"Nueva normalidad" ocasionará un repunte de Covid-19
·
Especialistas en epidemiología
consideran que el gobierno federal no ha comunicado de forma clara las acciones
a tomar para evitar un repunte en la nueva normalidad
En las estaciones del Metro
capitalino pusieron indicaciones para respetar el espacio de seguridad para
disminuir el riesgo de contagio / Foto: Alejandro Aguilar
Saúl Hernández | El Sol de México
La nueva normalidad es la crónica de
un repunte de coronavirus anunciado. Con las cifras de contagios y fallecidos
en aumento y un país con semáforo epidemiológico en rojo —es decir, en riesgo
máximo— el gobierno mexicano decidió poner fin a la Jornada Nacional de Sana
Distancia.
Desde el 1 de junio, día en que comenzó el
desconfinamiento gradual en el país, las calles de las ciudades comenzaron a
llenarse de autos y personas, muchas sin las medidas de protección necesarias
para evitar contagios, como si por decreto el virus se hubiera esfumado.
Especialistas consultados por El Sol de México coinciden
en que la flexibilización de las restricciones de movilidad provocará un
episodio similar al observado días después de las celebraciones del Niño y de
la Madre, cuando centenares de personas rompieron el confinamiento para salir a
festejar.
Bastaron dos semanas para que las estadísticas
oficiales reflejaran el efecto de no quedarse en casa. De promediar mil
700 casos diarios en los primeros días de mayo, México pasó a superar en varias
ocasiones cuatro mil contagios por Covid-19 a partir del 18 de ese mes.
El gobierno federal, en voz del subsecretario de
Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, advirtió el
pasado 1 de junio que existe un riesgo de rebrote si los gobiernos
estatales relajan las medidas sanitarias tras la conclusión de la Jornada de
Sana Distancia.
El epidemiólogo Óscar Sosa Hernández cree
que el repunte es inminente pero considera erróneo llamarlo “rebrote” en tanto
que no se ha controlado la primera oleada del virus.
“Para hablar de rebrote, quiere decir que tú ya
tienes controlado el brote y con todo respeto, solamente en la Subsecretaría
creen que está domada la pandemia o está controlada”, indica el especialista.
Sosa Hernández, quien cuenta con una Alta
Especialidad en Epidemiologia Hospitalaria, considera además que la Jornada de
Sana Distancia terminó antes de lo necesario.
Destaca también que el gobierno federal no ha sido
lo suficientemente claro en sus mensajes a la población, que ha interpretado la
nueva normalidad como un retorno a sus actividades a niveles previos a los que
había antes de la pandemia.
“Hay dobles mensajes, no son entendibles para la
gente y causa confusión… Entonces, esperar a que todo mundo acate indicaciones
cuando sale está muy difícil y sin duda alguna, entre dos y tres semanas
como máximo vamos a ver un repunte”.
En el diagnóstico coincide Adrián Garfias López,
maestro en Inmunología del Instituto Politécnico Nacional (IPN): “Aquí hay un
problema con los términos que maneja el gobierno. Creo que decirle a la gente
que terminó la Jornada de Sana Distancia no fueron las palabras más adecuadas
porque esto tiende a que la gente crea que ya puede salir a la calle”.
Para el inmunólogo, la Jornada
de Sana Distancia no debió haber terminado hasta que la enfermedad
estuviera bajo control y los casos comenzaran a bajar.
“Todavía no alcanzamos la meseta del
número de contagios y mucho menos estamos cerca de empezar a bajar; es muy
probable que si relajamos las medidas de manera irresponsable vuelva a haber un
rebrote o los casos sigan aumentando”, indica Garfias.
La experiencia del 10 de mayo
Marina del Pilar Ávila Olmeda,
alcaldesa de Mexicali, anunció el viernes 22 de mayo una serie de medidas para
mitigar la propagación del coronavirus. Y es que en las últimas semanas, los
casos de Covid-19 aumentaron hasta poner a la capital de Baja California en el
cuarto lugar de casos activos en el país.
Jaime Bonilla Valdez, gobernador del
estado, atribuyó el repunte a que los mexicalenses salieron a celebrar el
Día de las Madres y comenzaron a ignorar las recomendaciones al ver que
los contagios iban bajando. El resultado fue que los avances se echaron a
perder y las medidas de confinamiento se endurecieron.
"Aquí lo que pasó es que
Mexicali iba muy bien y salieron a festejar, empezaron a hacer colas para
comprar cerveza, empezaron a hacer sus carnes asadas", se quejó el mandatario
estatal.
El incremento de enfermos en Mexicali
tuvo un impacto en la curva epidemiológica de Baja California, que volvió a
crecer.
El efecto del 10 de mayo, e incluso
del Día del Niño, se resintió en las curvas epidemiológicas de varias entidades
del país.
En su conferencia del 1 de junio,
Hugo López-Gatell alertó de un incremento de los contagios en Villahermosa,
Tabasco, “probablemente por un aumento en la movilidad alrededor del 10 de
mayo”.
El funcionario federal tomó al edén
mexicano como ejemplo de lo que podría ocurrir si las medidas sanitarias se
relajan en la llamada nueva normalidad.
Guerrero es otro caso de lo que
sucede cuando la población no toma las medidas preventivas en serio. Entre el 1
y 10 de mayo la entidad promediaba 34 casos nuevos cada día, pero a partir de
la segunda quincena los enfermos se contaban por cientos, dejando a los
hospitales al borde del colapso.
