ESTATAL




Luis Velázquez
Publicado en: El Piñero de la Cuenca

Veracruz, México; 13 de julio de 2016.- El mundo color de rosa creado a sangre y fuego ante la protesta ácida de la población de Veracruz se atraganta.
Fin del sexenio. Fin de una pasión. Mejor dicho, fin de una locura de seis años.
El último ramalazo provino de Los Pinos.
Marcha atrás al Fiscal y al Contralor que Javier Duarte, JD, daba como una realidad.
Primero, el presidente de la república asestó el manotazo y reviraron.
Días después, JD insistió otra vez con el nombramiento en un segundo intento y la Procuraduría General de Justicia de la nación, PGR, (con la bendición Peñista) presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, acciones de inconstitucionalidad en contra del Congreso de Juan Nicolás Callejas Arroyo por violentar la esencia jurídica del Sistema Nacional Anticorrupción.
Y en contra de JD. 
Y ni modo, el revire.
También el revire al nombramiento de los llamados magistrados anticorrupción, entre ellos, los impolutos Lupe Porras (“la más corrupta de todos los ex alcaldes” le llamó la síndica en funciones) y Francisco Portilla Bonilla, el vi-vi cordobés, viejo vividor de la política.
Si JD gobierna como “un cavernícola” (así le llama Leo Zuckermann), en el altiplano, la sede de los poderes federales, bastó el cabildeo del CEN del PAN y PRD ante el peñismo y a JD se le cayó el teatro.
El barco duartista se deshace antes de llegar al puerto final.
Y por todos lados.
La exhibida que ha dado el SAT a JD con el caso de las empresas fantasmas, en que el fuego llega a los talones de varios duartistas.
El caso de la evidente corrupción de Vicente Benítez, ex Oficial Mayor de la secretaría de Educación, en Costa Rica.
La abierta y firme oposición de los empresarios del puerto jarocho el martes 5 de julio (un mes después de la derrota priista en la gubernatura y el Congreso) en contra de JD rechazando cambiar el uso del Impuesto de 3 por ciento a la nómina para cubrir los adeudos pendientes, entre ellos, el pago de 400 millones de pesos a los medios que “han rendido culto a Javier Duarte” según denunciara el góber electo.
 El caso Duarte se ha vuelto un asunto de seguridad nacional.
En Los Pinos, en la secretaría de Gobernación, en la Procuraduría General de la República, en el SAT y en la Auditoría Superior de la Federación, la caja de Pandora con todos los males del mundo fermentan las entrañas de JD y los suyos, los duartistas que “ordeñaron la vaca” y “metieron la mano al cajón”.

BALAUSTRADAS: El duartismo se desmorona.
La Barbie Corintia Cruz Oregón, ex secretaria General del CDE del PRI, derrotada en las urnas como candidata a diputada local, en algún lugar del mundo de vacaciones para olvidar la adversidad.
La Barbie Dominga XóchiltTress, refugiada en su vida light, luego de la derrota como candidata a diputada pluri y luego de reprobar el examen de actualización para notaria pública.
La Barbie Ana Guadalupe Ingram, delegada federal de la SEDESOL de Miguel Ángel Osorio Chong, desconociendo a JD, quien la ungió directora de Radio, diputada local y candidata a diputada federal, en que fue descarrilada en las urnas.
La Barbie Ainara Rementería, resignada a cuidar niños en su casa, luego de las mieles del poder en parte del viaje sexenal.
El ken Vicente Benítez, “El señor de las maletas voladoras”, “El profe de las tangas”, denunciado en Costa Rica de lavado de dinero, incluso, amiguito, se afirma, de los hijos de Joaquín “El chapo” Guzmán”, con una fortuna inexplicable gracias al duartismo, a menos, claro, que igual que el tamaulipeco Gabriel Deantes, secretario de Trabajo, sucio mago electoral, asegure que su padre le heredó 39 millones de pesos para comprar par de mansiones, una plaza comercial y un edificio de 4 pisos.
El colmo: la denuncia ante la PGR de Miguel Ángel Yunes Linares por lavado de dinero y evasión fiscal en contra de JD y los suyos.
El duartismo ha empezado a descarrilar.
Enrique Peña Nieto se hartó de tanta, demasiada, excesiva tolerancia.

ESCALERAS: Así como van las cosas, el politólogo Carlos Ronzón Verónica lee su bolita de cristal y sigue la pista al topo sociológico de Carlos Marx, y precisa que al peñismo, mejor dicho, a la PGR, y al PRI, más le valdría tumbar a Javier Duarte y someterlo tanto a él como a los suyos a juicio político y a la investigación penal, antes, mucho antes, de que Miguel Ángel Yunes Linares aplique.
Así, la PGR y el PRI, por añadidura, enviarían un mensaje contundente a la población electoral, en el sentido de que ellos mismos hicieron justicia, simple y llanamente, justicia.
Y, por tanto, el peñismo, se recuperaría en la percepción ciudadana… de cara a la elección presidencial y de gobernador en el año 2018.
De lo contrario, si la PGR se detiene en la acción de inconstitucional que ha instrumentado (y que resulta alentadora), entonces, JD y los suyos seguirán con sus coletazos para heredar al góber electo un aparato gubernamental maniatado como traje a la medida.
Porfis, que alguien sereno y prudente hable con JD.
Ya le tumbaron el donativo de la Casa Veracruz. Ya le tumbaron el donativo del WTC. Ya le tumbaron el Fiscal y los magistrados Anticorrupción. Tiene casi 50 denuncias penales en su contra.
Y una cosita es que Peña Nieto le haya tendido la mano en otras ocasiones y otras que ahora que siga tolerando su autoritarismo.
Cada vez JD, solito, se está aislando, a tal grado que muchos priistas, antiguos aliados, se han puesto contra él, en ningún momento porque se hayan entregado al Yunes azul, sino porque están seguros de que el góber tuitero perdió el control de su tinaco mental.
Cuidado, al ratito, le pasará lo mismo que a la mamá de Joaquín “El chapo” Guzmán, a quien sus fieles debieron sacar en una avioneta de “La tuna”, “la tierra sagrada del cartel de Sinaloa”, para salvar la vida.

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