LOCAL



CON DERECHO A RÉPLICA

Por Francisco Vargas Perales

La Carretera a Tamiahua y las Mil y Una Noches

“Señor gobernador, ya tenemos
 el camino a Tamiahua, ahora
 queremos la carretera…” (1964).

Ni duda cabe que la Villa de Tamiahua a estas alturas del Siglo XXI sigue siendo un pueblo olvidado, la pesca en su inmensa laguna se está agotando, ya no da para comer, dicen los que viven en este lugar. La laguna de Tamiahua es uno de los cuerpos de agua más grandes de la república mexicana. Y ya no hay pescado en ella, el camarón está vedado, los pescadores deambulan durante el día por las calles de la Villa  y por las noches son visitantes de las cantinas del pueblo, “a ver quién invita un trago”. Tamiahua, la orgullosa Villa de pescadores, sus habitantes tienen que buscar otras alternativas para subsistir, los jóvenes ya la encontraron, emigran al norte de la república o a la ciudad de Atlanta, USA, en donde están viviendo cientos de tamiahuenses, viviendo su sueño americano, otros prefieren salir a estudiar alguna carrera que sea productiva y quedarse fuera de Tamiahua. En Tamiahua sólo se están quedando los ancianos y las mujeres.

La única alternativa que ven los tamiahuenses para reactivar la economía de esta Villa es el turismo, que algunos inversionistas vengan a invertir a esta paradisiaca Villa de pescadores, que alguien invierta en un hotel de tantas estrellas como el Isla Tajín de Tuxpan o un Crown Plaza. Pero esos son meros sueños guajiros, para Tamiahua no hay vías de comunicación, se comunica por dos carreteras y por agua, la carretera a la ciudad de Naranjos que comunica a la Villa con el norte de la república está en pésimas condiciones, parece camino de herradura, nadie en su sano juicio se atreve a transitarla y traer a la familia a comer a Tamiahua. La carretera que la comunica con el puerto de Tuxpan, sueño dorado de los tamiahuenses, se encuentra en pésimas condiciones, después de haberle invertido el gobierno de Fidel Herrera en su última etapa, más de 35 millones de pesos. La comunicación por agua vía la laguna de Tampamachoco – Tuxpan, el canal se encuentra azolvado, no navega ni una piragua. Tamiahua está predestinado al total abandono y como destino turístico al ostracismo.

En su etapa como candidato a gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa visitó esta Villa de pescadores, como usted lo estará pensando inteligente lector, llegó en flamante helicóptero, el mitin en la Plaza del Pescador, el regordete candidato ya ni se calentó la cabeza, prometió construir la carretera, ahora si viene la buena, dijo. Alguien le sugirió, “háznosla buena Javier”.  A lo que el rechoncho candidato replicó, “si, va a estar muy buena.  A tres años de distancia Javier Duarte  regresa a Tamiahua, ahora como gobernante. Regresó en helicóptero, obvio, los habitantes de Tamiahua le volvieron a solicitar la construcción de la carretera, el ahora mandatario, respondió en la misma tonada, “ya viene la buena” y hasta se atrevió a decir que se invertirán 40 millones en la construcción de la carretera, la pregunta es, ¿pero cuando?, para los pescadores  de la siempre bella Tamiahua esta respuesta viene resonando en su mente desde hace más de medio siglo,  esa tonada ya se la saben, suena a estribillo.

Don Fernando López Arias, fue gobernador del estado de 1962 a 1968. También visitó esta Villa como candidato, en palacio municipal está una fotografía de su llegada, recibiéndolo el pueblo con palmas, lleno de esperanzas, le pidieron lo mismo y les contestó lo mismo, les voy a construir la carretera y las vivas no se dejaron esperar. Don Fernando tenía fama de su recio carácter y de cumplidor, prometió la carretera para Tamiahua, la ancestral Tamiahua. Dos años después se escuchó el ruido de las máquinas y el ir y venir de hombres que decían estaban trabajando en la construcción de la carretera Tuxpan – Tamiahua (¡viva!), se abrió la brecha y podían transitar las camionetas. Los trabajos (?) se terminaron. Don Fernando en 1964 vino a Tuxpan a inaugurar la carretera. Y el hombre muy orgulloso y cumplidor en aquella memorable ocasión dijo: “Querían el camino a Tamiahua, pues ahí está”. No faltó el acucioso periodista que le publicó, “señor gobernador ya tenemos el camino a Tamiahua, ahora queremos la carretera”. De buenas intenciones está empedrado el camino al cielo y lo que escuches en campaña, en campaña se queda, decía mi abuelo. Y hasta la próxima D.M. para Réplicas y Comentarios pongo a su disposición el correo electrónico ypuntotux@hotmail.com y síganos en ypuntonoticias.com







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