Desde el Café
Otra vez perdió el PAN en Veracruz
Bernardo Gutiérrez Parra
Circula en un portal de noticias el siguiente
comentario: “Este domingo los panistas de Veracruz salieron a sufragar para
elegir a su dirigente estatal. Los candidatos fueron dos: un corrupto acusado
de conflicto de intereses por más de 70 millones de pesos y un cacique bananero
con fama de bandido. La victoria fue para el corrupto con conflicto de
intereses y perdió el PAN. Pero si hubiera ganado el cacique bananero, también
habría perdido el PAN”.
En efecto, el ganador de la contienda fue José de
Jesús Mancha Alarcón, corrupto hasta la pared de enfrente, pero que tiene el
apoyo del gobernador Miguel Ángel Yunes, a pesar de ser uno de los responsables
de la derrota de Miguel Ángel Yunes Márquez en la pasada elección por la
gubernatura.
El perdedor fue el cacique bananero Joaquín Rosendo
Guzmán Avilés, que no se resigna a cargar con la derrota y amenaza con impugnar
el triunfo de su correligionario.
A la hora de contar los votos la contienda estaba
muy cerrada y no había nada para nadie, pero en el cuarto de guerra de Guzmán
Avilés todo era optimismo; faltaban los votos de Tantoyuca, su feudo personal y
familiar, donde ha sido alcalde en tres ocasiones y donde el PAN tiene uno de
los padrones más altos.
Pero vino la sorpresa; José de Jesús Mancha ganó
por más de 400 votos.
¿Qué fue lo que pasó?
Pasaron dos cosas: En Tantoyuca hasta los panistas
están hartos de la familia Guzmán Avilés. Y por otra parte, el gobernador metió
las manos a favor del tuxpeño Pepe Mancha.
¿Ganó el PAN de Veracruz con este resultado?
No hombre, qué va. El partido se está
resquebrajando desde que Yunes Linares se lo agandalló y los panistas de pura
cepa fueron sustituidos por una camarilla de bandidos, corruptos y
oportunistas, pero serviles al propio MAYL.
Si Yunes se decantó por el tuxpeño en lugar de
hacerlo por el nativo de Tantoyuca, es porque piensa que aquel es más
obediente, sumiso y dócil que Guzmán Avilés. Y estos atributos le servirán en
sus planes futuros que no son otros que echar a andar cuando antes, la
maquinaria para que su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez sea nuevamente candidato
a la gubernatura en 2024.
Pero hay panistas que piensan otra cosa.
Uno.- El PAN veracruzano perdió al designar a
Mancha como su líder estatal como hubiera perdido si el triunfador hubiera sido
Guzmán Avilés. Ambos tienen una cola bien larga para que se las pisen y no
representan el pensamiento del panismo veracruzano.
Dos.- A partir del 1 de diciembre Yunes Linares
estará desempleado y eso le restará peso político. No es lo mismo ser
gobernador que un ciudadano común.
Tres.- Yunes Linares tendrá que ver de dónde saca
dinero (muchísimo dinero) para la segunda campaña de su hijo. Si este año
Miguel Ángel junior obtuvo la mayor votación de un candidato panista en la
entidad, no fue por su linda cara, sino porque su papá dispuso de
multimillonarios recursos que repartió como si fueran confeti.
Cuatro.- Yunes Linares piensa (como todos los
políticos), que los hombres y mujeres que dejará enquistados en el Congreso
local y en el PAN estatal, le serán fieles toda la vida. Se olvida que la
política es una cadena de traiciones y quienes ahora lo obedecen y alaban,
mañana lo denostarán y le darán la espalda.
Cinco.- Miles de panistas de Veracruz están hasta
el cepillo de los Yunes Linares-Márquez.
Seis.- Si Yunes Márquez va como candidato en 2024,
se va a armar una revolución al interior del partido. Y si la imposición
continúa, la desbandada de militantes será de antología y el PAN terminará peor
que el PRD.
Siete.- Así como Yunes Linares apoyará a su hijo,
los panistas “de a de veras” apoyarán al senador Julen Rementería, que también
peleará la candidatura por la gubernatura e iría con muchas posibilidades de
ganar.
Esto fue lo que me dijeron un par de panistas
(ambos ex legisladores locales y federales) este lunes por la mañana en un café
de Xalapa.
bernardogup@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario