El Danzón, Baile
Veracruzano que se Resiste a Morir
·
Personas
de la tercera edad lo practican en este puerto
Por
Francisco Vargas Perales
El
danzón es un baile que nació en Cuba, allá por los años 50 – 60 fue escuchado y
bailado, se recuerda a las orquestas como la de Acerina, también llamado
Consejo Valiente, Mariano Mercerón, músicos cubanos, que la revolución iniciada
por Fidel Castro en esa isla los obligó a emigrar a México y aquí causaron
sensación con su ritmo, el danzón, que orquestas mexicanas como la de Carlos
Campos lo adoptaron como suyo y marcaron toda una época entre la juventud de
ese entonces.
En
la ciudad de México, ante el furor que causaba el danzón, se abrieron salas de
baile para practicarlo los domingos, el Salón México, los Ángeles, eran unos de
estos salones en donde la juventud de los 60 se daba cita para practicar el
baile “pegadito”, se decía. La numerosa asistencia de jóvenes a esos salones
marcó toda una época; la época de los pachucos, con su llamativo vestuario,
zapato de dos colores y sombrero adornado con una pluma que asemejaba ser de
pavo real.
El
danzón entró a México por el Puerto de Veracruz. Por su parecido con el país de Cuba, su
ambiente bullanguero, su modo de hablar y de vestir del jarocho lo homologaban
con la Isla del encanto. Se recuerda que
el gran cantante cubano Benny Moré a su llegada a México se estableció por
algunos años en el puerto y ahí formó un
dueto con un cantante nativo del lugar llamado Miguel Matamoros, que en su
momento partieron a la ciudad de México en busca de fama y fortuna y lo
lograron. Quién que haya vivido la década
de los cincuenta no recuerda a Benny Moré con su canción “Bonito y
Sabroso”.
En
Tuxpan, por la década de los noventa, un grupo de personas de la tercera edad
que en su juventud gozaron con el baile del danzón, a instancias de una señora
muy entusiasta, Doña Lilia Sedano de Tella, se dieron a la tarea de reunirse
los domingos y con una grabadora y
suficientes casetts de danzón, empezaron a realizar tertulias en el
parque Reforma, lo que se convirtió en
la atracción de mucha gente, que los veía
como bailaban tan cadencioso baile que para los asistentes resultaba extraño,
pero agradable.
YPunto entrevistó a uno de
estos bailarines de danzón que todavía conserva algo del entusiasmo de su
juventud y recuerda los bailes que en sus años mozos se celebraran en el salón
de la Junta de Caridad y Pavimentación, en el auditorio Raúl R. Núñez y la
tertulia de los domingos en la Plaza Cívica, antes llamada “Enrique Rodríguez
Cano”. Ahora nuestro entrevistado con más de 70 años forma parte de un grupo de
Danzoneros del Recuerdo.
¿Cómo
te llamas?, Me llamó Benjamín Garcés Martínez, soy una persona nacida aquí en
Tuxpan que he llegado a la Séptima Década, bailé danzón en mi juventud y ahora
lo practico con otros amigos los domingos en el parque Reforma.
¿Cuántos
grupos de danzón hay en el puerto?, Hubo una señora muy entusiasta que ya
murió, Doña Lilia Sedano de Tella, ella invitó a personas hombres y mujeres que
bailaron danzón, que disfrutaron este baile, los invitó a formar un grupo de
danzoneros y bailar los domingos por las tardes en el parque Reforma y logró
conjuntar 15 parejas y otros que llegaban ocasionalmente. Doña Lilia llevaba la
grabadora de esas grandes y casetts con
diversos danzones de aquellos, así nace la idea de seguir bailando el danzón,
somos personas de la tercera edad todos.
¿Cuál
era la idea para ustedes de bailar danzón? La finalidad es “sacudirse la
polilla”, divertirse, somos personas de más de 70 años, conocí a una persona,
una señora que tenía 80 años y bailaba con nosotros, nos sirve para sentirnos
bien, recordamos nuestra juventud, esto nos reanima, nos levanta el ánimo,
también sirve para que la juventud conozca que hubo un baile eminentemente
veracruzano y que lo bailaron sus abuelos, el danzón, es una diversión sana,
nadie toma, nadie fuma.
¿Reciben
ayuda oficial para su vestuario?, Todo lo compramos nosotros, el hombre viste
ropa blanca, zapatos blancos y paliacate al cuello, la mujer vestido blanco,
zapato blanco y una rosa en el pecho, no recibimos ayuda de nadie, un presidente
municipal nos quería quitar del parque Reforma, no quería que bailáramos ahí,
nos mandó a decir que “nos fuéramos a echar polilla a otra parte”.
¿Cuántos
grupos de danzoneros hay en el puerto? En un principio se formaron cuatro
grupos, los amigos del Danzón, Danzoneros del Puerto, Danzoneros del Pantepec,
Amistad México – Cuba y Bellos Atardeceres, actualmente sólo quedan dos grupos
con pocas parejas.
¿Han
ido a bailar a otras ciudades? Cuando éramos muchos íbamos a bailar, nos
invitaron de Perote, Teziutlán, Puebla, Cerro Azul, Tampico, Poza Rica,
Papantla, Tihuatlán, Tamiahua y otras poblaciones, nos enviaban el autobús y
nos pagaban la cena.
¿Qué
experiencia te ha dejado el ser danzonero? Muchas y una muy bonita, en el grupo
del danzón conocí a quién hoy es mi compañera para toda la vida y el haber
conocido otras ciudades y poblaciones, me siento bien, pero debo decir que ya quedan pocos compañeros
danzoneros, recuerdo una frase que decía aquel locutor de la radiodifusora XETL
que transmitía un programa todos los días por la tarde, se llamaba Don Álvaro
Contreras Ochoa y el programa se llamaba “Ritmos Tropicales de América”, Don
Álvaro decía: “Ritmos va y ritmos vienen y el danzón aquí lo tienen”. Ahora somos pocos, pero
seguimos practicando el danzón, gracias a Dios.
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