Pasillos del Poder: TRAGÁNDOSE UN PLATO DE SAPOS Y PEDIR OTRO
César Augusto Vázquez Chagoya Leanos en
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vazquezchagoya@prodigy.net.mx 21 de OCTUBRE de 2012
Publicado: Domingo, 21 de Octubre de
2012
Por: César Augusto Vázquez Chagoya
Por: César Augusto Vázquez Chagoya
Xalapa, Ver. La Cámara de Diputados
aprobó la reforma laboral y la envió al Senado para su revisión, donde dicen
que en la Cámara de origen se les olvidó la democracia y rendición de cuentas
en los sindicatos, por lo que se unen el PRD y el PAN para corregirlos y
regresarla a la diputados para que si la aprueban con democracia y cuentas
limpias, se la enviarán al Poder Ejecutivo para su promulgación.
En la cámara de origen, es decir, con los diputados, estuvieron de acuerdo las
fracciones del PRI y el PAN, teniendo en contra a los partidos de izquierda en
cuanto no tocar la democracia sindical y rendición de cuentas. Ahora, en la
Cámara de Senadores, los del PAN no están de acuerdo con lo aprobado por sus
compañeros diputados y se disponen a meter el tema de democracia y rendición de
cuentas junto con los partidos de izquierda.
Como siempre sucede en este país, las cosas se deben imponer de afuera y que
los interesados no luchen por sus derechos sindicales. La democracia y
rendición de cuentas no es ajeno ni en los ejidos ni tampoco en los sindicatos.
Todos sin excepción tienen en sus estatutos que sus elecciones sean
democráticas y todos tienen la rendición de cuentas.
Es ocioso que en las leyes se ponga que haya democracia y rendición de cuentas
en los sindicatos cuando esto existe. Lo que no existe y ninguna ley lo va a
reglamentar, es que, por su naturaleza, los sindicatos, ejidos, etc, son
autónomos.
Dicen los panistas que los sindicatos que reciben dinero del erario público sí
deben entregar cuentas públicamente y que sus sistemas de elección sean
democráticos; todo esto con dedicatoria al sindicato de maestros, al de
electricistas y el de petroleros.
Parece que los legisladores y estudiosos no conocen los distintos tipos de
sindicalismo, que en ningún lugar del mundo han logrado imponerles las reglas
que hoy quieren imponerles los del PAN y la izquierda a los sindicatos.
Cierto que es inadmisible que un dirigente dure tantos años como líderes
sindicales y manejen las cuotas a su modo, por lo que muchos son grandes
millonarios; pero para nuestra desgracia, el mismo estado mexicano creó estos
vicios: desde el izquierdoso con Lázaro Cárdenas, quien crea las grandes
centrales obreras y campesinas para el control del sistema, hasta el actual
presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
Hay que recordar que cuando gobernó Lázaro Cárdenas de 1934 a 1940, México
tenía 10 millones de habitantes y en su mayoría era rural. Las únicas
industrias grandes de esos años eran los mineros y los petroleros.
Al nacionalizar la industria petrolera, el principal apoyo y amigos de Cárdenas
eran los obreros petroleros. Para sacar adelante la industria dio concesiones a
los petroleros desde alcaldías y diputaciones, además porque eran los que
tenían más recursos económicos en sus regiones.
Los mismos presidentes de la república bautizan y controlan el sindicato. Un
trabajador petrolero, al entrar como transitorio o de planta, estampa con su
puño y letra su decisión personal de que PEMEX le descuente su cuota sindical y
que se la entregue a su sindicato, que nunca ha dejado de ser el STPRM que
ahora dirige Carlos Romero Deschamps.
Pero hay algo más: PEMEX por años no ha dado mantenimiento a sus instalaciones;
los trabajadores del STPRM ya no hacen trabajos de reparación, ni exploración
como era antes. Ante los muertos por falta de mantenimiento, los líderes se
quedan callados y dejan que compañías extranjeras hagan sus trabajos. El
silencio cuesta.
Antes el STPRM tenía hasta su Comisión de Contratos quienes juntos con PEMEX se
ponían de acuerdo a qué particulares les daban contratos. Ésta pasó a mejor
vida.
¿Quién se queda con las comisiones ahora? Imagínense que César Nava, en los
tiempos de Fox, fue el director del jurídico de PEMEX y se espanta López Dóriga
que haya comprado un condominio de 6 millones de dólares.
Está claro. Cuando un trabajador da su consentimiento de que le entregue sus
cuotas a su sindicato, de ahí para adelante es problema del obrero saber dónde
va a dar su dinero. A cambio de no preguntar por sus cuotas, el sindicato le da
opción de recomendar a un transitorio y cuando se jubila el trabajador tiene
derecho a heredar su plaza a un familiar y todavía mensualmente le dan una
ayuda económica para que pague su gasolina.
Los del PAN y las izquierdas, por ley, quieren acotar un derecho constitucional
del obrero de decidir a quién le da su cuota sindical. En cuanto a democracia,
en los estatutos del STPRM viene el voto libre, directo y secreto, pero se les
hace ocioso hacerlo en las asambleas porque los candidatos son de unidad y lo
hacen a manos alzadas.
