Peligros Y Segregación Contra Periodistas
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Los periodistas en México se han vuelto vulnerables. Pero no
todos. Las víctimas de amenazas, de tortura, de secuestro, de homicidio, suelen
ser trabajadores de medios que no son los hegemónicos. Estos han demostrado
hasta el cansancio ser partícipes de la idea de que nada cambie.
Los responsables de estas agresiones pertenecen al grupo de los
que no quieren perder sus privilegios, quienes se encontraban muy a gusto con
las cosas como estaban. Sin denuncias, pero con mucha impunidad.
Los comunicadores amenazados de muerte, o desgraciadamente
muertos, forman parte de medios digitales, por lo regular del interior del
país, como si la elaboración de noticias se resistiera a que haya competencia
de menor calado, pero con mayor efectividad, cobertura y penetración.
Esta característica obliga a empezar a ubicar a los victimarios.
Sobre todo, que los mexicanos puedan advertir sobre sus intenciones y los
objetivos que intentan avanzar si son exterminados quienes denuncian los
excesos de los que se consideran vulnerables ante la verdad.
En esos grupos pueden encontrarse a algunos cómplices de las
anteriores autoridades en todos sus niveles. Pero también los practicantes de
viejos vicios como los talamontes, los depredadores, los traficantes de
especies animales, de órganos, de drogas, de armas etc.
Aunque en realidad la mejor pista siempre la representa el
historial de las notas publicadas de las víctimas. La protección de los
periodistas es una asignatura pendiente en esta administración. Una de las
principales causas es el hecho de que en las instancias donde debe protegerse a
los periodistas hay personas del sexenio anterior.
Así, el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de
Derechos Humanos y Periodistas pocos resultados puede arrojar, y no porque
ellos sean culpables, sino que están acostumbrados a realizar, día tras día,
una inercia burocrática destinada a no resolver nada. Esta forma de trabajo,
propia de los regímenes anteriores descalifica, por sí misma, toda intención de
protección a los periodistas. Todo el país conoce la manera que tenían de pasar
las horas los burócratas responsables de resolver los graves problemas de
México.
Ahora, el pasado ha abierto un nuevo frente de guerra que consiste
en la demanda por daño moral. Aberración surgida de quienes en algún momento se
sintieron aludidos por las denuncias o las sospechas de culpabilidad.
El exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, amigo de la maestra
Elba Esther y permanentemente bajo sospecha de algunos desaciertos, se ofendió
porque el catedrático Sergio Aguayo dijo que alrededor del priista había cierto
olor a corrupción. Acudió a un juez a modo, como los muchos que prohijó el
viejo sistema priista, y este lo condenó a pagar 10 millones de pesos por
considerarlo culpable. Para el juez no hay más culpable que el editorialista,
que, si bien no es de profesión periodista, realiza análisis políticos en un
diario de cobertura nacional.
Ante esta situación los periodistas de la Ciudad de México se
manifestaron frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para exigir
que se deseche la sentencia.
Los manifestantes reunieron firmas y entregaron un documento
dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, y al titular de la Corte,
Arturo Zaldívar, en el cual piden que cese lo que consideraron el hostigamiento
judicial contra Aguayo.
“Nos hemos reunido para protestar por la injusta, desproporcionada
y muy probablemente corrupta sentencia contra el compañero Sergio Aguayo (…)
Esto nos afecta a todos los que ejercemos la libertad de expresión, a la
sociedad mexicana porque se le priva de la verdad y la realidad que mostramos
con nuestro trabajo”, expuso Humberto Musacchio.
Más allá de las injusticias y las corruptelas, la situación de los
periodistas nos habla de una clasificación criminal de los comunicadores por
parte de sus acusadores, porque los periodistas del interior del país, los
defensores de la naturaleza, los que cuidan la tierra pueden ser asesinados; en
cambio, los de las ciudades, deben ser demandados y sancionados con multas no
sólo injustas sino impagables e insultantes. No se muestra un acto de justicia,
sino un acto de venganza. Recordemos que el exgobernador de Coahuila pagaba de
renta en un departamento de Madrid, España, más de 50 mil pesos al mes. Fue
capturado en esa ciudad a principios de 2016, y liberado por otro juez de
dudosa honestidad.
A pesar de eso demandó y ganó. El analista escribió su columna y
perdió. La acusación era un supuesto y no una acusación contundente; sin
embargo, dicha expresión fue tomada por el juez casi como una amenaza o un
delito.
La amenaza a los periodistas proviene de ciertas personas del pasado
por ciertos intereses, con muy definidas características y con una
clasificación que muestra no sólo discriminación sino un gran desprecio
por la gente de provincia, por los medios de información que no son
hegemónicos, por la verdad.
Es en esta diferencia, en esta gran desventaja creada por
tradición en la política nacional, en la que se coloca la vulnerabilidad de los
periodistas mexicanos. Esto es lo más grave y peligroso. La segregación de los
periodistas y, por lo tanto, de los mexicanos. Una marginación que no es nueva
ni debe sorprendernos, aunque no deje de indignarnos. PEGA Y CORRE. – La ya
habitual intención separatista de los panistas tuvo su más reciente expresión
en las palabras del gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, quien
fue de los que se negaron desde un principio a aceptar el nuevo sistema de
salud pública para su entidad. Pero no sólo eso, trató de crear todo un
movimiento en contra del Instituto de Salud Para el Bienestar, y ahora
considera que estar fuera de ese proyecto federal le hará tener el mejor
sistema de salud del país. A grado tal que se atrevió a decir “Pacientes que no
sean de Aguascalientes a la chingada, yo no puedo atender a otros estados
porque eso me lleva un costo aproximadamente del 25 por ciento”. Es decir,
Aguascalientes es otro país para el monarca de esa entidad… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
angelalvarop@hotmail.com
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