CON DERECHO A RÉPLICA
Por Francisco Vargas
Perales
Noviembre 16 de 2016
“El Petate del Muerto…”
En
nuestro estado de Veracruz se está sufriendo una sicosis colectiva. Como ya se
ha visto, desde el sexenio del entonces
gobernador Fidel Herrera Beltrán nos empezamos a familiarizarnos con las
palabras “crimen organizado” y hechos
delictuosos sucedían a diario en la entidad,
que daban cuenta los periódicos,
de tal forma, que el gobernador Fidel Herrera Beltrán, sugirió a la prensa
veracruzana que no se escribiera más de asesinatos, con el fin de no crear esa
sicosis entre las gentes del pueblo, lo que desde luego, fue algo imposible;
los asesinatos de personas comunes, el secuestro de empresarios y gente
pudiente, obligaba a los editores a dar cuenta al púbico lector de lo que
estaba sucediendo en el estado, a lo que los periodistas no fueron ajenos, pues
los empezaron a asesinar.
Al
llegar Javier Duarte de Ochoa al gobierno del estado la gente del pueblo pensó
que iba a retornar la tranquilidad, la completa calma, a la nos dejó acostumbrados el exgobernador Miguel Alemán
Velasco. Se pensó que como Javier Duarte
estuvo en una secretaria - la de finanzas - que nada tenía que ver con la
inseguridad del estado, se iba a tener un gobierno tranquilo, también su figura
de un joven regordete así lo demostraba. El gobierno de JDO fue un gobierno
parecido al de Fidel Herrera Beltrán, pero corregido y aumentado, desapareció
de un manotazo la libertad de expresión, a principios de su gobierno se empezaron
a encarcelar periodistas y “tuiteros”, como para demostrar quién mandaba en el estado. Javier Duarte se empezaba a comportar como
“un chivo en cristalería”. El lema de su
gobierno fue “un día una obra”, aunque de este lema se olvidó, para tomar el de
“un día una pendejada”.
Se
contaba todavía allá por los años 50’ del siglo pasado, que hubo un general
revolucionario de nombre Gonzalo N. Santos,
que fue gobernador del estado de San Luis Potosí. En una ocasión alguno de sus amigos le
reclamó ante el saqueo que estaba sometiendo a su estado y los asesinatos que
bajo su venía se realizaban, el amigo le recordó al general Santos, a quién por
cierto le decían “El Alazán Tostado”, que había que tener moral para no
gobernar en esa forma. El general se quedó sorprendido al escuchar a su amigo
lo dicho que le sonó a reclamo, y una vez que tomo compostura que le espeta al
del señalamiento: “amigo, allá en mi pueblo moral es un árbol que da
moras”. Frase que se llegó a ocupar posteriormente
cuando se descubría a un gobernante que le estaba metiendo las manos al erario.
En
Veracruz, ya pocos arboles de mora se pueden ver en el campo. Lo que si podemos ver es a gobernantes que han aplicado la frase de Don Gonzalo N.
Santos, gobernadores sin moral y unos de estos lo fueron el negrito de
nopaltepec Fidel Herrera Beltrán y el regordete de Córdova Javier Duarte de
Ochoa, quienes dejaron a Veracruz en un estado lamentable. Se habla que Fidel
Herrera dejó una deuda en el estado de 25 mil millones de pesos que le heredó a
su alumno Javier Duarte, y este al renunciar a su encargo, en cálculos
conservadores lo señalan de dejar una deuda de 46 mil millones de pesos y
todavía no terminan de contarlo, debido a que cada día surgen más personas a
quien Javier Duarte embaucó con el cuento de que les iba a pagar. Esto fue algo
desastroso que los veracruzanos no quisiéramos que volviera a ocurrir.
Javier
Duarte pide licencia para abandonar la gubernatura y deja un estado convulso.
Un Veracruz – decíamos – en manos de la delincuencia, trabajadores al servicio
del gobierno del estado que a diario protestan porque no les pagan su
sueldo. Jubilados y Pensionados que
denuncian el saqueo a que fueron sometidas las arcas del Instituto de Pensiones
del Estado (IPE), fueron miles de
millones de pesos que les birló a los viejitos, todo Veracruz está pidiendo que
atrapen a Duarte, que al parecer se dio a la fuga con tantos miles de millones de pesos que se robó. A 48
días de abandonar el cargo de gobernador del estado, Javier Duarte, ante tanto
reclamo de pagos y ante tantas manifestaciones en su contra y ante tantos ayes
de dolor de los veracruzanos que no tienen dinero para llevar a sus casas por
falta de pago de su salario, Duarte deja el gobierno del estado y dice que es para
lavar su honor, el hombre al pedir licencia según fue para tratar de hacer creer a sus gobernados que
tiene moral, vaya tipo, vaya desfachatez de gobernante.
Un
mes después de solicitar licencia como gobernador de Veracruz, se identifica a
uno de sus parientes de Javier Duarte, quién hace llegar una supuesta carta al
Congreso del Estado en donde comunica su deseo de regresar a concluir su
mandato.
Esto
desde luego, levantó una ola de repudió por parte de la ciudadanía, quién pide
a las autoridades, que sea atrapado el ladrón. La Procuraduría General de la República
(PGR), activa agentes en la entrada del Congreso Veracruzano para detener a Javier
Duarte cuando pretenda presentarse a ratificar lo solicitado. Javier Duarte
nunca llegó. La solicitud no fue
ratificada y quedó sin efecto. La pregunta
es ¿envió el mismo Javier Duarte esa carta? O alguien quiso espantar a los veracruzanos
con “el petate del muerto”. Vaya usted a saber.
Yo digo y nada más. Y hasta la próxima D.M.
Para
réplica y comentarios está a su disposición el correo electrónico franciscovperales@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario