A pegarle al Peje
ALMA
GRANDE
Por Ángel
Álvaro Peña
Como sucedió hace seis años y como empezó hace doce, la guerra
sucia contra Andrés Manuel López Obrador se intensifica conforme se acercan las
elecciones del 4 de junio, donde tanto Morena como el PRI parecieran tener sólo
dos frentes: el Estado de México, y los 212 municipios de Veracruz.
Nayarit y Coahuila que puede perder el PRI, parece no interesarle
a nadie en el centro del país. Lo que se juega en el Edomex y en Veracruz no es
poco. De los resultados de estas elecciones se anuncia el ganador en la
contienda electoral de 2018.
La consigna que surge desde el aparato de gobierno pareciera
decir: Todos contra López Obrador, donde la estructura del poder político le
busca errores, conductas deshonestas o actos ilícitos en el pasado del líder
nacional de Morena para darle una difusión nacional e internacional. Todavía no
han encontrado el golpe que lo doblegue ni rumor que lo tambalee.
Es por ello que todo el aparato de gobierno adopta algunos medios
como trinchera para desgastar la imagen de López Obrador.
La frase pronunciada en días pasados en Tuxpan, Veracruz al decir
que Morena estaba preparado para gobernar el Estado de México y el país
también, dolió profundamente a muchas figuras políticas de la actual
administración.
En el pleito casado que tiene el gobernador de Veracruz, Miguel
Ángel Yunes Linares asegura que el líder nacional de Morena quiere facilitarle
la chamba a los delincuentes, toda vez que según la interpretación del
gobernante veracruzano a las palabras de El
Peje, al cuestionar éste la manera en que realizan su tarea los
soldados, favorece a los infractores.
Pero los dimes y diretes entre López Obrador y Yunes Linares
tienen años y se trata más que de razones políticas o argumentos sólidos, de
acusaciones retomadas de especulaciones o rumores que quieren convertir en
realidad a fuerza de repetirlos.
Pero ya en el terreno de la guerra sucia que permanentemente se
hace contra Andrés Manuel López Obrador, el gobernador veracruzano estuvo
investigando sobre su árbol genealógico y encontró que una de sus cuñadas,
Carol Jessica Moreno Torres, esposa de Arturo, el hermano a quien desconoció
hace un tiempo, fue responsabilizada de malversar 80 millones de pesos a su
paso por la Secretaría de Educación de Veracruz, y de manera automática la
convierte el gobernador en cómplice del ex gobernador Javier Duarte.
Así, el contralor general del Estado, Guillermo Moreno Chazzarini,
presentó, en días pasados, una denuncia ante la Fiscalía General estatal por la
desviación de alrededor de 80 millones de pesos de la Oficialía Mayor de la
Secretaría de Educación de Veracruz, en 2016, contra Carol Jessica Moreno
Torres.
Seguramente a este caso le pondrá especial atención Yunes Linares
y dejará de lado otras denuncias por cientos de millones de dólares que se
llevaron Javier Duarte y sus cómplices, insertos en legislaturas y cargos que
les otorgan impunidad.
Pero esto es sólo una parte de la guerra que se cierne contra
Andrés Manuel López Obrador no sólo por el simple hecho de que puede ganar su
candidata Delfina Gómez, en el Estado de México, sino la Presidencia de la
República en 2018.
Desde todos los frentes han atacado a López Obrador, pero el
electorado se cansó de los partidos tradicionales y ahora advierte, con toda
claridad, el origen y la intención de esa guerra sucia contra Andrés Manuel que
por ser tan repetitiva y burda, muestra los objetivos que son descalificar al
que va a la cabeza en las preferencias del voto para 2018.
Incluso desde el extranjero se insiste en comparar a López Obrador
con Nicolás Maduro, en un esfuerzo, sin lógica, por hacerlo parecer similar,
casi iguales.
Los medios en México meten con calzador las preguntas como la que
hicieron al opositor venezolano, José Ignacio Guédez, quien considera que de
ganar el tabasqueño la situación en México se tornaría igual a la de Venezuela
en este momento, cuando todos sabemos que son revueltas financiadas por Estados
Unidos, como lo hicieron en Chile con Salvador Allende y con Dilma Rousseff en
Brasil.
