CON DERECHO A RÉPLICA
Por Francisco Vargas Perales
Los Demonios Andan Sueltos…
Cuando
escuché aquella frase de los demonios
andan sueltos, que pronunció en una
entrevista en la ciudad de Xalapa el Licenciado Pericles Namorado Urrutia,
entonces Procurador de justicia del estado, en el gobierno estatal de Miguel
Alemán Velazco, me pregunté ¿y quién suelta los demonios?, ¿a quién le conviene
que los demonios anden sueltos?, porque en ningún momento al pueblo le conviene
la violencia, en ningún momento el pueblo quiere derramamiento de sangre, ya fue
suficiente con la sangre de los mexicanos que se derramó en la Revolución
Mexicana, que enlutó a México, que enlutó a más de dos millones de hogares,
pero desgraciadamente fue necesario para que el país se pudiera sacudir de los
tiranos Porfirio Díaz – mátenlos en caliente – y Victoriano Huerta el
usurpador.
En
Veracruz, desafortunadamente, estamos viviendo una vorágine que deja
sorprendido al pueblo jarocho. Tres gobiernos han pasado que han dejado huellas
de sangre. Recuerdo a una persona ajena
a Veracruz, que cuando se destapó a Fidel Herrera Beltrán como candidato a
gobernador del estado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el
entonces partido aplanadora, me dijo: “no saben ustedes los veracruzanos a
quién van a poner como gobernador del estado”, y todavía remachó, “me dices
dentro de seis años como termina el sexenio de Fidel Herrera, Veracruz será
otro”, no auguraba nada bueno el amigo ese. Se fue Fidel y todavía no termina
esta vorágine que nos dejó. Catorce años han pasado, tres periodos
gubernamentales – Fidel, Duarte y Miguel Ángel Yunes – y todavía los
veracruzanos estamos viviendo la resaca.
Al
igual que en el gobierno de Miguel Ángel Yunes, actualmente estamos viviendo
una etapa de revanchismo. Miguel Ángel
Yunes se caracterizó por gobernar con las vísceras, es cierto, tuvo sus
aciertos al meter a la cárcel al exgobernador Duarte y su pandilla de rateros,
pero se notaba su estado emocional cada vez “atoraba” a cada uno de estos
ladrones, otros pillos prefirieron huir a enfrentarse con la Ley y con el
carácter de Yunes Linares y otros decidieron convertirse en diputados federales
o locales para verse protegidos por el manto sagrado del fuero y seguir
disfrutando de lo robado.
Recuerdo
que en su sexenio el ex gobernador Don Agustín Acosta Lagunes (1980 – 1986),
llegó presidido por su primo Felipe “El
Indio” Lagunes Castillo y su banda de maleantes y asesinos que le llamaban la
Sonora Matancera que asolaba la parte sur del estado. Felipe Lagunes era la
piedra en el zapato de Don Agustín y de su secretario de gobierno Ignacio
Morales Lechuga, el hombre fuerte del sexenio. Don Agustín, a pesar de tener un
carácter “de vinagrillo”, según los manifestaban algunos que lo trataron de
cerca, no tuvo que hacer muchos aspavientos para pacificar el sur del
estado. Una mañana amaneció acribillado
a balazos el famoso gatillero Felipe “El Indio” Lagunes. Se dijo que los propios integrantes de su
banda dieron cuenta de él y en Veracruz todo siguió en calma, las noches
siguieron siendo tibias y calladas, como lo describiera el músico poeta Agustín
Lara.
Los
veracruzanos decía, hemos estado sufriendo catorce años de zozobra, Miguel
Ángel Yunes Linares llegó a la gubernatura del estado con la promesa de
pacificar a Veracruz y aprehender a los saqueadores del erario,
desafortunadamente, tal parece que Miguel Ángel perdió la brújula en su
desesperación porque el tiempo se le terminaba – si veinte años son nada, dos
años son un polvo – al segundo año de su gobierno empezó Miguel Ángel a
gobernar con las vísceras, se notaba que había caído en el revanchismo. Los veracruzanos en ese segundo año de
gobierno conocimos al verdadero Miguel
Ángel Yunes Linares, que nos auguraba un futuro nada promisorio al lograr poner
como candidato a su hijo para sucederlo. Todo estaba planeado para esto. Las agresiones verbales para el candidato de MORENA a la presidencia de la república no
fueron del agrado de los electores - ¡viejo guango! - Se olvidó Miguel Ángel
Yunes de gobernar con el cerebro, se notaba que sus palabras eran amenazas que
salían de las vísceras, ejemplos sobran.
Ahora
los jarochos nos encontramos con la noticia de que los excolaboradores de
Javier Duarte, saqueadores del erario, encubridores de asesinatos, y otras
linduras, están saliendo liberados, vemos en la fotografía a un Arturo Bermúdez
Zurita, exdirector de la Secretaria de
Seguridad (¿inseguridad?) Pública del estado,
sonriente porque sale de la cárcel de Pacho Viejo, atrás quedaron las
denuncias que hicieron que cayera en manos de la justicia, atrás quedaron las
lágrimas de las madres de los estudiantes de la UV que golpearon - se dijo que
fueron policías de Bermudez- hasta el cansancio aquel 5 de junio de 2015, atrás
quedaron los asesinatos de 17 periodistas durante el sexenio de Javier Duarte
que nunca se investigó y así también abandonó la cárcel Mauricio Audirac Murillo, exsecretario de
Finanzas de Duarte, denunciado porque le metió mano al cajón y otros personajes
que por pillos estuvieron siendo señalados en la pasada administración de
Miguel Ángel Yunes.
Y
si de revanchismo se trata, leemos los jarochos que el Fiscal General del
Estado por nueve años, Jorge Winckler Ortíz, el que metió a la cárcel a la
caterva de pillos y asesinos de Javier Duarte, será removido y está en vías de
ocupar la celda que dejara vacante Arturo Bermúdez, con esto se puede pensar
que se están abriendo las puertas al Duartismo, pero también se puede
pensar, ¿a quién le conviene que los
demonios anden sueltos?. Yo digo y nada
más. Y hasta la próxima D.M.
Para
Réplica o Comentarios se pone a su disposición el correo electrónico
franciscovperales@hotmail.com
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