Amupac la ciudad
extraterrestre frente a Miramar
Fecha:
Sábado 9 de septiembre de 2017
En
las últimas cinco décadas se ha hablado, alimentado y divulgado la leyenda
urbana de una base extraterrestre frente a las escolleras de Playa Miramar,
pero hay quienes aseguran han estado en ese sitio, que es una ciudad y se llama
“Amupac”.
Uno
de estos supuestos visitantes a este espacio bajo el Golfo de México es Juan
Carlos Ramón López Díaz, presidente de la Asociación de Investigación
Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT), quien narró su versión a El Sol de
Tampico.
Reconoce que hablar del tema ovni y sus experiencias con estos seres le ha
generado críticas y burlas en un sinfín de ocasiones, “estoy preparado para que
me cuestionen y me ataquen, yo respeto su verdad y yo doy la mía, lo que a mí
me consta.
45 AÑOS OBSERVANDO EL CIELO
Es
originario de San Luis Potosí, hijo de doña María Isabel Díaz y don Genaro
López Rangel, este último seguidor de la fraternidad “Rosacruz” y masón,
aprendiendo de él a creer en cosas que los demás no creían, a ser diferente, a
investigar y llegar a su propia verdad, “mis padres sólo me decía no todo lo
que lees es cierto”.
A
corta edad llegó a Ciudad Madero y aproximadamente a los ocho años recuerda que
subía al techo de la casa, ubicada en lo que hoy es la avenida Madero, en la
colonia Árbol Grande, para observar el cielo.
Esos
fueron sus primeros avistamientos, hoy con 53 años de edad está seguro de lo
que habla, ya que afirma se basa en un método científico y no en suposiciones o
dichos.
Es
decorador y psicoterapeuta, además de contar con una carrera técnica en
circuitos eléctricos, practica la meditación y el uso de ambos hemisferios
cerebrales.
En
febrero de 2015 decidió fundar con un grupo de profesionistas la AICOT, que hoy
tiene más de 30 miembros que se reúnen regularmente para intercambio de
información sobre el fenómeno ovni, además de contar con apoyo de la Mutual UFO
Network (MUFON), la organización estadounidense más antigua que investiga casos
de avistamientos.
“La
Asociación está conformada por profesionistas, además que los reportes que
recibimos se toman con seriedad hasta que se hace un perfil mental, ya que hay
personas con problemas psicológicos que aseguran haber tenido contactos con
extraterrestres”, comenta.
SU VIAJE A “AMUPAC”
“Amupac”,
dice López Díaz, fue nombrada por primera ocasión por el ingeniero Alberto
Zecua, un ingeniero electrónico que refirió ese sitio de seres provenientes de
Marte.
La
pregunta era obligada, ¿ha viajado usted a esta ciudad? Y sin titubear el
hombre residente en la colonia Jardín 20 de Noviembre de Ciudad Madero aseguró:
“Sí”.
No
es un viaje físico, sino astral, para el que es necesario prepararse
emocionalmente, mediante un proceso de desintoxicación del cuerpo y no consumir
carne.
Al
lograr el contacto, que en ocasiones es sólo con llamarlos, “nos metemos a la
esfera -de luz- sobrevolamos la ciudad, nos vamos a la playa”.
Avanzan
unos kilómetros mar adentro, justo entre los límites de los estados de
Tamaulipas y Veracruz, “se meten al mar y llegan a unas compuertas que se
abren, después una rampa y entramos a su ciudad”
Los visitantes, que asegura han sido pocos y casi nadie se ha atrevido a hablar
del tema, ven una ciudad de luz “básicamente de cristal y metal, yo la comparo
con zonas como Estocolmo, pero sin árboles, hay luz pero no se ve un sol”.
La
organización social que describe el presidente de AICOT es en su mayoría de
científicos, ingenieros y doctores “no sé si haya obreros, o tengan nombres, la
mayoría son altos y blancos, andan por las calles, son fríos, sin tener
contacto con nadie”.
El
acceso -menciona- es obligado con una guardia de tres seres, manteniéndose en
ese contacto que realizó hace algunos años por un tiempo terrenal de
aproximadamente un minuto.
