Siguen Agresiones A
Periodistas
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
La labor del mecanismo de protección a periodistas y defensores de
derechos humanos consiste en prevenir. Su tarea es proteger, evitar que sean
vulnerables las personas que se dedican a estas actividades; sin embargo,
pareciera que sólo esperan el momento en que le suceda algo a algún defensor de
derechos humanos o a un comunicador para ofrecer los servicios del Mecanismo.
La inercia que arrastra el
mecanismo desde la administración pasada tiene una explicación lógica, que no
por ello deja de ser perjudicial y contradecir los fines que defiende.
Lo que sucede en el Mecanismo
de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, es lo
mismo que acontece en otras dependencias del gobierno, donde sólo cambian a los
titulares y dejan a los operadores que trabajaron con la anterior
administración, con todos los vicios que ello implica.
El incidente que sufrió el
periodista Héctor de Mauleón, en la colonia Condesa de la Ciudad de México, es
una muestra de la desconfianza que existe sobre el Mecanismo. El propio
comunicador contrató una escolta, un ex militar que le garantice la seguridad
de sus propiedades y la integridad de su persona.
A pesar de las opiniones de la
oposición, los militares siguen siendo ejemplo y punta de lanza en la
protección de los mexicanos y muestra de ello es el caso de quien resguardó al
comunicador De Mauleón.
Es sabido que las viejas
costumbres del Mecanismo siguen imperando en este espacio de la SEGOB, que
debió renovar la planilla del Mecanismo, sobre todo en la Recepción de Casos y
Reacción Rápida, que no ha movido personal en años.
El mecanismo sigue además con
una estructura de alquiler a particulares de automóviles, de guardias, de
herramientas de seguridad. Bueno, hasta los botones de pánico, de relativa
eficacia, son alquilados. Todo este proceso de arrendamiento debe ser
supervisado, pero sobre todo anteponer el objetivo central de estas oficinas
que es la integridad de los defensores de derechos humanos y de los
comunicadores, que son ahora, los más vulnerables. Parecen olvidarlo.
En este sentido, quienes se
quedaron del anterior sexenio quieren asegurar su empleo reduciendo costos y
cuidando los gastos a costa de la seguridad de quienes deben proteger, de tal
suerte que esperan a que algo grave les suceda para otorgar dicha protección.
Por su parte, el encargado de
este mecanismo, Aarón Mastache, mantiene un intenso ritmo de trabajo, que le
resulta imposible supervisar las acciones de personas como Jorge Ruiz del Ángel
y Oscar Ochoa Mancera, de tal suerte que quienes pagan los platos rotos son los
comunicadores y los defensores de los derechos humanos que se encuentran ahora
más vulnerables que nunca por simples decisiones en mandos medios sobre la
austeridad innecesaria de sus responsabilidades.
No cabe duda de que el
mecanismo se maneja al viejo estilo y esto debe transformarse cuanto
antes. La vida de quienes son amenazados, de quienes han muerto como
si estuviéramos en una guerra, sigue en peligro.
PEGA Y CORRE. –
El dicho de que El poblano lanza
la piedra y esconde la mano, ahora sí le quedó bien al PAN. Al
ver que la marcha que había organizado contra López Obrador fue un fracaso, el
remedo de líder de ese partido, Marko Cortés, se apresuró a decir que no había
sido el organizador, cuando la realidad es otra… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
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