras
las rejas como su ex jefe.
Pero este fuero tiene doble filo, y los ejemplos de cómo se
configura un golpe de Estado contra los enemigos políticos de la ultraderecha
pueden advertirse en Brasil con la ex presidenta Dilma Rousseff, lo que acaban
de hacer con Inácio Lula da Silva. El proceso que se le lleva a cabo contra
Cristina Krishner; Fernando Lugo en Paraguay, en 2012, en un juicio exprés que
no dejaba duda sobre su amañado proceso.
Ahora, los tres niveles de gobierno deberán no solo actuar con
honestidad, que es, en apariencia, el objetivo de quitarle el fuero a los
funcionarios públicos, sino prevenir y evitar que con la inexistencia del fuero
quieran armar un delito artificial para quitar de en medio al enemigo político
de las fuerzas conservadoras de México. PEGA
Y CORRE.- La violencia sigue en el estado. Fueron ejecutadas
cinco personas, en Cosoleacaque. Sicarios asesinaron a una familia en el
fraccionamiento Punta del Mar. Una niña de ocho años y su padre murieron. Estos
hechos contradicen los dichos de más de un candidato…Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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