COLUMNA


CON DERECHO A RÉPLICA

POR Francisco Vargas Perales

“Mi candidato anda reapendejado…”

Vaya bochornoso espectáculo el que protagonizaron recientemente en la ciudad de Xalapa el extitular de la Secretaria de Salud del Estado (SESVER), Antonio Nemi Did, ahora convertido en flamante titular del Consejo Estatal de Seguridad Pública y el actual Secretario de SESVER Antonio Benítez Obeso.

Por todos es conocido que tanto el actual Secretario de Salud del Estado y otros funcionarios, han estado denunciando el desaseo que guarda la dependencia en mención ante la falta de recursos económicos, lo que hace que falte en hospitales  medicamentos y material  quirúrgico  para el buen desempeño de los médicos y enfermeras.

También es sabido que en los nosocomios del Sector Salud, se adolece de los aparatos más elementales, como el de Rayos X, así como se adolece también de hilo para sutura y hasta paracetamol, porque el Seguro Popular que en su momento se anunció con bombo y platillo como una solución a las enfermedades del pueblo veracruzano, ahora se ha vuelto una quimera.

El actual Secretario de Salud Benítez Obeso, mal político, según parece, pero hombre bien intencionado y como se dice en el argot político “barrió para atrás” y dijo “a mí que me esculquen, yo vengo llegando, y si hay  desfalco yo no fui”. Lo que causó el enojo de Nemi Did, que frente a reporteros en el acto  conmemorativo a la muerte del ex gobernador Rafael Hernández Ochoa, Nemi Did increpó a Benítez Obeso.

En su momento, Benítez Obeso, en comparecencia ante la comisión de Salud del Congreso Local, reconoció que en ese renglón existe  una deuda de 4 mil 566 millones de pesos, quizás esto enfureció a su antecesor Nemi Did.

El juego de millones de pesos que aparecen como deuda en dependencias estatales y en el mismo IPE (Instituto de Pensiones del Estado), es una referencia  de que en este periodo de Javier Duarte de Ochoa no se ha estado trabajando bien.

Todo empezó con la detención en el aeropuerto de Toluca en enero de 2012 de dos maletas que contenían 25 millones de pesos en billetes de alta denominación  que llevaba el entonces tesorero del estado Vicente Benítez. De ahí se desencadenó una serie de rumores de desfalcos en dependencia estatales y surgieron nombres como Gabriel de Antes Ramos, Adolfo Mota, Erick lagos, Pedro Montalvo, Gina Domínguez, Mauricio Audirac y otros que sería largo enumerar.

El gobierno del estado reconoce una deuda de 40 mil millones de pesos, pero se habla que tal deuda podría alcanzar  hasta los 70 mil millones de devaluados pesos. El gobierno de Duarte de Ochoa debe  encender los focos rojos al respecto.  A escasos meses de la salida de Duarte  se escucha que el gobierno estatal le debe hasta los músicos que amenizaran los eventos del gobernador. Ya no decir de los proveedores que se le metieron a las oficinas de SEFIPLAN para cobrar y que fueron sacados a empellones.

La conseja popular indica que lo que mal empieza mal acaba, y esto empezó con los 25 millones de pesos que volaban a Toluca y puede terminar con el encarcelamiento de funcionarios del gobierno de Duarte que le metieron mano al cajón y bien. Desafortunadamente para los veracruzanos, el gobernador sigue pensando que en  Veracruz no pasa nada.

Cuánta razón tenía Fidel Herrera Beltrán, el entonces gobernador del estado, al decir: “mi candidato anda reapendejado”.



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