Alberto Martínez, 39 Años de Servicio en la Corporación
de Tránsito
·
Gran
parte de su vida la dedicó a impartir educación vial a la niñez y juventud
tuxpeña
·
Desarrolló
un trabajo basado en el respeto al
Derecho Humano y a la sociedad
Por
Francisco Vargas Perales
Basado
en el principio de que el que no vive para servir, no sirve para vivir, Alberto
Martínez, motociclista, Agente de Tránsito, prefirió dejar el crucero en las
calles de la ciudad para irse a impartir clases de vialidad en las escuelas a
niños de kínder, primaria, secundaria, preparatoria y en grado superior, para
poner su grano de arena en bien de la humanidad, siempre con el pensamiento que
si en las escuelas preparan a la niñez y a la juventud para entregarle a la
sociedad hombres que le sirvan al país, Alberto Martínez impartiendo una
academia de educación vial le entrega a Tuxpan y a México buenos ciudadanos.
- Don Alberto Martínez
¿cuántos años de servicio en la Corporación de Tránsito’
- Ya estoy en vías de
la jubilación, el próximo 28 de junio cumpliré 39 años de servicio
ininterrumpidos como Agente de Tránsito, me voy con 68 años de edad y con la
satisfacción de haber servido a mi país, soy orgullosamente Oficial Instructor
de Educación Vial de la Delegación de Tránsito Municipal.
- ¿De dónde es usted
don Alberto y como llegó a ser miembro de la Corporación de Tránsito?
- Soy originario de
Coatepec, Veracruz, me di de alta en la ciudad de Jalapa después de un curso de
academia, que en aquellos años se establecía y de ahí al servicio.
- ¿Qué lo motivó a entrar
y trabajar como Agente de Tránsito?
- Fue algo un tanto
chusco, en la casa de mi madre en Coatepec, llegaba un Agente de Tránsito, el típico
Agente de Tránsito borrachín, pedichín, el hombre llegaba en la tarde y le
decía a mi mamá: “Carmen, dame chance de planchar mis billetes”, y en la mesa se
ponía a desarrugar los billetes, lo hacía y la poca morralla que traía nos la
dejaba a nosotros los chamacos.
- Un día llegó muy
apurado a ver a mi mamá para decirle que en la Dirección de Tránsito, en la ciudad
de Jalapa, habían sacado una convocatoria para reclutar gente nueva, traía
consigo una copia de la convocatoria y le dijo a mi madre: “que vaya este
hombre”. Yo me resistía a ser Agente de Tránsito, me convenció, fui a cumplir
con los requisitos, pase el examen de admisión y el 22 de diciembre de 1977
salí por primera vez a la vía pública portando el uniforme de la Corporación.
- ¿Le gusto ser Agente
de Tránsito?
- Tenía yo 20 años de
edad, no tenía ni idea de cómo era la Corporación de Tránsito, en la Academia
se nos informó el pro y el contra de una actitud positiva o negativa, desde
entonces mi trabajo ha sido basado en el respeto al Derecho Humano, en el
respeto a la sociedad, estuve en Jalapa de servicio, no había salario, sólo una
compensación mensual de 500 pesos, eso no me alcanzaba para vivir y entonces me
salí, deje la Corporación, en 1980 volví a encontrarme a uno de los
funcionarios de la Dirección de Tránsito y me invitó a que me reincorporara, acepte,
me dieron de alta y ahí empezó mi peregrinar.
- ¿Estuvo usted en
varias ciudades del estado?
- Estuve en San Andrés Tuxtla,
de ahí a Jalapa comisionado en la Dirección de Turismo, posteriormente en la
ciudad de Cosamaloapan estuve 6 años, regrese a Jalapa y después llegué a Tuxpan
en 1986, recuerdo con afecto a Don Víctor Hidalgo Rosas “El Chato”, estaba en
la oficina aquí en Tuxpan, el presidente municipal era el Lic. Pericles Namorado
Urrutia, posteriormente me regresaron a Cosamaloapan, estuve dos años, pero
añoraba a Tuxpan, quería regresar, me había enamorado de esta ciudad y logré
regresar.
- ¿Recuerda que la
oficina de Tránsito se municipalizó?
