COLUMNA



Desde el Café

Ni para mentir se ponen de acuerdo

Bernardo Gutiérrez Parra

La semana anterior se descubrió un descomunal robo de medicinas en las bodegas de la Secretaría de Salud de Xalapa y Veracruz. De acuerdo con el gobernador Cuitláhuac García, el robo fue ejecutado de manera simultánea por lo que se infiere que los ladrones sabían lo que hacían. Entre lo robado hay medicamentos oncológicos que necesitan con urgencia personas con cáncer, principalmente los niños.

Fiel a su costumbre, Cuitláhuac acusó del robo a la administración de Yunes Linares y con la claridad verbal que lo caracteriza agregó: “Se nos hace muy sospechoso que quien atentó contra esto, quien robó el medicamento, está jugando con la salud de los niños. El sospechoso es alguien que está detrás de este robo que quiere afectar al Gobierno, pero vamos a dar con ellos”.

A ver, a ver… Si el gobernador tiene la certeza de que Yunes y su pandilla cometieron la sustracción ¿por qué no los denuncia para que los atrapen? Un robo de esa naturaleza, aparte de lo que le pueda redituar a los ladrones desde el punto de vista económico, es un crimen de lesa humanidad porque, en efecto, se está atentando contra la salud de los niños con cáncer.

Pero si lo que quieren los hampones es afectar al gobierno estatal eso es secundario e incluso irrelevante. Todo político que se precie de serlo sabe que cuando detenta el poder hay cientos (o incluso miles) de sujetos y sujetas, que desean que le vaya mal y le ponen piedras en el camino para que así suceda.

La grandeza de un gobernante sale a flote cuando los enfrenta y los anula. Pero buscar culpables aquí y allá de los males que sucedan en la ínsula que gobierna, no es otra cosa que signo de inmadurez, incompetencia y falta de capacidad política.

Cuitláhuac debe extrañar mucho a Jorge Winckler que se convirtió en el culpable favorito de sus torpezas y al que le pegó sistemáticamente los primeros nueve meses de su gobierno hasta que lo echó de la fiscalía. Ahora va contra Yunes Linares, y si ese recurso se le agota buscará a otro culpable y a otro y a otro. Y así hasta el infinito.

Cualquier cosa menos aceptar su responsabilidad.

Ser oposición es fácil, pero gobernar es muy difícil. Y Cuitláhuac sigue empeñado en ser oposición. Si Yunes y su pandilla se robaron las medicinas son culpables de un atraco. Pero la responsabilidad de surtir cuando antes esos medicamentos es del gobernador y de su titular de Salud.

Y hablando de éste, si para el gobernador la culpabilidad por el desabasto es de Yunes Linares, para el inepto e incapaz secretario de Salud Roberto Ramos Alor, la culpa es de las “políticas mercadotécnicas”. ¿Qué carambas es esto? Un terminajo que nació en los años setenta y murió en los ochenta del siglo anterior.

“El asunto de los medicamentos oncológicos va más allá de la voluntad o consideración que haya en un hospital. Estamos sufriendo con las políticas de mercadotecnias de los hospitales en los que se están privilegiando otras circunstancias menos la urgencia que tenemos nosotros”, dijo este bueno para nada.

Es decir, ni para mentir se ponen de acuerdo.

Lo cierto y lo inhumano, es que no hay medicamentos para los menores con cáncer que están sufriendo lo que nunca padecieron con los gobiernos neoliberales y conservadores que, transas y ladrones, pero se preocuparon por atender las necesidades de salud de los más desprotegidos.

bernardogup@hotmail.com



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