Ni cómo rebatirle a la Santa Madre
Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Pocas veces estoy de acuerdo con la Iglesia
Católica (mi Iglesia) sobre temas de carácter social. En varias ocasiones hemos
chocado porque no sólo no he compartido sus ideas, sino que las he rebatido.
Pero esta vez no le encuentro mácula al mensaje de
la Arquidiócesis de Xalapa y a su vocero José Manuel Suazo Reyes, a propósito
de la violencia en la entidad y de la improvisación y falta de oficio político
de quienes gobiernan Veracruz.
Del mensaje de doce párrafos, extraigo siete que
considero sustantivos porque, sin temor a equivocarme, representan los miedos y
frustraciones (cotidianos ya) de todos los veracruzanos, sin distinción de
credos:
“La llegada de una nueva administración en el
gobierno de Veracruz, el día 1 de diciembre de 2018, generó muchas expectativas
en los ciudadanos. La gente se ilusionó por la llegada de un nuevo gobierno
dado que las promesas de campaña habían sido muy generosas.
“Sin embargo, a medida que pasan los días, se van
acumulando algunos fracasos. Pareciera que hay muchas cabezas y que las
torpezas de unos pocos están echando a perder el poco trabajo de otros. La
gente ha ido perdiendo la confianza.
“Lamentablemente el desánimo y el desencanto van
ganando terreno. Y es que no se puede invocar la novatez ni la curva de
aprendizaje para justificar los desaciertos que en estos 74 días de la nueva administración
gubernamental de Veracruz están a la vista de todos.
“No estamos para improvisaciones, seguramente se
necesita evaluar los resultados y la eficiencia de los colaboradores del
gobierno. Hay señales claras de que algunos ‘recomendados’ no están
funcionando, y por lo mismo es tiempo de tomar decisiones. Se observa que falta
oficio político y que el ambiente se está enrareciendo. No hay que esperar a
que el Estado se encienda, para actuar.
“Se requiere dirección, un proyecto bien definido y
mejores resultados ante las grandes necesidades que vive la gente. ¡Ya no
queremos más sangre derramada en Veracruz! ¡Ya no más muertes y desapariciones!
¡No más ejecuciones, ni violencia! ¡No más dolor y miedo en la población!
Queremos un Veracruz en Paz y el gobernante debe trabajar sin descanso hasta no
lograrlo.
“Las autoridades gubernamentales no pueden perder
el tiempo en pleitos sin sentido, en caprichos infantiles que causan el enfado
de la sociedad. Se necesita una verdadera transformación que traiga oportunidades
de progreso a los ciudadanos, no que los enfrente en bandos de buenos y de
malos.
“Lamentamos la situación de violencia e inseguridad
que se ha incrementado en las últimas semanas. Este ambiente de violencia
afecta el tejido social, lastima a las personas, las envenena con el
resentimiento, el miedo, la angustia y el deseo de venganza. Todos los días,
los medios de comunicación dan cuenta de asesinatos, secuestros y levantones;
ya no es extraño escuchar balaceras, incluso en lugares concurridos. Muchas
personas viven con la angustia de sentirse indefensas ante la amenaza de la
violencia”.
Hasta ahí el mensaje del presbítero José Manuel
Suazo Reyes, escrito a nombre de la Arquidiócesis de Xalapa.
Ante verdad tan contundente ¿quién le rebate a la
Santa Madre?
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