- Era presidente
municipal el señor Octavio Greer Becerra, el gestionó que Tránsito se
municipalizará, se me pidió mi opinión ¿te quedas o te regresas a Jalapa?, yo
no quería andar de pueblo en pueblo, pensé que mi familia había que
establecerla en lugar fijo y decidí quedarme en Tuxpan.
- ¿Por qué acepto usted
ser Instructor Vial?
- A través de los años
de servicio yo veía que era necesario que uno pusiera su grano de arena, dejar
huella, decidí ser Instructor Vial, acudí a cursos de preparación, fui a un
curso a nivel nacional en representación del estado de Veracruz, una
experiencia muy agradable, aprendí mucho, la satisfacción me queda de enseñar a
jóvenes de primaria, secundaria, preparatoria, universidad a caminar y utilizar
la vía pública correctamente.
- ¿Qué experiencia le
dejó la Instrucción Vial?
- Mire usted, aquí el
tuxpeño camina por donde quiere y como puede, se cruza por donde no debe, tanto
que nuestra fama ha trascendido fuera de nuestro estado, allá en Tamaulipas si
alguien se baja de la acera recibe un grito: ¡hey¡ pareces tuxpeño!, el tuxpeño
se distingue por caminar debajo de las aceras.
- ¿Eso lo hizo impartir
la Educación Vial?
- Eso me dio la pauta
para decir: “yo me voy a dedicar a esto”. intenté poner una escuela de manejo
aquí en Tuxpan cuando era gobernador Fidel Herrera Beltrán con quién hablé
personalmente y me dijo que sí, pero no me dijo ni dónde ni cuándo, eran muchos
los requisitos y no pude.
- ¿En cuanto a los
niños?
- Damos educación vial
en las escuelas, desde kínder, hablar el lenguaje de los niños no es fácil, con
los niños hago un pequeño teatro guiñol,
un muñeco vestido de Agente de Tránsito, canto canciones alusivas, los
motivo bien, esto los enseña.
- ¿Con los jóvenes?
- Con los jóvenes es un
poco más fácil, puesto que ya son jóvenes que entienden, de secundaria y
preparatoria podemos ampliar el tema, ya entienden y comprenden lo que uno está
diciendo, le enseñamos a los jóvenes hacer valer su derecho como peatón.
- ¿Qué satisfacción le
queda?
- La satisfacción es el
reconocimiento de la sociedad hacia uno, si uno forja una trayectoria de calidad
por su trabajo, responsabilidad, si el Agente de Tránsito se pusiera a trabajar
realmente como debe hacerlo, no necesitaría extorsionar, por ejemplo, si voy a
la carnicería y compro un kilo de cecina que cuesta 150 pesos, el carnicero me
dice dame 100 pesos ya me ahorré 50 pesos y así en cualquier lugar a donde vaya
uno; el día del Agente de Tránsito la gente nos da y a manos llenas, es señal
que agradecen nuestros servicios.
- ¿Espera algún homenaje?
- Con humildad lo digo,
no espero homenaje, simplemente el reconocimiento, estoy en vísperas de
pensionarme, ya hice mi solicitud al ayuntamiento, al presidente municipal, a
quién representa a los trabajadores, que se me dé la oportunidad de irme con
dignidad, no quiero homenaje, no quiero reconocimientos, quiero lo que por
derecho me he ganado, quiero irme con la satisfacción de haber cumplido.
- Con esos 39 años de
servicio y 68 de edad ¿qué le recomendaría a sus compañeros Agentes que se
quedan?
- Punto número uno, yo
les recomiendo que se capaciten para que verdaderamente puedan prestar un
servicio de calidad, lamentablemente eso no se da, caemos en la negatividad,
muchas veces por ignorancia, cuando un Agente de Tránsito extorsiona está
cometiendo un delito, aunque también es cómplice el extorsionado, es algo que
nos ha marcado a través de la historia, siento que un pueblo educado tiene que
ser por ambas partes, por parte de la autoridad así como por parte del
ciudadano, si el ciudadano ofrece y el Agente acepta, seguimos en el problema
de la corrupción que tanto daño le hace al país.