Los
seres que describe el entrevistado asegura son buenos o llamados de luz,
quienes llegaron a instalarse frente a la costa atraídos por conocer a los
humanos y sus sentimientos, así como por el oro monoatómico -polvo blanco
derivado del oro y platino, relacionado con misticismo y poderes
extraterrenales- que precisa el entrevistado abunda en la zona.
“Ellos
querían saber cómo es que nosotros sentimos, ya que para ellos eso no existe”,
menciona el hombre, quien puntualiza “no se trata que nadie me crea, solo que
me gusta contar lo que he vivido”.
OTRAS BASES
En
Miramar se ubica -según el entrevistado- esa gran ciudad, aunque precisó que
hay otros sitios considerados como bases localizados en el Cerro del Bernal, en
Tamaulipas, y en Cebadilla, municipio de Ozuluama, en Veracruz.
“En
el Cerro del Bernal hay otra pequeña ciudad, es más se considera que en cada
pirámide que se tiene en México es un sitio donde están”, dijo.
En
el caso de Cebadilla, cada 20 de noviembre realizan la Ceremonia del Fuego
Nuevo, “se da la alineación de las Pléyades -cúmulo estelar de la constelación
de Tauro- siendo la fecha en que todas las culturas ancestrales, desde la
azteca, chichimecas, mayas, olmecas o huastecos, se reunían para solucionar
problemas y rendir ofrendas, recordándoles de dónde venían”, menciona.
Esta
misma ceremonia -apuntó- se da también en el Cerro de la Estrella, en el Estado
de México, y en Zacatecas, “es un contacto masivo con ofrendas a la madre
tierra como lo hacían nuestros antepasados y que se arrebató con la Conquista,
el invento de Quetzalcóatl, que es un ideal de una autotransformación de
serpiente a águila, de arrastrarte a volar”, agrega.
LOS EXTRATERRESTRES VS. LOS HURACANES
El
presidente de la Asociación precisó que sí puede existir una relación de la
ubicación de la ciudad extraterrestre con que los ciclones o huracanes no
lleguen a la zona, pero sostuvo que es más fuerte el poder de la mente de los
pobladores de esta región que así lo creen.
“La
mente colectiva está cargada con ese concepto, entonces se genera un gran campo
de fuerza que puede generar este fenómeno de repulsión”, explica el
entrevistado, quien añade: “pero no hay que dejar ese tema ni a Dios ni a los
extraterrestres, hay que ser responsables de nosotros mismos y aplicar las
medidas de precaución, cultura y prevención”.
Aunado
a eso “varios ingenieros han coincidido sobre que fueron instruidos para
enterrar barras de aleación de metales que ellos pagaron, de un diámetro y
extensión determinada, que fueron enterradas entre las escolleras y el límite
con Altamira, lo que ahí está y genera una fuerza repelente”.
Además
estudiosos del tema consideran que la región tiene un gran vórtice de energía
al contar con la presencia de varias pirámides “hay en la zona de Tancol, en el
cerro de Andonegui, por la báscula y en la calle Río Verde de la colonia Obrera,
la de Las Flores, entre otras”.
Verdad
o mentira, leyenda o hecho científicamente probado, lo cierto es que la
historia de los extraterrestres en Playa Miramar ha trascendido fronteras, con
entrevistas a la AICOT por medios internacionales como la BBC de Londres e
History Chanel, con gran impacto en Europa.
El
pasado 11 de agosto la Organización Editorial Mexicana (OEM) publicó el
artículo “50 Años con Ovnis y sin Huracanes”, haciendo referencia a los
primeros avistamientos de Objetos Voladores No Identificados documentados en
este impreso, justamente en agosto del año 1967, y sólo un año antes, en
octubre de 1966, el huracán “Inés” impactó el sur de Tamaulipas, siendo el
último fenómeno que ha ingresado de manera frontal.
Es
sin duda un hecho en el que un amplio grupo de la sociedad tamaulipeca y
veracruzana cree, lo que se ha fortalecido con las grabaciones de esferas
luminosas que sobrevuelan con movimientos caprichosos esta región huasteca y
que cada vez es más común grabarlas.
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