El circo de Yunes
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Si
el tribunal de los medios tuviera la fuerza que algunos quisieran, media clase
política estuviera en la cárcel.
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Web
Exhibir
en los medios, con o sin pruebas, a un funcionario público no acredita su
culpabilidad.
Y
la urgente necesidad de justicia en Veracruz obligó al gobernador a crear
escenarios donde el juez es él y los culpables aquellos que tiene a la mano,
ante la imposibilidad de agarrar a los verdaderos culpables.
Así,
el gran espectáculo de la justicia en Veracruz es protagonizado por Miguel
Ángel Yunes, quien se ha colocado en la línea de fuego al señalar a culpables
sin pruebas, desde las medicinas extrañamente adulteradas para enfermos de
cáncer hasta la aprehensión del ex gobernador interino Flavino Ríos, quien
sucediera a Javier Duarte por un breve lapso hasta concluir su gestión.
En
este escenario se le culpa a Flavino Ríos de tráfico de influencias, abuso
de autoridad y encubrimiento, por facilitar la ruta de escape de Javier Duarte
por prestar el helicóptero del gobierno del estado, pero asegura no saber que
tenía una orden de aprehensión el ex gobernador.
Desconocer
un hecho como éste, siendo el gobernador en turno, es imperdonable. Si hubiera
una sanción por falta de información de los funcionarios públicos, la otra
mitad de ellos estaría en la cárcel.
La
falta de información ha servido a muchos políticos para encontrar coartadas a
su mal proceder y evitar la sanción, alcanzando no sólo la impunidad sino la
continuidad de su carrera política.
En
este escenario, Veracruz está en el centro de la mirada de los medios de
información, que reflejan los movimientos de quienes debiendo estar en la
cárcel se convierten en diputados federales y diputados locales, para hacer del
fuero el mejor vehículo hacia la impunidad.
Desde
el discurso de toma de posesión, donde aseguró que metería a la cárcel a Javier
Duarte, hasta la detención de Flavino Ríos, puede pensarse en escenarios
montados.
Si
a esto añadimos el escandaloso anuncio de los medicamentos alterados y la
bodega donde se guardaban pinturas de Javier Duarte, y los diarios de su esposa
Karime, parecieran ser hechos prefabricados, que restan credibilidad al
gobernador, quien, obligado por las circunstancias, debe sacarse culpables de
la manga, ante la imposibilidad de encontrar a los peces gordos del desfalco
contra los veracruzanos.
Yunes
no convence, cada día pareciera estar más cerca del problema que de la
solución. Tiene ante sí la presión de los veracruzanos quienes le exigen cumpla
con sus promesas de campaña, pero también tiene encima las elecciones del 4 de
junio, donde debe defenderse de los contrincantes de otros partidos para que
los electores no le den la espalda a su partido, el PAN.
Ante
esta presión la única alternativa del gobernador es la creación de escenarios
que puedan evitar el creciente desgaste de su imagen personal y la de su
partido, y así tiene en la detención de Flavino Ríos su más reciente
producción.
La
realidad es que, al no tratarse de un delito grave, como lo habíamos asentado
en esta columna, Flavino puede afrontar su juicio en libertad, pero el aparato
de justicia estatal, que encabeza Miguel Ángel Yunes, lo prefiere tras las
rejas con el objetivo de darle legitimidad a su lucha por la justicia en
Veracruz.
A
sabiendas de que la imputación de la culpabilidad contra Flavino Ríos, no es
suficientemente sólida como para comprobar que se persigue a la banda de Javier
Duarte, el gobernador del estado ordenó a Jorge Winckler Ortiz, el fiscal del estado,
denunciar por otro delito al ex mandatario interino.
Esta
vez la acusación contra Flavino es por el desvío de 247 millones 126 mil
087 pesos, por la función que tuvo en su paso como Secretario de
gobierno. Las irregularidades señaladas van del 20 de julio de 2015 al 12
de octubre de 2016.
Se
informó, desde las instancias del gobierno estatal, que se hallaron en la
Secretaría de Gobierno una serie de inconsistencias basadas en gastos que
no estaban documentados.
Se
presentó la denuncia por este delito ante la Fiscalía Especializada en
Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción y Cometidos por Servidores
Públicos, de la Fiscalía General del Estado de Veracruz.
Este
delito podría ser uno de los muchos que debió sumar desde que trabajó con
Miguel Alemán, continuó con Fidel Herrera y siguió con Javier Duarte a quien
sucedió, pero anteriormente fue su secretario de Educación y de Gobierno.
Flavino no es inocente, pero ahora al gobernador se le responsabiliza de
agarrar a los peces chicos y dejar ir a los peces gordos, a quienes se
comprometió a detener y castigar.
Miguel
Ángel Yunes Linares no ha gobernado. Se dio, desde el inicio de su gestión, a
la tarea de perseguir a los culpables que, si bien debió ser una de sus
preocupaciones, no es la única que debe tener el mandatario estatal.
Otro
de los graves problemas es la falta de interés de inversión en el estado. A
pesar de que se le ha pedido a empresarios de dentro y fuera de la entidad que
pongan a trabajar su dinero en infraestructura para el estado, los
inversionistas no confían en que alguna obra, cualquiera que sea, pueda
concluirse en menos de 20 meses, que es el tiempo que le queda de vida a la
actual administración panista encabezada por Miguel Ángel Yunes Linares, de tal
suerte que esperarán a que llegue el próximo gobernador, con un periodo normal
de seis años, para participar en licitaciones, construcciones, inversiones
directas, etc.
La
brevedad de este periodo gubernamental tiene sus propios problemas, si a esto
añadimos que el gobernador no gobierna y se dedica a labores de procurador,
encontramos un vacío de poder que seguramente repercutirá en las próximas
elecciones donde están en juego la totalidad de los municipios de la entidad.
Si
Javier Duarte obligó a los veracruzanos a votar contra el PRI en las pasadas
elecciones; ahora, Miguel Ángel Yunes hará que se vote contra el PAN, ante la
pasividad de los principales problemas de la entidad y su obsesión por crear
escenarios que justifiquen que persigue a los saqueadores de su entidad, aunque
sin éxito.
A
excepción de la inauguración de la terminal de contenedores en Tuxpan, Yunes
Linares no ha presentado ningún resultado de su trabajo. En poco más de cien
días de gobierno no se conoce avance.
Dichas
obras inauguradas el pasado 7 de febrero, en ese puerto, fueron realizadas y
concluidas antes de que el panista llegara al gobierno.
De
tal suerte que Yunes Linares dedica el tiempo de su gubernatura a asuntos
judiciales en lugar de preocuparse por reactivar la economía de su estado, que
su antecesor dejó en bancarrota.
Los
veracruzanos pensarán, y con justa razón, que no habrá acto de justicia que
valga hasta que no se detenga y castigue a Fidel Herrera o a Javier Duarte, o a
ambos… Esta columna
se publica los lunes, miércoles y viernes.
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