Mancha: Dirigencia
Usurpada
Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
Las pugnas internas en el PAN veracruzano no parecen tener fin, ya
que el grupo político enquistado en la dirigencia estatal de ese organismo
partidista se aferra a la misma con uñas y dientes.
Este domingo, en sesión extraordinaria, el Comité Directivo
Estatal del PAN determinó que José de Jesús Mancha Alarcón regresara a ocupar
el cargo de presidente de ese partido junto con Carlos Valenzuela en la
Secretaría General, “hasta que tomen posesión de su puesto quienes hayan sido
electos o designados para sustituirlos”.
Esto a pesar de que el pasado 10 de abril, el Tribunal Electoral
de Veracruz resolvió anular la elección interna de dirigente estatal de Acción
Nacional -en la que uno de los contendientes y quien se alzó inicialmente con
el triunfo fue el propio Mancha Alarcón-, al considerar que existieron
irregularidades en más de 85 por ciento de los centros de votación instalados.
Esto con base en la impugnación en ese sentido presentada por el otro
aspirante, el ex alcalde y ex diputado local y federal por Tantoyuca, Joaquín
Guzmán Avilés.
El Tribunal resolvió también que Mancha Alarcón, quien solicitó
licencia como presidente estatal del PAN para buscar su reelección, no podía
continuar en el cargo, por lo que correspondería al diputado local Omar Miranda
ocupar la dirigencia panista de forma interina en lo que se celebraba una nueva
elección interna.
Pues a pesar de lo anterior, el PAN decidió desacatar la
resolución del Tribunal Electoral de Veracruz y reinstaló en la dirigencia a
Mancha Alarcón, bajo el argumento de que el órgano jurisdiccional local se
“extralimitó” en sus funciones.
No es casual que en el PAN hayan decidido irse al límite de la
legalidad. Lo que está en juego es el control del blanquiazul por parte del
grupo al que representa Mancha Alarcón: el del ex gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares, que necesita al partido para mantener con vida las aspiraciones de su
hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, de repetir como candidato a la gubernatura en
2024.
Aunado a ello, las consecuencias del desacato panista son nimias:
a lo sumo una multa, muy barato para los Yunes, que bien pueden verlo como una
inversión en su proyecto político personal.
Con todo, la dirigencia espuria de José Mancha podría ser echada
abajo por el Tribunal Electoral estatal si Joaquín Guzmán Avilés promueve una
inejecución de sentencia. En contraparte, la dirigencia pro-yunista busca que
el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revoque la
determinación del órgano jurisdiccional local, por lo cual se niega a convocar
a nuevas elecciones internas, en tanto la Sala Regional no emita un fallo.
Para intentar justificar su negativa a acatar el mandato de los
magistrados, Mancha acusó a Guzmán Avilés de haber “pactado” con el gobierno
estatal veracruzano, en manos de Morena, para descarrilar su dirigencia, la
cual –dijo- es “una oposición firme, una oposición frontal, crítica, que señala
lo que ha estado pasando aquí en Veracruz”.
Sin embargo, si por algo se ha hablado de Mancha Alarcón en los
últimos años no es por sus “firmes” posiciones políticas, sino por sus negocios
al amparo del anterior gobierno, que le permitieron la creación “fast track” de
empresas constructoras y de comunicación que recibieron sendos contratos en el
Congreso local y en la Fiscalía General del Estado, en un claro tráfico de
influencias.
Si a pesar de eso José Mancha es capaz de buscar seguir dirigiendo
al PAN, ¿por qué no habría de usurpar el cargo?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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