Juan Ramón Gánem: el
Señor de las Obras “Patito”
Por: ÁNGEL ÁLVARO PEÑA
Tuxpan, Ver.- Juan Ramón Gánem es Ingeniero de profesión, pero
todo lo que construye se hunde, se rompe o se viene abajo. Como alcalde terminó
en prisión y como empresario ha sido un verdadero fracaso, siempre caminando en
el filo de la ilegalidad, la corrupción, el abuso y el engaño.
Apenas días atrás reapareció en su carácter de empresario,
anunciando la construcción de unos miradores turísticos sobre unos tubos que
hincó cuando fue presidente municipal y que hoy, están corroídos. La obra fue puesta
en marcha, pero tan pronto coloque un ladrillo será clausurada, porque no
cuenta con los permisos para construir en zona federal.
Antes de empezar Juan Ramón tenía que haber presentado a la
CONAGUA, de acuerdo con el Artículo 113 de la Ley de Aguas Nacionales, la
Manifestación de Impacto Ambiental, ya que su proyecto afecta el régimen
hidráulico o hidrológico del río Tuxpan.
Según el ayuntamiento, al empresario aún le faltan algunos
permisos.
Esto no sorprende, porque Juanra
está acostumbrado a hacer las cosas al ¡Ahí se va!, sin cumplir la ley y de la
manera más barata. Así ha sido siempre y todo le sale mal, desafortunadamente
los ciudadanos o gente inocente ha pagado por sus errores.
No habrá que olvidar que, en octubre de 2004, el barco atunero “Pampano
IV”, propiedad de Juan Ramón Gánem se hundió a 20 millas de Tuxpan y un
tripulante murió. El barco no estaba en condiciones de navegar, estaba todo
parchado, hacía agua por todos lados y sus equipos fallaban. Desde el momento
que zarparon estaban condenados a la tragedia.
Pero el mayor ejemplo de que Juan Ramón es un Ingeniero Patito se
puede ver en su propia gasolinera (“El Oasis”), ubicada en el libramiento López
Mateos, la cual está llena de fracturas y hundimientos. Hasta parece que
ahí fue el epicentro de un terremoto. Al flamante ingeniero se le olvidó
compactar correctamente y construyó sobre terreno inestable.
Su fama siguió creciendo, y en el año 2009 el Movimiento Ciudadano
Tuxpeño hizo un reconocimiento a Juan Ramón Gánem, por haber construido el tendedero más grande del mundo,
esto, en son de burla, porque los tuxpeños decían que el barandal del nuevo
bulevar parecía tendedero de vecindad.
Uno de los que intentó meter a la cárcel a Juan Ramón, por sus
obras patito, fue el entonces diputado federal Miguel Martín López, quien
incluso solicitó una investigación a la Auditoría Superior de la Federación.
Tras una auditoría, la ASF confirmó lo que todos ya sabíamos: Juan Ramón había
desviado recursos federales.
Pero la suerte se le acabó a Juan Ramón y el 30 de agosto de 2011
fue detenido y enviado al CERESO, acusado de peculado, abuso de autoridad e
incumplimiento de un deber legal, bajo la causa penal 161/2011.
Lo liberaron días después, tras el pago de 7 millones de pesos
como reparación del daño. Pero no aprendió la lección, continuó con sus
negocios al “ahí se va” y metiéndose en problemas.
Ahora ha regresado con sus miradores turísticos y la ciudadanía ya
expresó su rechazo. Así que todo indica que el Ayuntamiento no le dará los
permisos para continuar.
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