Dos años, misión
cumplida
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
En
la democracia los espacios de los medios son los espacios de la gente. Con esa
premisa se escribe cada palabra que se asienta en esta publicación que refleja
el sentir de quienes la leen y quienes la elaboran.
Responsabilidad
mayor y compromiso asumido ante el trabajo diario de Políticos al Desnudo que
se preocupa por ofrecer veracidad en la notica para adquirir certeza entre los
medios.
Porque
en tiempo de los medios electrónicos la inmediatez se refleja como premisa
independiente del contexto social. La noticia suele tener un momento aislado en
el tiempo, sin causa y sin repercusión.
Nosotros
nos fortalecemos ante esta realidad al darle un contexto obligado al suceder
que plasmamos en la revista.
De
ahí, que la respuesta de nuestros lectores reconoce la vitalidad de nuestro
esfuerzo, que suele derivar en sacrificio, porque son tiempos donde la
información tiene muchas aristas y su difusión un sinnúmero de voceros que
termina por hacerse de un hecho, una abstracción.
La
participación de los lectores ha provocado al interior de nuestra publicación
una emotiva respuesta que radica en redoblar esfuerzos y aportar lo mejor del
profesionalismo de todos y cada uno de quienes realizamos este producto
editorial que se transforma de acuerdo con las necesidades informativas de
nuestros lectores.
Porque
sus comentarios son la base de nuestra autocrítica y sus necesidades de
información, motivo de nuestra evaluación cotidiana.
Los
columnistas de Políticos al Desnudo, son muestra de la diversidad de pensamiento
y de la pluralidad de interpretaciones de una realidad que a veces avergüenza y
otras enorgullece a los veracruzanos, los mexicanos y a quienes desde
diferentes latitudes protagonizan la historia contemporánea del mundo.
Porque
estamos de parte de las víctimas que diariamente sufren los excesos del poder,
un poder que muestra su propia decadencia a asumir prácticas del pasado como la
tortura, la desaparición, la cárcel a los disidentes. Es por ello que la
democracia exige regresar a sus orígenes.
Es
en esa democracia donde el papel de los medios se convierte en una
responsabilidad social y contiene esencialmente el compromiso de ser testigo de
la historia que escriben las víctimas y los victimarios de un mundo que no por
ser cada vez más injusto nos es ajeno.
Lo
lejano es próximo gracias a los medios, en esa condición nos sumamos a exhibir
una muestra de nuestra vida cotidiana como mexicanos.
Hablar
de medios en estos tiempos es construir puentes inmediatos de información,
donde la comunicación nos hace testigo, pero impide que la noticia sea adoptada
como espectáculo.
Porque
no hay realidad que en Políticos al Desnudo nos sea ajena. No hay distancia
para indignarse con el sufrimiento de los niños o de los ancianos.
La
gente que sufre en la noticia nos mueve a transformar ese mundo que no es
justo, pero debemos empezar por nuestro país, por nuestra casa, por nuestra
colonia y nuestra ciudad. Esa conexión entre nuestras diferentes esferas
sociales no sería posible sin los medios que nos informan sobre cómo se vive al
lado. Quien es el vecino, cómo nos ve y cuál es su actitud.
Tenemos
vecinos que nos afectan, otros que amenazan, otros que son amigables. No
podríamos saber de ellos sin la información.
Políticos
al Desnudo cumple dos años en medio de este vendaval de información, donde no
todo lo que se muestra en imágenes puede ser cierto.
Es necesario el testimonio
de quienes tienen frente a sí el hecho. Llámese reportero o ciudadano. Entre
ellos no debe haber competencia o rivalidad sino comunicación y entendimiento.
Es sobre estos pilares en los que asienta su política y su ética el trabajo
diario de nuestra publicación quincenal.
Hemos
pasado el tiempo del crecimiento, ahora nos preparamos para la era de la
consolidación de un medio que no ha sido fácil llevar adelante.
Tenemos
ahora un inesperado éxito que día tras día se convierte en aliento para que
nuestros profesionales de la comunicación adopten posturas más profundas en sus
análisis, fortalezcan la información que recaban y establezcan mayor compromiso
en la reflexión sobre un mundo que tiene cambios radicales todos los días.
Cualquier
medio que se digne de serlo, camina contracorriente en un mundo donde el poder
quiere tener los hilos de las noticias. Donde los gobiernos intentan
infructuosamente esconder sus excesos y los gobernantes ante la imposibilidad
de la discreción a la que estaban acostumbrados, se vuelven cínicos y no hay
peor noticia en los medios que un político cínico que amparado en el fuero viva
en el oscuro mundo de la impunidad.
Nuestro
trabajo consiste en estar al pendiente de la realidad que afecta a otros. Es
decir, de todas las acciones que algunos gobiernos autoritarios suelen adoptar
en beneficio de un pequeño grupo de personas o de intereses que no son los de
la mayoría.
En
estos dos años intensos, cada uno de quienes aquí laboramos hemos abierto los
ojos y alertado la conciencia sobre un destino al que no podemos ser ajenos. No
hay sufrimiento humano que nos sea indiferente.
No
somos países diferentes cuando debe rescatarse del sufrimiento a niños y
ancianos, y por eso denunciamos estas actitudes de barbarie que ocurren en
México y el mundo.
El
exceso de violencia no puede hacernos insensibles al dolor ajeno, ni la lejanía
de las guerras nos impiden escuchar los disparos y los gritos.
Es
en esa realidad donde nos hemos comprometido a trabajar día y noche, sin más
interés que el de informar y dar cuenta de la condición de un mundo que suplica
un cambio de actitud de todos.
En
dos años hemos cumplido con nuestro trabajo, y lo seguiremos haciendo con la
certeza de que nuestros lectores serán guía y destino de nuestra labor
periodística.
Nuestra
labor no es juzgar, hay en toda democracia instancias que administran y
procuran la justicia.
Nuestro
deber es fortalecer esa democracia a través de la denuncia y la crítica. Llevar
a la práctica la libertad de expresión debe ser por sí misma una expresión que
invita al equilibrio social.
Pero
hay medios que prefieren incitar al enfrentamiento entre iguales antes que
ceder algo del poderío que implica exceso y desequilibrio social.
En
dos años hemos aprendido de la gente, de los aciertos y de los errores. Hemos
sacrificado vida personal y gustos particulares por la responsabilidad de
informar con la credibilidad que merecen nuestros lectores.
Tengan
la seguridad de que este lapso servirá para sembrar y cosechar, para aprender y
llevar a la práctica la enseñanza, son tiempos de humildad con dignidad y en
esta conjunción llamamos a la sociedad a que sea parte de este proyecto en el
que su palabra será de gran interés general con la confianza de que siempre su
opinión será nuestro huésped distinguido.
Son
dos años que gracias a ustedes nos han fortalecido y nos impulsan a seguir
adelante mejorando y abriendo los ojos y los espacios a la gente que en nuestro
país tiene mucho que decir… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
Dudas
y comentarios, escríbenos a:
Twitter @politicosad
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