Hasta en Jalisco, estado que había
sido exitoso en mantener a raya la enfermedad, el Covid-19 cobró fuerza durante
mayo y llegó a su pico a principios de este mes. Esto orilló al gobernador
Enrique Alfaro a reforzar los operativos de vigilancia y “tolerancia cero” a
las empresas que operaran sin autorización o no respetaran las medidas de
sanidad.
"Los contagios no se generaron
ayer, ni se generaron el 1 de junio, se generaron hace 15 días cuando
aflojamos las medidas de aislamiento, cuando creímos que podíamos salir a la
calle como si nada, si no entendemos esto, el riesgo que tiene Jalisco es muy
alto", advirtió el mandatario estatal.
La experiencia del Día de las Madres
enseña que un repunte del coronavirus puede echar a perder todos los avances
logrados y regresar incluso al confinamiento.
Adrián Garfias explica que existen
estudios, aun no publicados, que apuntan a que en estados donde las medidas se
relajaron, la enfermedad aumentó más. “Cuando hay un punto importante de
celebración, algún fin de semana, después de unos días se ve un pico de
contagios extra”.
Parte importante de los contagios,
explica el inmunólogo, se debe a las personas asintomáticas, es decir, aquellas
que no se dan cuenta que están enfermas porque no manifiestan síntomas.
“Por cada caso que hay con síntomas,
hay de dos a cinco casos que no los tienen. Estas personas que no se dan cuenta
que están enfermas son los principales vectores de contagio, entonces debemos
seguir manteniéndonos en casa en la medida de lo posible”, indica el
especialista.
El propio presidente Andrés Manuel
López Obrador advirtió que si hay rebrotes de coronavirus en la nueva
normalidad, México regresaría a la etapa de confinamiento.
“Si no lo hacemos de manera ordenada,
con disciplina, y se presentan contagios y rebrotes, pues entonces vamos a
cerrar de nuevo”, dijo el mandatario al retomar sus giras de trabajo por el
país.
Mensajes contradictorios
Los primeros días de la nueva
normalidad trajeron consigo una saturación de los supermercados, tráfico en las
calles y aglomeraciones en el transporte público.
No obstante que prácticamente todo el
territorio nacional está en semáforo rojo, buena parte de los ciudadanos salen
a las calles sin cubrebocas ni caretas protectoras.
En la conferencia de prensa sobre el
coronavirus del 2 de junio, Ricardo Cortés, director general de Promoción de la
Salud, indicó que en la última semana solamente dos estados del país redujeron
su movilidad: Puebla y Nayarit. En el resto el movimiento de personas creció.
Especialistas consultados coinciden
en que parte del fenómeno se explica por las deficiencias en la
comunicación de la pandemia que ha hecho el gobierno federal y su
portavoz, Hugo López-Gatell.
“No me parece que estrictamente el
doctor López-Gatell sea el culpable de un rebrote o repunte. Sin embargo, sí
creo que la mala comunicación efectiva, el dar dobles mensajes o el no ser
claro con las medidas preventivas es completamente responsabilidad del gobierno
federal”, indica el epidemiólogo Óscar Sosa.
Para el especialista, la actual
administración ha cometido varios tropiezos en su estrategia de comunicación a
la ciudadanía. Uno de los más riesgosos fue tratar de poner fechas al
momento del pico máximo y fin de la epidemia en México, que al no
cumplirse mina la credibilidad de las autoridades.
“Al final del día, una enfermedad
infecciosa depende de muchos factores, la movilidad, el cuidado de zonas, creer
o no creer… todo este tipo de cosas pueden llegar a alterar la dinámica de una
epidemia y jugarte una mala pasada. (Por ejemplo), decir que el pico máximo va
a ser en mayo y ayer, 2 de junio, fue el día con mayor número de casos
confirmados”.
Otro ejemplo de mala comunicación fue
el uso del cubrebocas. Desde el principio de la crisis sanitaria,
López-Gatell indicó que el uso del cubrebocas no era necesario y no acostumbró
a la población a utilizarlo.
“Al inicio no se contaba con la
evidencia necesaria, pero con el paso de las semanas hubo evidencia suficiente
para asegurar que el cubrebocas sí servía, no prevenía al 100%, pero sí era
bastante útil… Creo que lo malo fue desde el inicio haber asegurado que no era
necesario, que no servía de nada”, considera el inmunólogo Adrián Garfias.
Pero quizá el mayor problema sea la
incongruencia entre lo que el subsecretario dice, y lo que su jefe, el
presidente López Obrador, hace.
Garfias lo explica así: “El
presidente de manera negligente ha estado de gira, saliendo sin cubrebocas. Él
debería ser la primera persona en predicar con el ejemplo, primero para no
dañar la imagen del gobierno y segundo, para que la gente vea que sí es en
serio. Si no pones el ejemplo, la gente no lo va a hacer”.
Sosa concuerda en este punto. “Si el
presidente sale sin usar cubrebocas, si tú mismo como subsecretario y vocero de
la pandemia sales sin cubrebocas, allí está el problema. Le estás dando un
mal mensaje a la gente, que va a decir: ‘si no lo utiliza él, ¿por qué lo
voy a utilizar yo?’”.
Mientras México está a la expectativa
de un repunte en los contagios, el presidente López Obrador, en su gira por el
estado de Chiapas, ha revelado una nueva receta para prevenir el coronavirus.
“Estar bien con nuestra conciencia, no mentir, no robar, no traicionar, eso
ayuda mucho para que no dé el coronavirus”.
Y sobre el uso del cubrebocas, el
lavado de manos y la sana distancia, el mandatario señaló que “eso es
voluntario, no puede ser obligatorio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario