Winckler, ¿A Qué Hora
Te Vas?
LÍNEA CALIENTE
Por: Édgar Hernández*
¡En caída libre un desesperado fiscal con poca hombría, tira
excremento al Poder Judicial!
Insostenible la posición del Fiscal General “autónomo”, Jorge
Winckler Ortiz, de quien se espera entregue su renuncia en las próximas horas.
Sin el apoyo de la federación, carente del respaldo del poder
ejecutivo estatal y con una carga de irregularidades jurídicas que incluso lo
pueden llevar a prisión, Winckler –ese ridículo de los calcetines de payaso, el
mismo que gusta cocinar paella y esquiar en las zonas paupérrimas inundadas-
está, incluso, con un pie en la cárcel.
Su posición está fracturada a pesar de la instrucción de su jefe y
padre político, Miguel Angel Yunes de no moverse un milímetro de la Fiscalía so
riesgo de que el teatro de la gobernabilidad ficticia de los pasados dos años
pudiera derrumbarse.
¡De hecho, ya se derrumbó!
El Fiscal carece de asidera alguna y tras el contundente
señalamiento del gobernador Cuitláhuac García en las últimas horas en el
sentido de que “pactó con Arturo Bermúdez su salida”, que “negoció condenas a
cambio de información y bienes para manipular el proceso legal en tiempos
electorales”; de ser acusado por los Colectivos de “desaparición forzada” y la
exigencia de alcaldes “para que presente su renuncia”, lo ponen en total
indefensión.
Ya mismo hace un par de días recibió un claro mensaje –uno más-
del repudio y desprecio que se le tiene al ser detenido el vehículo en el que
transitaba con su escolta por elementos de la armada de México para revisión
supuestamente de armamento ilegal.
Y en las próximas horas por instrucciones del gobernador se
“consultará” a los veracruzanos si debe o no seguir en el cargo.
¿Así o más claro?
Calambres como esos no son más que mensajes de que es un tipo
indeseable que no cabe en la nueva estructura de poder.
Y es que fueron tantos y tan recurrentes sus desatinos, amén de su
ignorancia jurídica, su pasado ominoso, el no reunir los requisitos de
titulación y cédula profesional (la original la perdió) para ostentar tan
elevado cargo, que al pretender el continuismo del poder es rechazado por los
mismos que ofendió.
Este oaxaco irá al cesto de la historia. Entrará en las páginas
más ominosas del servilismo a cambio de dinero.
Ni como fotógrafo serviría al nuevo gobierno al dejar como huella
indeleble una grave erosión en la investidura que representa como Fiscal, en
donde repetidamente rompió el protocolo particularmente cuando se hincaba
frente al “patrón” para fotografiarlo.
Hoy Winckler ni con un “¡Los amo!”, como acostumbraba escribir en
las redes sociales, logrará el perdón.
“Póngase a
trabajar fiscal… chismes en redes no están en mi agenda”, le
escribió en alguna ocasión la diputada Maryjose Gamboa cuando venía venir el
desastre tras la excarcelación de Duartistas por la mala integración de las
carpetas de investigación.
Y es que a este charlatán tal vez se le den otras cosas, menos la
abogacía.
Este singular abogadete, hombre de baja estatura que gustaba
llevar a su familia e hijos a la oficina para que constataran lo chingón que
era, jamás dimensionó el poder que se le entregó en charola de plata.
Nunca supo más que atender de manera ciega e irresponsable el
mandato del patrón quien en una ocasión lo cacheteó por el insustancial trabajo
jurídico presentado en Guatemala donde aprehendieron a Javier Duarte.
Este artífice de la “Ley Mordaza” contra la prensa se sintió dueño
de la posición gracias a la espectacularidad mediática obtenida con el asunto
de los Porkis o de Dafne, tal vez de Maryjose.
Tal vez fue eso.
O es probable se le haya metido al tuétano al jefe cuando “grabó”
con su celular la conversación que tuvo Yunes Linares con Moisés Manzur en
Canadá donde “soltó la sopa”… y ranchos y dinero hoy desaparecidos.
Winckler, ya Fiscal General, como chivo en cristalería, lo primero
que hizo fue despedir a cientos de empleados bajo el pretexto de las aviadurias
y ese rechazo patológico a todo lo que olía a Duartismo.
Para la historia negra de Veracruz habrá de registrarse su paso
por la Fiscalía cuando mandó por un tubo a las familias de los desparecidos;
allegarse de una legión de chavos procedentes de Boca del Río y pagar favores
como fue el caso del nombramiento del Fiscal Especial en Búsqueda de Personas
no Localizadas, Luis Eduardo Coronel, quien terminó violando y embarazando a
una de las mujeres del Colectivo “Solecito”.
Todo ello sucede ante el primer fracaso por la liberación de
Leonel Bustos acusado por un presunto desvío de 2 mil 300 millones de pesos.
Leonel se amparó y salió de Pacho muerto de risa. Lo habían
acusado sin sustento. Ello al igual que el asunto del entonces diputado federal
Tarek Abdalá desternillado de risa cuando vio llegar a un nervioso chaparrito a
la Cámara de Diputados y recibir como respuesta la fría pared legislativa
encabezada por el líder legislativo César Camacho Quiroz.
“Si se meten
con uno se meten con todos”, le advirtió en alguna ocasión Alberto
Silva Ramos, el legendario “Cisne” quien siempre se burló de las tonterías de
Yunes Linares, quien a su vez, como niño de primaria le respondía: “¡Nos vemos a la salida!”.
Winckler ya fue denunciado por “abuso de poder e intento de
despojo de 400 terrenos colindantes con las obras de ampliación del puerto” de
parte de propietarios de Playa Norte de la ciudad de Veracruz por “no saber
diferenciar entre su trabajo como ciudadano común y su trabajo como funcionario
público”.
Winckler representa a “Casas Intra”, empresa de la familia Ruiz
que se dice propietaria de los terrenos. En 1989 ya se había registrado un
fraude con 680 hectáreas.
Y luego de la liberación de Arturo Bermúdez, Mauricio Audirac y el
ex gordo Francisco Valencia en donde su situación se volvió tan incómoda como
insostenible, máximo que el Congreso del Estado ya prepara un juicio político
en su contra.
Winckler tendrá que responder en los hechos como estuvo eso de los
pactos en lo oscurito, carpetas de investigación a modo y chantajes millonarios.
En fin, la lista de desaciertos es muy larga y es muy probable que
cuando esta columna esté circulando, Winckler ya esté volando a Miami, no para
vacacionar, sino para pedir ayuda al patrón.
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario