COLUMNA



¡Un Cisne que silva… Ataca a Ángel Álvaro!

Por: Abel Magaña C.



El canibalismo entre periodistas, editores y comunicadores es una deleznable práctica que se realiza sin escrúpulos y ha sentado sus reales en Veracruz.

Mercenarios de la comunicación al servicio de algunos políticos de baja estofa, la ejercen con placer a cambio de las 13 monedas de Judas, atacando a sus compañeros de oficio.

Sin razón y sin bases, menos pruebas, denigran, difaman y lanzan acusaciones sin ton ni son.

Escupen para arriba, al no poder escalar ningún nivel profesional.
Una de sus recientes víctimas es el empresario, editor y columnista tuxpeño Ángel Álvaro Peña.

La mano que mece la cuna es la de un “Cisne” que silva y que está en tocata y fuga. Viaja periódicamente a Cuba para atender asuntos de carácter personal.

Este personaje del duartismo, el más leal al ex gobernador preso en el RENO (Reclusorio Norte) de la Ciudad de México, es un prófugo de la justicia, pues desde que era diputado federal se le inició un juicio de procedencia para desaforarlo, pero sus compañeros priistas lo impidieron.

Sin embargo, la justicia en Veracruz aún lo busca y por ello está en Cuba, esperando que concluya el bienio panista para “aclarar su situación” en la entidad con el nuevo gobierno.

Pero mientras, a través de los corifeos que dejó bien maiceados en la entidad a su paso por Comunicación Social, en donde dejó un gran desfalco vía empresas fantasma, se lanza contra Ángel Álvaro Peña, quien en un acto de valentía periodística ubicó y denunció en exclusiva sus pillerías.

Su ‘gran pecado’: trabajar con profesionalismo y lealtad en el sexenio de José López Portillo, como titular de las giras presidenciales y eso se aprovecha para criticar que laboró con el priismo, cuando no había otra elección política en México.

Es una rabieta de quien no puede caminar libremente por ningún lugar de México y menos en Veracruz. Se dice que es ahijado de Manuel Velasco Coello, Senador y ex gobernador de Chiapas.

Un “hueso” grande, me espera, comenta en corto.

Ángel Álvaro Peña debe sentirse por encima de las blasfemias que lanzan duartistas que se enlodaron al atracar descaradamente el dinero del pueblo de Veracruz.

Los perros ladran, Sancho, señal de que cabalgamos…

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