ESTATAL

PUBLICADO EN: GOBERNANTES.COM

FECHA: 31 DE  ENERO DE 2015

¿Qué preocupa realmente a Javier Duarte de Ochoa luego de un violento inicio de año en Veracruz? ¿Las fosas clandestinas halladas en Chacaltianguis, donde se habla de por lo menos 15 cuerpos encontrados, dos decapitados o degollados –uno en Martínez de la Torre y otro en Xalapa, un estudiante muerto en un asalto, otro ejecutado, una joven mujer asesinada en una congregación de San Rafael, el asalto bancario a una sucursal de Banamex en el puerto de Veracruz, o el cajero arrancado y desaparecido en Paso del Macho, los ejecutados en la región de Córdoba o el hallazgo del periodista y activista social Moisés Sánchez Cerezo brutalmente asesinado y desmembrado?. No, nada de eso preocupa a Javier Duarte de Ochoa, y mucho menos a su secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, o a su Fiscal general, Luis Ángel Bravo Contreras. Lo que les tiene con el Jesús en la boca es que en estos días la comida que se tiene programada en un rancho de Tlacotalpan donde se reunirán estos “personajes” con alcaldes, funcionarios de gobierno a nivel estatal y federales, y los seguros candidatos a diputados federales priistas, salga como ellos la han planeado, para dar una muestra de “unidad” y “camaradería”, e incluso de “fortaleza” del partido tricolor, que puede desmoronarse en el próximo proceso electoral si las cosas siguen como van, con una clase política priista ofendida, agredida, dividida, por los caprichos y locuras del duartismo y su gubernatura de dos años, su ya definida intención de endeudar aún más a los veracruzanos con un “préstamo especial” para hacer frente a los “compromisos de campaña” de esta runfla que quieren convencer a los votantes con “regalos”, y que incluso seguramente querrán convencer que el brutal recorte de 124 mil millones de pesos al gasto público es sólo un traspié y no una estrepitosa caída del sueño peñista de “mover a México”…, hacia el precipicio. Eso es lo que realmente preocupa a Duarte de Ochoa y su pandilla. ¿La inseguridad, el caos, la creciente violencia? Esas son tonterías, dicen al interior de la “prosperidad”, sin darse cuenta que la espada de Damócles prende sobre sus testas.