Sin campañas, sin
pluris y sin partidos
27 de septiembre de
2017
ALMA GRANDE
Por Ángel
Álvaro Peña
Los partidos en México están desesperados por mostrar la
diferencia de otros y todo hace pensar que cada día son más similares.
Ante la fusión de tres partidos en el Frente Ciudadano la
necesidad de diferenciarse de otros es urgente en las cúpulas de los partidos
políticos.
Las cúpulas partidistas saben perfectamente que lo único que puede
diferenciarlos entre sí, son las ideas, las propuestas, los proyectos. Pero
casi ninguno tiene preparado nada. Pensaron que las campañas que se aproximan
serían igual que las demás. Se equivocaron.
Las consecuencias del sismo del 19 de septiembre cambiaron el
panorama de muchos partidos políticos y de algunos de sus posibles candidatos.
Luego del sismo del 7 de septiembre y durante los embates de los huracanes que
azotaron las costas de México, los líderes de los partidos políticos comenzaron
a pugnar por reducir los ingresos de sus organizaciones para destinarlos a la
reconstrucción de las casas afectadas y ofrecerles una vivienda digna a los
damnificados.
Primero hablaron de reducir 20 por ciento de las campañas; luego
de donar la mitad de las prerrogativas que tiene el PRI, durante un año;
después se dijo que la totalidad del presupuesto otorgado a ese partido iría a
resarcir los daños.
Posteriormente otros partidos políticos, que habían guardado
silencio al inicio de estas propuestas, imitaron la acción y donarán parte de sus
ingresos.
Más tarde se habló de eliminar a los legisladores plurinominales,
ya que eran producto de la falta de pluralidad y partidos de oposición en las
cámaras y ahora simplemente sobran.
Aquí hay dos factores que deben tomarse muy en cuenta, el primero
de ellos es que los partidos políticos en México, acostumbrados a pelearse la
paternidad de las propuestas populares, que son muy pocas últimamente, ahora
deben aprender a pugnar por las coincidencias.
No importa qué dirigente haya creado una idea o propuesto una
transformación a la vida política del país, lo cierto es que los militantes de
los diferentes partidos políticos han estado vigilantes a las peticiones, a
veces exigencias, de la población.
Así, desde su posición de ser intermediarios entre la población y
el poder, supieron interpretar las inquietudes de un clamor popular que surgió
con fuerza luego del sismo del 19 de septiembre del presente año. Escuchar a la
población es una obligación de legisladores y partidos políticos en una
democracia representativa. Esta vez lo hicieron, de tal suerte que suena con
fuerza la petición popular de que no haya campañas, de que no se gaste dinero
innecesariamente en una competencia que veces resulta predecible.
Lo importante para los partidos políticos en este momento es
concentrarse en las coincidencias. Aquí está la clave del progreso del país,
sobre todo cuando el factor que unifica criterio son las necesidades de los
hermanos mexicanos. Ya no es válido buscar la paternidad de las ideas que
crearán los equilibrios sociales, simplemente hay que pugnar porque existan,
porque se consoliden.
La otra vertiente de interpretación es que la sociedad debe estar
consciente de que no se trata de una donación de los partidos a la sociedad
sino una entrega de recursos a sus dueños originales.
Porque la propuesta es una añeja petición de los mexicanos. Las
campañas ya no les dicen nada ni a ellos ni a nadie. Nadie se las cree. Los
debates perecen una competencia de insultos.
Ahora, tanto partidos políticos como líderes y candidatos deberán
empezar a hacer propuestas a la población, que sean basadas en proyectos
serios, para que sea a través de estas ideas la única manera de que se note la
diferencia entre cada una de las diferentes organizaciones.
Las campañas políticas deberán ser no sólo austeras sino llenas de
contenido. Es decir, con propuestas y no con insultos y descalificaciones
contra los competidores. Los mexicanos hacen reaccionar a los partidos y sus
líderes para que retomen el camino de la campaña presencial, frente a la gente,
cara a cara con el elector y no a través de spots muy costosos para la
población o mensajes en las redes sociales que por su extrema cantidad se
diluyen y sólo sustituyen a la persona.
Ante esta panorámica se corre el riesgo de darle una notoria
ventaja a los candidatos independientes, quienes podrán tener las prerrogativas
que la ley, hasta ahora les concede, sin alterar su actual situación. De hecho,
no se sabe en este momento quiénes serán, a pesar de que ha habido algunos
espontáneos que se lanzan al ruedo con tanta irresponsabilidad como
improvisación.
Ante esta posibilidad algunos de los partidos políticos comienzan
a preparar a candidatos independientes para que representen sus intereses tanto
en las campañas como en las declaraciones de difusión en busca del voto.
El PRI en la Cámara de Diputados propuso, en días pasados,
eliminar a todos los legisladores federales y locales elegidos por la vía
plurinominal y suprimir el 100% del financiamiento público para los partidos
políticos en 2018.
Así, como dueño absoluto del balón de las ideas, convocó a los
otros ocho partidos para que renuncien a lo que falta por recibir de los
recursos económicos de este año.
Esto debe ser parte de un acuerdo nacional, no de la búsqueda de
diferencias o paternidades imposibles de encontrarle el ADN. PEGA Y CORRE. – El sismo
parece favorecer a uno de los cómplices cercanos del ex gobernador de Veracruz.
Desde el 14 de septiembre la Sección Instructora de la Cámara de Diputados
acordó sesionar en una semana sobre la solicitud de desafuero, presentada por
la Fiscalía General de Veracruz, que encabeza Jorge Winckler Ortiz, contra el
ex coordinador de Comunicación Social durante el gobierno de Javier Duarte,
Alberto Silva Ramos, a quien se le considera uno de los más cercanos
colaboradores y quien podría librar sus culpas si no se sesiona sobre su
caso… Esta columna
se publica los lunes, miércoles y viernes.
Dudas
y comentarios, escríbenos a:
Twitter @politicosad
No hay comentarios:
Publicar un comentario