COLUMNA

CON DERECHO A RÉPLICA

POR Francisco Vargas Perales
Septiembre 16 de 2016

“En Pleito de Comadres, Salen las Verdades…”

Ni duda cabe que los viejos del pueblo tenían razón, cuando nos espetaban un dicho; algo nos querían transmitir en sentido figurado. Recuerdo cuando en una ocasión en uno de los barcos de mi padre hice mal las cosas y al inspeccionarlas el veterano trabajador me dijo: pa, pendejo no se estudia y así empecé a aprender el lenguaje rústico de los viejos.

Cuando Alberto Silva (2010 – 2013), expresidente municipal,  estaba en funciones, en el pueblo y la región se hablaba de toda la obra que estaba haciendo, que era bastante, que superaba a la de cualquier munícipe de la zona norte del estado. Los mismos presidentes municipales de los vecinos municipios se asombraban de lo  que podía hacer el munícipe Tuxpeño Alberto Silva y el pueblo tuxpeño le festejaba que Beto Silva dirigiera su varita mágica hacia sus colonias y aparecieran como por arte de magia calles pavimentadas, banquetas, guarniciones, domos en escuelas o ejidos. En los primeros tres meses de gobierno, se hicieron tantas obras que no se pudieron haber hecho en Tuxpan por muchos años.

En una ocasión, en una ceremonia que se celebró en un  salón de eventos en este puerto en donde fueron invitados algunos presidentes municipales de la región, aproveché la oportunidad para entrevistar al entonces alcalde de Cerro Azul José Luis Terán Intriago ( 2010 – 2013), estaban a casi seis meses de haber iniciado las administraciones  municipales, mi pregunta fue: ¿“Señor presidente municipal de Cerro Azul, cuántas obras lleva construidas en estos 6 meses de su gobierno? Y me contestó tajante. “Cuatro obras”. Y le presumí; “Señor, Alberto Silva aquí en Tuxpan lleva construidas como 40”. El alcalde Terán Intriago subió a su camioneta y antes de cerrar la puerta un tanto molesto, me reprochó “Cerro Azul no tiene la misma capacidad de endeudamiento que Tuxpan”. Y le ordenó a su chofer, ¡vámonos!.

Deja el cargo como presidente municipal constitucional de Tuxpan Alberto Silva Ramos y toma posesión del mismo Raúl Ruíz Díaz, actual presidente municipal, dueño de un rostro muy serio, que a pesar de haber tomado posesión de tan importante cargo, no reía, pero no desperdiciaba los saludos y los abrazos.  Ya se hablaba en el pueblo de la fuerte deuda que había dejado Alberto Silva al nuevo presidente municipal Raúl Ruíz y que le iba a ser casi imposible pagar, lo había dejado sin dinero y con una cauda de cobradores, empresarios que le creyeron a Alberto Silva que les iba a pagar antes de que terminara su administración municipal y construyeron, invirtiendo su dinero, confiando en la capacidad de pago de Silva Ramos y ahora reclaman lo pactado.

Al mes de haber tomado posesión de presidente municipal de Tuxpan, cuando todavía traía puestas sus botas de vaquero sin  lustrar, con olor a estiércol de vaca , entrevisté a Raúl Ruíz Díaz y como queriéndolo hacer volver a la realidad le pregunte: ¿señor, se dice que Tuxpan  es un municipio sumamente endeudado y que no hay dinero para pagar?.  El hombre muy ufano por estrenar el cargo y de presidente municipal, que me contesta, “Tuxpan, si está endeudado, se habla de una deuda de más de 200 millones de pesos, pero no se distrajo dinero, está en obras, caminos, calles, banquetas, domos, la plaza cívica, el parque Reforma, el bulevar y tantas obras que están a la vista”.  Y todavía arremetí con otra pregunta: ¿qué no es mucho dinero lo que se debe, señor?, y el hombre muy serio, más serio que de costumbre me contestó: “sí, pero lo vamos a pagar”.

Todavía me sigo preguntando si los viejos de mi pueblo tenían razón al decir que “en pleitos de comadres, salen las verdades”.  Ya para terminar su tercer año de gobierno municipal y ya para fenecer su periodo como alcalde, Raúl Ruíz Díaz, quién muy ufano me dijo que la deuda que dejaba Alberto Silva se pagaría, ahora se lleva los titulares de los pocos periódicos que no se ha llevado la crisis que estamos resintiendo, denunciando que la deuda dejada por Alberto Silva rebasa los 600 millones de pesos y que la actual comuna que preside, tiene que pagar dos millones de pesos mensuales para aminorar esa deuda y que se deben hasta los camiones recolectores de basura – 9 millones de pesos – los que tanto presumió Silva Ramos al ponerlos en funcionamiento y tantas deudas que dejó el ahora famoso “Cisne”. Me sigo preguntando si tenían razón los viejos al decir  “en pleito de comadres, salen las verdades”. Yo digo y nada más.  Y  hasta la próxima D.M.
Para réplica y comentarios ponemos a su disposición el correo electrónico franciscovperales@hotmail.com



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