¿Por qué no protestan los petroleros? Porque hay algo que nunca el legislador
va a reglamentar: los dirigentes, sin decirlo, no reciben en audiencia al que
se pone rebelde. Éste no puede pedir los permisos que quiera. No puede
recomendar a ningún transitorio. Le hacen perdidizo los bonos para gasolina,
pero lo peor es que el sindicato reclame su plaza para un verdadero trabajador.
Por cualquier motivo le andan levantando actas que motivan castigos, etc. Es
decir que no basta que el legislador ponga en las leyes democracia libre y
secreta, además de rendición de cuentas, porque cualquier sindicato grande del mundo
se maneja igual como el STPRM y el magisterial.
Ahora brevemente vayamos al sindicato de Elba Esther Gordillo (SNTE) ¿Cree
usted que la quieren quitar? No vaya a ser. En verdadero peligro estuvo la
chiapaneca cuando andaban diciendo que los maestros no podían heredar las
plazas a sus familiares. Eso sí los tenia enojados.
¿Para qué quitarla? Hacen lo que quieren. Díganme de un descuento en Veracruz
por faltar a clases. Cuente los puentes vacacionales que hacen sin permisos de
las autoridades educativas. Los inspectores y jefes de zona son del SNTE y como
dicen en mi pueblo: “están de poca madre”.
¿Se acuerdan de la prueba ENLACE, mismo que no querían hacer los del CNTE de
Oaxaca, DF, Guerrero y Michoacán? Pues Doña Esther, en “apoyo” a la educación en
México y al presidente de la república, se dispusieron hacer la prueba ENLACE
en toda la república, que serviría para evaluar a los maestros con los alumnos
que presentarían las pruebas.
Pues fíjense que los maestros del SNTE les dieron la prueba una semana antes a
los alumnos para que contestaran y a la semana, al revisarlas, las corregían
con las letras de los niños. Para la prueba regional cada escuela llevo sólo a
los mejores. ¿Se imaginan el ejército de profesores engañándose a sí mismos?
Pero lo más triste es que este método para ayudar al SNTE lo sabían las
autoridades educativas, gobernadores y el presidente de la república. En el
SNTE, como en el sindicato petrolero, el trabajador al obtener la plaza, firma
de puño y letra que su cuota se lo descuente la dependencia y se la entregue al
SNTE. ¿Contra esto qué pueden hacer los legisladores?
Pasemos un ratito por los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad.
Para empezar, pagan sus cuotas al igual que los petroleros y los maestros, pero
éstos son más canijos: todos, desde directivos hasta el más miserable de los
trabajadores y sus familiares, no pagan luz eléctrica, consuman lo que
consuman.
En este sindicato se utilizan los mismos métodos de presión y se heredan las
plazas. El dirigente de la CFE en Orizaba y diputado local, José Luis Trujeque,
dicen que los no pagan la luz en la población son “ladrones”.
La CFE, como aportación a la patria, corta la luz hasta a las escuelas públicas
porque en Veracruz no se pueden pagar tarifas altas por el grado de humedad,
pero nuestros niños estudian con aire acondicionado. Ningún padre de familia
puede pagar esas tarifas, pero sus hijos deben estudiar en condiciones medio
optimas. ¿Quién resuelve esto?
Dice el presidente Calderón que nos va a quitar el “salto”, ya que después de
los 140 kilowatts nos van a cobrar menos. Desde hace años debió hacerlo, pero
la CFE y el presidente sabían que nos “robaban”. Vaya país.
De los mineros ya sólo hay que decir que son buenos para cobrar las cuotas para
Napoleón Gómez Urrutia, quien desde el exilio deja que cientos de mineros
mueran y miles estén en peligro de fallecer, porque simplemente es un sindicato
blanco. La Secretaría de Trabajo que mandaba Javier Lozano, también es cómplice
con las mineras de las muertes hasta ahora.
Fíjese: aunque aprueben en la Cámara de Senadores y Diputados el voto libre y
secreto, además que transparenten sus gastos, son letras muertas, sin tomar en
cuenta que con la ley se meten en la autonomía de los sindicatos con todos y
sus males.
Por cierto que uno de estos males son las llamadas cláusulas de exclusión, que
seguramente desconocen los legisladores federales: se trata de que si un obrero
es rebelde contra su sindicato, inmediatamente lo expulsan y reclaman la plaza
dejada por el trabajador para sus filas, con el argumento de que pertenece al
sindicato.
Con todo lo anterior, invito a los legisladores un plato de sapos de mi tierra
Minatitlán, y todavía queda para llevar o repetir si tienen estomago. Los
sindicatos no están mal en cuanto a sus métodos de cuotas y transparencia de
recursos.
Están mal en cuanto a sus métodos de chantaje o coacción, pero eso le
corresponde al gobierno y a las empresas ponerles un alto. Mientras esto no
suceda, seguiremos comiendo sapos que están bien baratos en el sur de Veracruz.
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