COLUMNA



Desde el Café

El desdén de AMLO por los menores asesinados

Bernardo Gutiérrez Parra 


Un día Susanita encontró a Mafalda sentada en la banca de un parque, pensativa. “¿En qué piensas amiga?”, preguntó la niña. “En los pobres; cada día se multiplican y me pregunto qué podemos hacer por ellos”, contestó Mafalda compungida. Tras meditar unos instantes Susanita sugirió: “¿Que tal si los escondemos?”

Al parecer eso es lo que pretende hacer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con los niños asesinados.

La Red de los Derechos por la Infancia en México (REDIM), dio a conocer que de cuatro años a la fecha han sido asesinados tres niños al día en promedio. De acuerdo con el director del organismo Juan Martín Pérez, de enero del 2015 a marzo de este año fueron ultimados en el país 4 mil 299 niños, niñas y adolescentes.

El documento contiene datos duros y específicos como por ejemplo, que Chihuahua es la entidad con mayor número de víctimas infantiles con 507 casos; que el 80 por ciento de esas víctimas son niños y el 20 por ciento niñas. Y que 8 de cada 10 perdieron la vida por disparo de arma de fuego.

Si el REDIM hubiera informado que esas muertes ocurrieron hasta el año anterior, el presidente habría dicho que eran producto de las aberraciones de los gobiernos neoliberales que nunca se preocuparon por la seguridad de la niñez. Pero al saber que 285 de esos asesinatos se consumaron en el primer trimestre de su administración, eso ya no le gustó y descalificó la cifra.

Aunque reconoció que no cuenta con números sobre esos crímenes, dijo que de ser así habría preocupación en su gobierno y se estaría trabajando en ello. “Esas cifras no son ciertas” afirmó.

Y ante respuesta tan contundente ¿qué se hace lector? ¿Cómo responder cuando el presidente niega lo evidente?

Las cifras ahí están, son reales. Cada uno de los 4 mil 299 ataques perpetrados contra los menores está debidamente documentado y no son producto de la fantasía. No imagino a los miembros del REDIM inventando cifras escalofriantes sólo para ganar un espacio en los medios.

¿Por qué no acepta Andrés Manuel que en este México violento donde matar es parte de lo cotidiano hay más de 4 mil niños asesinados y de ellos casi 300 fueron ultimados con él como presidente? ¿Por qué no quiere admitir lo obvio, lo palpable, lo que se puede ver y para desgracia de los familiares de esos menores, lo que se puede sentir?

México es uno de los países donde más se golpea, explota y donde más abandono sufren los infantes, pero pocos hacen caso a sus llamados de auxilio. Y por su descalificación tan tajante, uno de ellos es López Obrador.

Algún resabio debe tener contra los chamacos donde les quitó las estancias infantiles y no ha dado a conocer ningún programa contra el maltrato, la explotación y la muerte que sufren.

Yo pregunto, ¿cómo reaccionaría si uno de sus cercanos le hace ver que los números del REDIM son en efecto ciertos? ¿Lo acusará de conservador y lo expulsará de la 4T? ¿Ordenará la creación de una Guardia Nacional para proteger infantes? ¿Exigirá que se oculten en definitiva las cifras como la amiguita de Mafalda sugirió que se escondiera a los pobres?

Cualquiera de esas opciones será pésima para los más de 26 millones de niños y niñas que viven en este país y que le importan pura corneta al señor presidente de la República.

bernardogup@hotmail.com




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