Partidos caros,
democracia pobre
ALMA GRANDE
Por: Ángel Álvaro Peña
En México sobran partidos políticos, faltan ideas políticas. Los
partidos que no son competitivos deben desaparecer, de tal suerte que el país
se quedaría con tres o cuatro, cuando mucho y el ahorro de dinero que se
destina a las organizaciones satélites podría destinarse a fines más dignos.
El objetivo de todo partido debe ser alcanzar el poder; sin
embargo, en nuestro país hay partidos que ni siquiera se acercan al porcentaje
para conservar su registro, pero sobreviven gracias al amparo de los votos de
los partidos grandes.
El gran negocio de los partidos satélites es proveer de votos al
mejor postor en decisiones reñidas, en debates parejos, en votaciones parejas.
Ahí es donde los legisladores de esos partidos encuentran su beneficio.
La realidad es que el sistema de partidos debe consolidarse por un
lado y, por el otro, depurarse.
Ante esta realidad el INE debe legislar, depurar, colocar un tamiz
más estricto a los partidos. El 3 por ciento del total de los votos emitidos no
ayuda a ningún partido a llegar al poder; sin embargo, hay organizaciones que
pelean un voto para alcanzar ese porcentaje y seguir viviendo del erario.
La demostración más clara de que debe transformarse este proceso
en el sistema de partido es el hecho de que Morena fue el partido político que
gastó menos dinero y el que obtuvo más votos.
El dispendio de las elecciones en México debe tener un límite y
hay quienes siguen viendo en la creación de partidos un verdadero negocio, así
como vive con lujos la familia que posee el Partido Verde, gracias a la
ingenuidad de sus simpatizantes, hay proyectos para crear otros partidos
similares.
Este es el propósito de la ex primera dama, Margarita Zavala,
quien considera desde una visión muy particular, que ella puede encabezar un
nuevo partido político. Su fundamento radica en las muestras de simpatías que
recogió durante su breve campaña como candidata independiente.
Es evidente que Zavala se salió de la contienda porque no quería
estar consciente de que la intención del voto a su favor no rebasaba el 5 por
ciento. Quería evitar hacer público su fracaso como candidata a la Presidencia
de la República.
Ante esta situación el partido de Margarita Zavala está destinado
a ser un partido pequeño que no alcanzará el poder, vivirá del presupuesto como
una organización apéndice de otras, incluso del propio PAN, donde todavía
milita su marido Felipe Calderón y su prima Mariana Gómez del Campo.
La claridad política de Margarita no existe. Y no estamos hablando
de fundamentos ideológicos, ahí hay más miseria todavía. Hablamos de la
claridad con la que Margarita reunió las firmas necesarias para alcanzar la
candidatura independiente, que no fue fácil, pero sobre todo, el proceso de
recolección tiene aún muchas dudas.
Además de estas dudas sobre la posible complicidad de panistas
integrados a su equipo de recolección, y que se sabe que no a todos les pagó lo
prometido y otros ni siquiera vieron un peso por su esfuerzo, hay otras sobre
la limpieza de Margarita como candidata independiente.
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación ordenó a Margarita Zavala, informar al INE los nombres de quienes
hicieron aportaciones privadas en los llamados “conversatorios” y el monto de
las mismas.
Hay dudas sobre la honestidad de los aportantes, quienes no pueden
ocultar sus nombres. Hay sospechas sobe las cantidades y el origen de las
mismas.
Por si fueran pocos estos antecedentes, la esperanza de
proselitismo de Margarita tiene dos vertientes de dudosa solidez, en primer
lugar le apuesta a una ruptura profunda y contundente en el PAN. Sabe que quien
llegue a dirigir ese partido no tendrá el apoyo de todos los militantes.
En segundo lugar, considera que quienes la apoyaron en
su campaña, que no son muchos, podrán seguirla hasta la concreción del partido
político que quiere construir, para lo cual convoca a representantes de las 32
entidades federativas el próximo domingo.
La visión de Margarita Zavala es muy simplista y se antoja
fantasiosa, pero los fines de un partido como el que seguramente ya diseñaron
ella y su esposo, no tienen como fin la obtención del poder sino la garantía
del fuero. La impunidad.
El problema de ese caro capricho de Margarita Zavala radica en que
los gastos del partido que intenta construir los pagan los mexicanos con sus
impuestos. Es decir, Margarita Zavala quiere que su propio partido político sea
subsidiado por los mexicanos.
Es como adquirir un choche para que los mexicanos paguen la
gasolina y las reparaciones. Nadie en su sano juicio haría esto, pero hay un
INE que todo lo perdona en nombre de una democracia que apenas empieza a surgir
entre la población.
Margarita Zavala quiere seguir viviendo de los mexicanos, el gran
pretexto es un partido político que carece de definición política, porque las
ideas políticas y sociales simplemente no se le dan a la ex primera dama. En
vano su labor como legisladora y militante del PAN.
Recordemos que durante el único debate al que asistió le sobraba
tiempo del asignado, mientras que a sus contrincantes, les faltaba. Si en los
debates, como la única y primera mujer candidata independiente en la historia
de México no sabía qué decir, poco podemos esperar de las propuestas de un
partido político creado por ella.
Margarita Zavala no es la única política que quiere crear su
propio partido, hay otros que al ver que su partido está en la lona, luego de
la gran derrota electoral, consideran que pueden resurgir, en lo personal, de
las cenizas de sus organizaciones.
No puede permitirse que haya más partidos políticos sin que en
realidad muestren posibilidades de alcanzar el poder. De otra manera sólo
estarían empobreciendo al país a costa de los lujos de la cúpula de las nuevas
organizaciones. PEGA
Y CORRE.- El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes
Linares, habla mucho de justicia y ahora hasta el ex gobernador Duarte se le
escapa. Yunes debe poner sus barbas a remojar, no está libre de culpa. Y aunque
la PGR se haya arrepentido de liberar a Duarte en los próximos días, bien
podría llevar su proceso en libertad antes de que termine el actual sexenio.
Yunes Linares debe recordar que los carniceros de hoy serán las reses de
mañana. Abusado… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
Facebook: PoliticosAD
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