Y No Entienden
Palabra de Mujer
Billie J. Parker Méndez
“Ethos, Pathos, Logos”: Aristóteles
Entre plagios y refritos transcurren las promesas de campañas de
los candidatos presidenciales, sin alcanzar a conectar su discurso con la
crispada población mexicana, afectada por años de corrupción y negocios
turbios, al amparo de la descomposición de una élite política, incapaz de
autoevaluarse.
Comicios inéditos los del 1 de
julio del 2018, no solo por el número de elegibles en las votaciones federales,
estatales y locales sino además por el espíritu antisistema que permea el
corazón de las y los mexicanos. El sistema de partidos ya no representa a una
sociedad civil indignada ante el perverso espectáculo que da una clase política
y empresarial -de unos cuantos- que se enriquecen a costa del sufrimiento de
millones que sucumben en la pobreza y el abandono.
Más de 80 millones de mexicanos
podrán ejercer su derecho al voto para elegir a casi 18 mil cargos locales; 9
serán para gubernaturas:
Yucatán, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla,
Chiapas (PVEM), Tabasco (PRD) y Veracruz (PAN), (los últimos tres estados son
los peor evaluados económicamente), 629 cargos en 13 elecciones federales,
2,697 cargos en 30 elecciones locales.
Además, se elegirán a 500
legisladores para la Cámara de diputados, 300 mayoría simple y 200
plurinominales, 128 lugares para senadores repartidos entre mayoría relativa,
primera minoría y lista nacional, y la cereza del pastel es que se votará por
el presidente de la República, electo para un periodo de seis años.
El botín es grande. El deseo de
venganza de una clase agraviada y empobrecida es más.
El perverso y cínico juego del
abuso del poder para enriquecerse y la reciente inseguridad, son factores que
están jugando en contra de los intereses de los poderosos. La gente está
empoderada, busca cederle el poder al AMLOver para ver si cambia su presente y
futuro. Lo consideran el hombre que en la Caverna de Platón ve, entiende y une
el mundo visible y el mundo inteligible.
De no cumplirse está esperanza
social, este país derivará en una violencia generalizada. Los augurios de una
guerra civil son múltiples y tienen sus bases. De llegar si no cumple la
expectativa López Obrador, el país será víctima de la corresponsabilidad de la
sociedad en la tarea de elegir su rumbo.
No hay operación política o
promesa que valga para quien todo lo ha perdido, para quien está bajo amenaza,
para quien padece hambre, para quien ve que el fruto de su trabajo de años se
lo llevan impunemente. Saturada de la falta de agradecimiento de los políticos
que solo ven para su peculio. El voto a AMLO es la venganza de las clases
agraviadas.
No hay perorata que impacte, se
requieren mucho más que palabras. Más acciones reales que promesas. Más
honestidad que “más de lo mismo”, para enfrentar al puntero en las encuestas.
Menos circo y más sustancia. En sus esfuerzos por rebasar a AMLO, los negativos
los anclan y los arrastran de reversa. Hay que soltar lastre, corruptos,
sobriedades, y ser auténticos. Es dando como recibirán, no prometiendo.
Asistimos a un relanzamiento de
campaña tricolor y a una semana del suceso, lo único realmente rescatable es alguno
de los compromisos del “mero mero”, en tránsito al “chingón” candidato, ahora
sí, priista, José Antonio Meade.
No hay mayores cambios más que
discursos combativos, pero siguen los mismos, los que les ponen el pie a otros
para que se caigan. No hay trabajo en equipo, cada uno haciendo sus ocultos
negocios bajo la campaña. No cumplen ni su advertencia de remover a quienes
tanto daño han hecho a Pepe Meade y Pepe Yunes durante estos meses.
De promesas. La idea de dotar
de un mini salario a quien sostiene el modelo económico del mundo, mantenido
con la esclavitud laboral de las mujeres en los hogares, es injusto. Los mil
doscientos pesos que promete a amas de casa solteras no alcanzan para cubrir ni
el 50 por ciento de la canasta básica, lo mínimo que debiera contemplar una
promesa de esta naturaleza para tener un rango de justicia laboral.
Lo destacable fue la propuesta
del muro tecnológico que Pepe Meade refirió en su visita a Tijuana. Justo en la
frontera donde el cuestionado presidente de EU insiste en construir una barda
entre su país y el nuestro. Ahí en la “border line” Meade planteó la
construcción de un muro de la más alta tecnología para proteger a México del
tráfico de armas y dinero proveniente de EU. Ese programa si hubiera sido un
hitazo contra la inseguridad sino hubiera sido por los yerros en la
comunicación.
Sin embargo, el importante
punto de inflexión discursivo para enfrentar al gran flagelo de las familias
mexicanas no pasó de ahí. La brisa de las playas de Tijuana se llevó la
novedosa propuesta. Una falla más en la tarea de comunicar tan trascendente
programa. Sin duda que el temor o ineptitud en darle vuelo, hizo pasar la
importante medida desapercibida, se diluyó. Ni Trump emitió un tuitazo para
impugnarlo.
¿Dónde están los comunicólogos
de la campaña? Por cierto ¿sabrá Antonio Meade que en sus filas existe un
colaborador suyo que se atreve a amenazar e intimidar a mujeres empresarias
solo porque no se pliegan a sus deseos? Eso no se atreve hacerlo con dueños de
medios de comunicación hombres. Misoginia y un talante de agresor, nos dicen
otras mujeres que han tenido el mal tino de coincidir con él, que tarde o
temprano saldrá a la luz en un escándalo.
Pero lo trascendente es
preguntarles ¿Dónde está el relanzamiento en su manera de comunicar? Hay que
abrir nuevos canales, centrarse en lo local. No es posible que promuevan una
campaña por tierra y solo inviertan en medios nacionales para comunicar sus
propuestas. Incongruencia y torpeza.
EN VERACRUZ
Igualmente, sin ningún impacto
que “promuevan” en medios nacionales, que no se leen en el estado de Veracruz,
la encuesta que Pepe repunta en los momios en cuanto se puso a “pedalearle”.
No la tiene fácil el candidato
tricolor ante un divido PRI, tiene que remontar la corrupción, el incumplimiento,
el robo, la bandillas de sus antecesores incrustados en su campañas- a ver que
sacan para seguir viviendo del erario- porque nunca han sabido hacer otra cosa.
La cuestionada empresa
encuestadora por sus nexos con el PAN, Massive Caller, sostiene que encabeza
las encuestas con 34 puntos de Miguel Ángel Yunes Márquez, segundo lugar
Cuitláhuac García, de Morena, con 26 puntos, y en tercer puesto Pepe Yunes
remontó a 19.13% de los 15 que tenía en marzo, cuando nadie lo localizaba.
Si se atiende que ISA (Investigaciones
Sociales Aplicadas) ratifica la tendencia al poner a Pepe Yunes con un 25% de
las preferencias del voto a Cuitláhuac con un 31 por ciento y a Yunes Márquez
con 28%). Estaríamos hablando de una elección de tercios.
El Gobernador de Veracruz informó
de una recompensa de hasta 5 millones de pesos por la captura de Luis Ángel
Bravo Contreras, exfiscal General, en el periodo de Javier Duarte, por su
probable intervención en la comisión del delito de desaparición forzada de
personas, en la modalidad de entorpecer la investigación y apoyar a que los
responsables de su comisión eludieran la acción de la justicia.
¿Por qué después de año y
medio de gestión? Tufo electoral, caja china para ocultar la ola de sangre en
el Estado de Veracruz o traición.
Todas buenas.
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