La Cárcel Espera Por
Funcionarios
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Seguramente más de un funcionario público de las pasadas
administraciones ya no podrá conciliar el sueño tan fácilmente después de lo
sucedido a Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Pemex, y a Alonso
Ancira, director de Altos Hornos de México.
A pesar de que el presidente de la República afirmó que ambas
investigaciones se habían prácticamente concluido desde el sexenio pasado y que
sólo faltaba ejecutarlas y que estas órdenes de aprehensión no representan una
cacería de brujas contra los funcionarios de otras administraciones, estos
andan con pies de plomo. Cada uno sabe el largo de su cola.
Sea cual fuere el origen de la investigación y la causa de que se
giraran las órdenes de aprehensión, los mexicanos comienzan a ver que la guerra
contra la corrupción va en serio y por lo tanto la popularidad del presidente
de la República va al alza, a pesar del golpeteo constante en que sus enemigos
lo relacionan con secretarios de Estado de la administración anterior, en su
obsesión por desgastar su imagen.
El ejercicio del poder implica un inevitable desgaste, pero el que
vive en estos meses Andrés Manuel López Obrador no tiene precedente en la
historia del país. Por algo será. Hubo propietarios de medios de información
que juraron no dejarlo gobernar en los seis meses de su gobierno, a pesar de
todo se gobierna y se gobierna bien. Sólo que repentinamente algunos que
alababan a los presidentes anteriores buscan en el actual la perfección.
Así, cualquier error lo magnifican, cuando antes lo ocultaban. Así
es el nuevo modelo de periodismo que impera en México desde hace poco más de
medio año.
En el caso de la búsqueda de Lozoya y Ancira, ocurre algo
largamente esperado: el castigo de los culpables. En cada régimen político
opuesto al anterior se deben marcar diferencias y castigar a quienes no
pudieron o no quisieron gobernar correctamente. Porque la incapacidad debe ser
también castigada por la memoria de la población, y eso va para todos.
Así, los anteriores funcionarios públicos no trabajaron, se
gastaron el dinero, abusaron del poder, desviaron fondos, distrajeron recursos
humanos, se embolsaron dinero en todas y cada una de las dependencias de
gobierno donde había efectivo, etc. Ahora es necesario trabajar más para
compensar lo que no trabajaron los anteriores y gastar menos, para compensar
los excesos de los anteriores gobernantes.
Porque la austeridad no es parte de un proyecto de gobierno sino
la única alternativa para sacar adelante el país. De esta manera, algunos se
indignan ante la austeridad y no se indignaron por los excesos que la
ocasionaron.
La tendencia hacia la justicia no escapa de las declaraciones del
propio abogado defensor del exdirector general de Pemex, quien aseguró que si
se le va a culpar a su cliente, también deben citar al expresidente Peña Nieto,
porque asegura que en el sexenio anterior no se movía una hoja sin su voluntad.
Por su parte, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz
Manero, descartó que las acciones legales emprendidas contra Emilio Lozoya,
sean producto de la coyuntura o un mero asunto publicitario. Explicó que
el delito contra Emilio Lozoya es por el uso de un fondo ilegal.
Por otro lado, el titular del juzgado de instrucción número 1 de
la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, dictó el ingreso en prisión
incondicional por riesgo de fuga al empresario Alonso Ancira, presidente de
Altos Hornos de México, capturado en el aeropuerto de Palma de Mallorca.
En la audiencia que se celebró el pasado miércoles por
videoconferencia desde Palma de Mallorca, Ancira se opuso a ser extraditado y
pidió su puesta en libertad.
Lo cierto es que faltan nombres, la gente exige investigaciones
completas. Quiere que los rumores, de todo tipo, se conviertan en denuncias
concretas o se liberen de la mala reputación. Es necesario aclarar las
especulaciones, para bien y para mal y esto sólo dependerá de acción de la
justicia.
México no es un país de especuladores, no tiene en la mentira su
forma de ser. Es un país de concreciones, de certezas, no de ambigüedades ni
controles innecesarios. Es ahí donde radica lo nuevo, que todavía no saben cómo
asimilar. Se han pasado seis meses viendo el presente con ojos del pasado y los
desubicados hasta enuncian anécdotas que intentan que sean parte de la
historia.
Es tiempo de ser serios, de compromisos, de amar al país. No se
trata de ver quién puede robarse más o a quién se le engaña para quitarle lo
que es suyo. Esa política, esa forma de ser, ya pasó.
Por eso es importante que sigan las investigaciones, las
detenciones, los juicios y se haga justicia con legalidad sin sanciones de
fiscales ni simulaciones de las más altas autoridades del país. Hay muchos
funcionarios públicos a quienes la cárcel los espera, y eso es bueno.
PEGA Y CORRE. – El gobernador del estado de
Veracruz, Cuitláhuac García, fue el anfitrión de la inauguración de la
segunda reunión ordinaria del Consejo Nacional de Salud, donde confluyeron
secretarios de Salud de diferentes estados del país y el federal, Roberto
Alcocer. El gobierno estatal explicó que el Consejo “es la instancia encargada
de coordinar los tres órdenes de gobierno para la atención de la salud en todo
el país, así como un foro importante para planear, analizar la programación de
presupuestos de la salud pública y evaluar acciones que fortalezcan la
consolidación del Sistema Nacional de Salud”. El sistema de salud cambiará
pronto y para bien… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
angelalvarop@hotmail.com
Facebook Comments
No hay comentarios:
Publicar un comentario