Pero cualquier argumento en contra de López Obrador y Morena es
bueno a la hora de intentar desprestigiar.
Uno de los absurdos mayores fue la declaración del candidato del
PRI a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo, que sin dar
mayores argumentos aseguró que “según los expertos” de ganar Delfina Gómez en
la entidad, la devaluación crecería, como si se pudiera devaluar más de lo que
está el peso mexicano; pero no sólo eso sino que también advirtió que el
desempleo aumentaría. Es decir, en diferentes estados de la República Mexicana
donde la oposición ha ganado, no ha sucedido nada similar.
Desde la primera entidad federativa que perdió el PRI, que fue
Baja California, en noviembre de 1989, no hubo ni devaluación ni desempleo
mayor, a pesar de tener frontera con Estados Unidos.
Pero todo se vale en la guerra contra Delfina, Morena y López
Obrador, hasta los absurdos.
Desde hace varios sexenios, se sabe que el Presidente de la
República difícilmente gana la mayoría legislativa, por lo que no es ninguna
novedad que sea quien fuere el triunfador en las urnas de 2018, no contará con
una mayoría real en las cámaras; sin embargo, desde el extranjero surgen voces
que quieren colocar esta condición como un grave problema si ganara López
obrador.
La directora del Grupo de Soberanos de América Latina de Fitch,
Shelly Shetty, estimó contundente y sin ruborizarse que un eventual triunfo del
dirigente de Morena, generaría incertidumbre y volatilidad, y explica sus
razones al comentar que Morena no obtendría la mayoría en el Congreso, lo que
dificultará saber qué políticas habrá.
No sería la primera vez que un presidente en México o en el mundo,
tiene una mayoría opositora en el Congreso y no por eso el país se va a la
quiebra. A la quiebra está México ahora, de ahí que requiera de un cambio a
fondo.
Pero el que no deja de culpar hasta por el mal clima a López
Obrador es el remedo de líder que tiene ahora el PRI nacional, Enrique Ochoa
Reza, quien recurriendo al pasado revive los casos de Bejarano, de Gustavo
Ponce, de Carlos Imaz y ahora de Eva Cadena.
Si la cantidad de dinero midiera la dimensión del tamaño del
delito, ya se hubieran mostrado sus consecuencias como sucedió en Veracruz,
donde el quebranto ocasionado por el priista Javier Duarte mantiene paralizada
la economía de la entidad.
Pero el líder del PRI se conformó con arrebatarle los derechos
partidistas como única sanción.
Así, recurriendo al recuerdo se vuelven a enviar por las redes
sociales la foto del hijo de Andrés Manuel retratado en un automóvil
Lamborghini, cuando se aclaró hasta la saciedad que era una simple foto. Si
alguien se retrata junto al Palacio de Bellas Artes, no forzosamente se trata
del propietario de dicho palacio.
Y así siguen retomando viejos rumores, antiguos chistes, chismes
sin fundamento, especulaciones interminables, deducciones sin lógica, todo
contra López Obrador quien pareciera fortalecerse ante las críticas y
robustecerse, incluso en los medios, ante tanto cuestionamiento.
Una de las armas más reiteradas dirigidas a Delfina, Morena y
López Obrador, son las encuestas, pero independientemente de que las encuestas
se equivoquen, ahora tienen significados diferentes y reacciones muy distintas.
Si anteriormente la gente se iba con el ganador, ahora quieren hacer triunfar
al que va en segundo o tercer lugar, porque sabe que las encuestas son
parciales y obedecen a los intereses de quienes las pagan.
Son varios los titiriteros que mueven la guerra sucia contra López
Obrador, pero son muchos los intereses que están de por medio si llega a la
Presidencia de la república: los privilegios de unos pocos que no pagan
impuestos, que contaminan impunemente, que delinquen sin castigo, que roban sin
límite, que venden caro y compran barato, que explotan a los trabajadores, etc.
Esos son los privilegiados que temen ser despojados de canonjías ilícitas que
los hace sentir superiores aunque en realidad lo que hacen es violar la ley: es
decir, son delincuentes de muy alto nivel económico y político.
Dudas y comentarios, escríbenos a:
Twitter @politicosad
También
puedes leer esta columna en las páginas 5 y 6 de la Edición 28 de la revista Políticos al
desnudo
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