PRI agoniza en Veracruz
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Al
PRI veracruzano se le olvidó darle cuerda al reloj de la historia y vuelve a
tropezarse con la misma piedra que hace años, al intentar darle espacios a las
mujeres que han competido por puestos de elección popular sin lograr triunfos.
Así,
desde la perspectiva de un PRI que requiere renovarse desde todos sus ángulos y
después de haber soportado un sexenio de latrocinio y corrupción sin
precedente, vuelve a los mismos errores.
Ante
este panorama la improvisación llega al suicidio político en la ansiedad por
bajar de precandidaturas a quienes podrían alcanzar triunfos en los comicios
del 4 de junio y colocar a mujeres en su lugar, en nombre de la equidad de
género.
En
ciudades como Tuxpan y Poza Rica, el PRI pareciera suicidarse políticamente,
porque ha dejado de lado la posibilidad de triunfar en las urnas en nombre de
una disposición que nunca ha respetado.
La
de tener candidatos equilibrados entre hombres y mujeres.
Ante
esta panorámica electoral, el tricolor se convierte en un factor de derrota
anticipada al crear una inconformidad como nunca antes al interior de sus
filas, donde seguramente se anunciará más de una deserción.
Así,
el comité directivo estatal del PRI desechó el registro por Poza Rica de todos
los aspirantes hombres, entre ellos la propuesta de los petroleros y
maestros Miguel Ángel Chagoya y Gaudencio Hernández Burgos, así como otros
aspirantes que han realizado trabajo serio en sus comunidades, precisamente con
el objetivo de ser conocidos y reconocidos por los votantes.
El
Comité Directivo Estatal del tricolor decidió que en Poza Rica vaya una
mujer por designación directa, Evelyn Hernández, quien por su trabajo con
la sociedad civil y el arraigo que tiene en el pueblo es la única opción de
triunfo que podría tener para recuperar la confianza de los ciudadanos, y
devolverle la plaza al PRI.
Además,
Evelyn Hernández cuenta con un proyecto elaborado con gran conocimiento del
terreno que pisa, así como su labor como gestora, a quien se le reconoce como
un puente entre la población y la administración pública. Su trabajo como
comunicadora le ha permitido ir más allá de la realidad de una región convulsa
no sólo por la industria petrolera sino por la problemática social que confluye
en esa ciudad.
Pero
también se han impuesto criterios cuyo origen oscuro se desconocen como es el
caso de Norma Anaya, quien fuera candidata por el PRI a la presidencia
municipal en 2004; contienda en la que perdió frente a Guadalupe Velázquez
Casanova, quien en aquella ocasión logró la alternancia política al llevar al
PAN a la alcaldía.
Anaya,
fue jefa de la oficina de hacienda, esta como premio de consolación, donde hizo
un pésimo papel dejando una serie de sospechas que tiene que ver con los
dineros del estado.
Se
sabe que con una candidata como Norma Anaya poco puede lograr el PRI, que, en
casos como éste, podría no sólo perder algunas presidencias municipales sino
hasta su registro en Veracruz.
La
audacia del partido cae en el intento de suicidio, porque la corriente que
parece surgir de origen desconocido dentro de sus cúpulas estatales, pareciera
estar dedicada a desaparecer al partido.
En
este momento las encuestas colocan al PRI en la entidad en el cuarto lugar, sin
embargo, este cuarto lugar podría convertirse en un lugar lleno de optimismo si
siguen postulando de manera improvisada e inconsciente a sus candidatos.
En
Poza Rica otra de las impuestas en nombre de la equidad de género es Lilia
Christfield, quien es apoyada por Erika Ayala. Así aseguran quienes la imponen.
Evelyn
podría dar la sorpresa si acepta la candidatura, así sería la única vía para
que el PRI gane Poza Rica.
En
la actual contienda electoral ya hay varios ex priístas quienes podrían ganar
como es el caso de Pablo Anaya, por Movimiento Ciudadano, ex presidente municipal,
ex diputado federal y ex diputado local.
Por
la alianza PAN-PRD va Cesar Ulises Rivera Garza, y lleva como síndico al ex
priísta Noé Pérez.
Ahora,
los hombres y mujeres, es decir los candidatos, tienen que pesar más que el
propio partido que los postula para trascender y convertirse en triunfadores
dentro de un esquema electoral competido y ante una ciudadanía cada vez más
consciente.
El
caso de Tuxpan es similar, ahí fueron bajados de la lista Ezequiel Castañeda
Nevárez, Miguel Ángel Elizalde Martínez, Crisóforo Hernández Cerecedo, Rogelio
Ábrego Hernández, Francisco Arango Graña, Edmundo Cristóbal Cruz y Moisés
Acosta Cervantes, quienes, según el comité municipal del tricolor “no
garantizan el cumplimiento de principio de la paridad de género”.
En
Tuxpan los priístas están en desacuerdo porque todavía no saben quién podrá ser
la candidata, y quien quiera que fuere, no se ha registrado para competir, en
tiempo y forma.
Es
por eso que no debe extrañar que esta vez el PRI no quede en tercer lugar, como
sucedió hace un año, sino que se vaya al cuarto o quinto lugar, si no es que
pueda desaparecer del mapa electoral de esta localidad.
El
PRI ha decidido suicidarse en Veracruz, el saqueo que realizó su último
gobernador pareciera haberle herido de muerte y ahora, ante la necesidad de
avanzar, prefiere retroceder y convertirse en lo que consideró nunca más ser de
nuevo: Un dinosaurio que ve con ojos del pasado un presente que no puede
controlar y un futuro en el que pareciera no querer participar… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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