¿Qué fue primero: el
huevo o Adela Micha?
+ CLAROSCUROS, José Luis Ortega Vidal
Publicado: en Enlace Veracruz 212
Domingo, 30 de Septiembre de 2012
Por: José Luis Ortega Vidal
Por: José Luis Ortega Vidal
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“Ojo por ojo y el mundo acabará ciego”: Mahatma Ghandi.
(2)
Jorge Luis Solano San Gabriel y Edgardo Daniel Hernández eran –antes del sábado
29 de septiembre- dos estudiantes de ingeniería en la Universidad Veracruzana,
perfectamente desconocidos.
Luego de haber lanzado dos huevazos a la conductora en noticiarios de TELEVISA,
Adela Micha Zaga, son dos estudiantes de ingeniería perfectamente
identificados.
Lo menos que se sabe de ambos muchachos es que no pasarían la prueba en un
equipo de beisbol; dado que sólo uno de los proyectiles arrojados contra la
humanidad de la también periodista cumplió su cometido y se convirtió –ipso
facto- en un huevo estrellado.
(3)
Tras el acto lamentable y patético de los universitarios también sabemos que
son un par de groseros, que actúan como tarados y que son muy malos corredores.
Lo menos que esperaríamos de Jorge Luis Solano San Gabriel y Edgardo Daniel
Hernández es que reconozcan su error y ofrezcan una disculpa a la dama
ofendida.
Allá ellos y su conciencia.
(4)
¿El tema da para más?
Desde luego que no.
Tan es así que a las cuatro horas de haber sido detenidos, Jorge Luis y Edgardo
Daniel –presuntos integrantes del Movimiento YoSoy132- pagaron 300 pesos de
multa cada uno y partieron a continuar con su huevuda vida.
¿De dónde salieron los 600 pesos?
Vaya usted a saber; podríamos pensar que esos chamacos –de no contar con ese
dinero- hasta pudieron permanecer más horas en la cárcel como medida
administrativa para solventar el pago por su falta de respeto a la Micha.
En una de esas, desde el más alto rango del gobierno veracruzano les prestaron
el dinero para que se marcharan con su escándalo -y sus huevos- a otras parte.
(5)
He aquí, entonces, que surgen algunos puntos interesantes alrededor de esta
anécdota a la que se sumó gustoso el Presidente Felipe Calderón.
El Jefe del Ejecutivo twiteó el siguiente mensaje en torno a los huevazos
contra Adela: “Son reprobables la intolerancia y el odio que han sido sembrados
desde hace tiempo en política. Mi solidaridad con @Adela_Micha”.
¿Intolerancia y Odio?
El acto cometido por dos estudiantes de la UV es lamentable, criticable y estos
jóvenes se han ganado un regaño de sus padres y una llamada de atención de
parte de la autoridad que los detuvo y les aplicó una multa para que le bajen
de eso que andan aventando contra la gente decente: ¡mire qué huevos de ca…!
Esto último ya ocurrió; lo de sus padres no lo sé, pero ese es un asunto
privado.
Ahora vuelvo a la pregunta: ¿Intolerancia y Odio?
Ah caray. Son palabras muy fuertes. Tan fuertes y de un significado tan
profundo como la frase que abre este artículo: “Ojo por ojo y el mundo acabará
ciego”: Mahatma Ghandi.
Caray: me estoy “calderonizando”. Ora sí, me “la jalé” citando a Ghandi para
escribir sobre el asunto de dos huevazos: uno fallido y el otro motivo de sarcasmo
de parte de la propia Adela Micha.
En fin, el tema –sinceramente- ya me está dando hueva.
El caso es que, da la impresión de que el Presidente no tenía otra cosa qué
hacer –por ejemplo detener su guerra inútil, sangrienta y monstruosa- y decidió
twitear sobre un chisme suscitado en “jarochilandia” que en lo sucesivo podría
ser denominada oficialmente como “jarochilandia de los huevos estrellados”
Por lo que hace a las autoridades policiacas de nuestra entidad también podemos
referir un exceso tan criticable como el asunto de los huevos: capturar a los
“huevicidas” a través de policías con capucha y metralletas R15; exhibirlos tal
y como hacen la PGR, la Marina y el Ejército con narcotraficantes,
secuestradores, asesinos múltiples y demás especies del crimen organizado,
intentar ponerlos –infructuosamente- en la picota de la opinión pública cual si
fueran enemigos de la sociedad…¡Ah pa´huevos!
¿Y lo del Rector?
Normalmente el doctor Raúl Arias Lovillo suele abrir la boca una vez que la ha
conectado al cerebro; pero el sábado también se sumó a la psicosis “hueveril” y
de inmediato declaró que se tomarán medidas contra los “hueviterroristas” con
base en los reglamentos que rigen la vida de la comunidad universitaria que
tiene los huevos muy bien puestos.
¡Faltaba más!
No puedo decir nada más. Espero nuevos datos duros sobre este trascedente caso
que podríamos denominar: “La increíble y triste historia del cándido doctorado
y los huevos desalmados”.
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