DESPUÉS DE GUTEMBERG +
Por José Martínez M. (*)
México, D. F., a 1 de noviembre de 2012
A propósito de los medios y la comunicación globalizada para entender el
presente y tratar de visualizar el futuro, tenemos que empezar por explicar el
pasado.
Se dice que los chinos fueron los primeros impresores de la humanidad,
utilizando para ello piezas móviles de arcilla, sellos de cerámica y
xilografías, pero la primera imprenta con tipos móviles la inventó el alemán
Juan Gutenberg.
Hace 563 años, en 1449, para ser exactos, se publicó el primer libro tipográfico
del mundo que lleva por título el «Misal de Constanza». Ese invento revolucionó
el mundo. Sin ese paso no se entendería hoy el mundo de la comunicación
globalizada.
El invento de la imprenta revolucionó nuestras vidas. Revolucionó la historia,
la cultura, la información.
Tras la impresión del Misal de Constanza se imprimieron más de 6.000 obras
diferentes, entre ellas la Biblia. El número de imprentas aumentó rápidamente
durante esos años. En Italia, por ejemplo, la primera imprenta se fundó en
Venecia en 1469, y hacia 1500 la ciudad contaba ya con 417 imprentas.
Entre los primeros impresos sobresalían libros religiosos (biblias, salterios y
misales), desde luego también numerosos libros profanos y obras científicas de
los eruditos renacentistas.
Durante siglos, los dibujantes trabajaban en libros ilustrados a mano; a partir
de la imprenta, los artistas grababan sus creaciones en madera o metal, lo cual
permitía a los impresores renacentistas reproducir en sus imprentas tanto
imágenes como textos. La amplia reproducción de sus trabajos influyó de manera
notable el desarrollo del arte renacentista.
Claro todo ello gracias a Gutenberg que era un obrero que aprendió el oficio de
herrero, su padre era un pequeño comerciante y su madre era la hija de un
tendero. Para su desgracia tuvo varios socios, entre ellos un banquero judío
que le otorgó un préstamo para publicar el «Misal de Constanza», para variar no
tuvo dinero para pagar sus deudas y Gutenberg se vio en la penuria, gracias a
ello tuvo que difundir el secreto de montar imprentas para poder subsistir y
terminó en la ruina muriendo en un estado de deplorable pobreza.
Pero dejemos a Gutenberg y vayamos a una figura clave de nuestra lengua: Miguel
de Cervantes Saavedra quien 156 años después de la publicación «Misal de
Constanza», en 1605 publica la primera parte de la que será su principal obra:
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha marcando el comienzo del realismo
como estética literaria y dando paso al género literario de la novela moderna y
una de las mejores obras de la literatura universal.
Cervantes es una de las figuras claves de nuestra lengua y nuestra cultura. No
debe faltar en nuestra historia un personaje mítico, Cristóbal Colón. Pues
entre la creación de la imprenta y la magna obra de Cervantes la expedición de
Colón, en representación de los Reyes Católicos de Aragón y Castilla, realizó
el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492, al llegar a una isla de
las Bahamas llamada Guanahaní, cuya exacta localización aún se discute.
Lo cierto es que el encuentro de dos mundos –con el pasaje abominable de la
conquista– también derivó en cosas buenas, como lo fue años más tarde con el
origen de la imprenta en México el 12 de junio de 1539, cuando fue firmado en
el protocolo del escribano Alonso de la Barrera, en Sevilla, España, el
contrato entre Juan Cronberger y Juan Pablos, alemán el primero e italiano el
segundo, avecindados en Sevilla, para el traslado e instalación de la primera
imprenta formal de tipos móviles en la Ciudad de México, en la otrora Nueva
España.
Este fue un paso fundamental en nuestra cultura. La cultura es transmitida por
la comunicación de una forma u otra. La cultura y la comunicación están tan
entrelazadas entre sí que podrían considerarse sinónimos. De ahí la importancia
del lenguaje y los modernos medios de comunicación. Esos son los legados de
Gutenberg y Cervantes.
Es así que entre la llegada de la primera imprenta a nuestro país y los
modernos medios de comunicación como el Internet y las redes sociales, como el
Twitter y el Face Book, entre otros, han transcurrido al día de hoy 473 años.
La información del futuro ya está aquí.
Aunque estas herramientas son de un uso popular y masivo, desde mi perspectiva
el Periodismo digital es una nueva herramienta que puede resultar un
instrumento útil para profesionales con formación y experiencia. Internet no es
bueno ni es malo, será lo que nosotros queramos que sea. Internet y las redes
sociales suponen una total transparencia de nuestras vidas y también de lo que
somos. Y nuestras huellas quedarán para siempre en el espacio digital.
¿Pero qué hacemos para comunicarnos los periodistas y los comunicadores?
¿Cuántas palabras usamos al hablar? En promedio, un comunicador o un egresado
de las ciencias sociales y humanidades utilizan entre 300 y 700 palabras de un
potencial de 280 mil palabras. En términos matemáticos usamos aproximadamente
menos de una décima del uno por ciento de las posibilidades de nuestro idioma.
Son 300 las palabras que en promedio usa una persona común y corriente,
mientras una persona que lee los periódicos, algunas novelas, revistas
especializadas o algunas páginas en internet, utilizan cerca de 500. Un
escritor, digamos una persona dedicada a la literatura que escribe y lee, lee y
escribe, usa un aproximado de 3,000 palabras. Cervantes usó menos de 10,000
palabras, es decir, cerca del 3% del idioma del cual es padre de nuestra
lengua.
Quizás todo esto es un dato ocioso, pues es imposible saber con exactitud la
cantidad de palabras y/o vocablos que existen y esto se debe a muchas razones:
la primera de ellas es que el español o castellano como también es aceptado
llamarle a nuestro idioma, no es una lengua pura, de hecho ninguna lengua
hablada actualmente es cien por ciento pura, ni siquiera los dialectos hablados
en los lugares más recónditos del planeta permanecen sin influencia de alguna
otra lengua.
La reflexión, a propósito de este encuentro es ¿Y la información del mañana y
la libertad de expresión?
Queda claro que no bastan las herramientas de las nuevas tecnologías, que para
informar es imprescindible saber comunicarnos. Ya lo he señalado aquí. Pero
veamos esos desafíos y retos para quienes nos dedicamos al periodismo.
Las nuevas tecnologías han generado un nuevo modelo informativo. Hoy la
industria de la información reflexiona sobre los retos que plantea internet
para llegar a sus lectores., a los telespectadores y oyentes que han saltado la
barrera que los separaba de los medios de comunicación. Muchos están al otro lado,
creando sus propios relatos, informaciones, reflexiones, escritas o
audiovisuales, en grupo o en solitario en Internet. El público está influyendo
con sus nuevos hábitos no sólo en quien crea contenidos sino la manera de
consumirlos.
Hace poco se llevó a cabo en Londres el primer congreso Forum for the Future,
donde las principales figuras de la industria de la comunicación convocados por
la Online Publishers Association debatieron con el difícil objetivo de aportar
luz sobre el futuro de los medios.
Desde luego que los medios de comunicación se enfrentan ante el reto que les
planeta un nuevo paradigma informativo propiciado por las nuevas tecnologías lo
cual tiene muchas implicaciones, organizativas, productivas y de modelo de
negocio.
Sobre el futuro del periodismo ante los cambios que imponen las nuevas
tecnologías surgen las más variadas preguntas ¿Qué papel desempeñan los medios
tradicionales? ¿Cómo se va a organizar y financiar su trabajo? ¿Cuál será su
peso en la opinión pública?
El primer reto es saber conectar con los lectores.
De ahí que muchos editores se preguntan, con razón, cuál es el modelo de
negocio en la Red, habida cuenta del profundo deterioro de los medios
tradicionales, especialmente en lo que se refiere a la inversión publicitaria.
Convendría que antes de responderse prestaran atención a la demanda, a veces
angustiada, que muchos periodistas se hacen, al margen de la preocupación por
el mantenimiento de sus puestos de trabajo: ¿cuál es el futuro del periodismo?
Si somos capaces de contestarnos, el modelo de negocio quedará resuelto.
Las innovaciones científicas y tecnológicas, aunque afecten profundamente a la
naturaleza de los procesos productivos, no nos encierran en un universo fatal e
irremediable. Antes bien ofrecen una inmensa y nueva oportunidad. Todos somos
fruto de nuestros propios deseos y decisiones, y el futuro del periodismo será
al fin y al cabo el que los periodistas mismos queramos labrarnos, como ha
planteado sabiamente José Luis Cebrián, presidente del periódico El País, en un
encuentro de periodistas y editores en España.
+ Conferencia dictada en la Universidad La Salle, Cancún, Quintana Roo
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*José Martínez M., es periodista y escritor. Es Consejero de la Fundación
para la Libertad de Expresión (Fundalex). Es autor del libro Carlos Slim,
Los secretos del hombre más rico del mundo, y otros títulos, como Las
enseñanzas del profesor. Indagación de Carlos Hank González. Lecciones de
Poder, impunidad y Corrupción y La Maestra, vida y hechos del Elba
Esther Gordillo.
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