Estas flores son de muerto
ALMA
GRANDE
Por Ángel
Álvaro Peña
En la política mexicana todavía no podemos separar los conceptos
más simples y convencionales de la bondad y la maldad.
¿Quién es el bueno? Preguntan a la hora de presentar candidatos.
Porque el bueno es sinónimo de triunfo y no de bondad.
Así, la
política nacional se desarrolla entre buenos y malos, pero sólo en apariencia,
porque el malo se convierte en bueno cuando encuentra un rival que es peor.
Este es el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, quien ganó en las elecciones
para la gubernatura de Veracruz, porque tenía como enemigo al fantasma de
Javier Duarte, que según los medios es peor político que
cualquiera.
Así, en México siempre, y en Veracruz ahora, el mejor político es
el que descalifica, cuestiona, insulta, al contrincante. Y si tiene material
para destruirlo lo hace.
La verdad es que la
conducta delictiva de Javier Duarte nunca lo ayudó mucho desde los primeros
meses de su gestión, ahí, en ese momento, fue cuando los malos empezaron a disfrazarse
de buenos y vestidos en ese nuevo traje, señalaban, acusaban, calificaban y
enjuiciaban ante la justicia mediática a sus rivales.
Dentro de esta panorámica donde se acostumbra a votar por el menos
peor, surgen propuestas tan temerarias como extravagantes. De origen poco claro y con oscuras
intenciones los líderes estatales del PAN y del PRD, subordinados o centaveados
por una mano amiga, en Veracruz, José de Jesús Mancha Alarcón y Jesús Alberto
Velázquez Flores, destaparon a Miguel Ángel Yunes Linares como precandidato de
la alianza de ambos partidos “El cambio sigue”, dicen, a la Presidencia de la
República.
Todos estaremos de acuerdo en que tanto el PAN como el PRD carecen
de cuadros fuertes, que no se preocuparon por formar líderes nacionales con
arraigo. La impresión de los mexicanos luego de esta propuesta es que de todos
los candidatos anunciados por ambos partidos, como posibles a la Presidencia de
la República, no se hace uno.
Pero la propuesta para una candidatura de esa envergadura no la
pueden hacer líderes estatales sin acusar manipulación y cometer una falta de
disciplina y de institucionalidad. Es un desacato a la autoridad superior y a
la estructura de sus respectivos partidos.
Aquí la
noticia debía ser que gente sin nivel impulsa a alguien a la candidatura a la
Presidencia de la República, pero lo extravagante de la propuesta supera esta
posibilidad y raya en el absurdo extremo.
El único mérito que encuentran los líderes estatales del PRD y del
PAN, en esta propuesta, es que hace mucho tiempo no hay un presidente de
Veracruz, como si se tratara de un concurso de belleza o un partido de fútbol.
Es como si dijeran que hace mucho los tiburones no son campeones
de la Liga de fútbol. La falta de seriedad de la propuesta acusa no sólo irresponsabilidad
sino una mano oculta, tal vez la del propio Miguel Ángel Yunes. Aunque en
realidad dicha propuesta mueve a risa, como lo expresó el periodista Joaquín
López Dóriga, al aire en su programa de radio.
La audacia de los dirigentes estatales mueve en realidad a risa,
no cualquier gobernador tiene derecho a ascender en la carrera política, sobre
todo cuando existen muchos lastres, a veces bien fundados, sobre su conducta y
deshonestidad a lo largo de su carrera, sus apoyos y amistades.
Los dirigentes que impulsan a Yunes Linares, sustituían una
declaración aventurada por otra mayor, y así, desde esa posición
aseguraron que garantizan un millón y medio de votos en la entidad para lograr
que gane la presidencia de México.
“Hace más de medio siglo que México no tiene un presidente de la
República de origen veracruzano”, por eso queremos “proponer al gobernador del
estado de Veracruz, el licenciado Miguel Ángel Yunes Linares que acepte
participar como precandidato a la Presidencia de la República, con el impulso
del pueblo veracruzano y el aval de nuestros partidos a nivel local”, dijo el
dirigente panista.
Veracruz todavía no se repone del saqueo perpetrado por Javier
Duarte, el gobierno estatal todavía no se afianza en la dirección de la
política económica para asegurar una recuperación eficaz, los veracruzanos han
perdido la fe en los dirigentes y los partidos políticos tradicionales y dos de los partidos más conservadores
del país, proponen a quien nunca debieron mencionar como posible precandidato a
la Presidencia de la República.
La división interna en ambos partidos políticos se debe
precisamente a las tendencias de sus grupos o tribus que apoyan tal o cual
candidato.
En el PAN están Margarita
Zavala, Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle, Ernesto Ruffo, ahora surgió hasta
el senador Juan Carlos Romero Hicks. Y esos grupos seguramente pelearán en
primer lugar la posibilidad de que Yunes Linares no forme parte de ellos, y en
segundo, que pueda encarnar los intereses y proyectos de Acción Nacional.
Por parte del PRD, la caballada está muy flaca, quien quiere y
parece estar más lejos es Miguel Ángel Mancera, y están los gobernadores de ese
partido Arturo Núñez, de Tabasco; Silvano Aureoles, de Michoacán; y Graco
Ramírez, de Morelos, quienes consideran llevar la delantera para convertirse en
candidatos de ese partido, a la Presidencia de la República, aunque en su
desarrollo como mandatarios estatales dejan mucho que desear.
A la propia lideresa nacional del PRD le pareció un disparate
dicha nominación prematura y sólo se limitó a decir que habrá varios aspirantes
en los próximos meses, aunque en realidad no son tantos.
Surge de entre las tinieblas ideológicas del Estado de México, la
figura de Juan Zepeda, pero como posible sucesor de Alejandra Barrales al
frente del PRD nacional, nunca como candidato a la Presidencia de la República,
situación que sería tan absurda como la que ahora nos ocupa.
En el PRD se está ganando tiempo para que Barrales le otorgue la
candidatura a la Presidencia de la República a Miguel Ángel Mancera, y éste
recomiende a Alejandra Barrales como candidata a la gubernatura de la Ciudad de
México.
Ni en el PRD ni en el PAN, han tomado en cuenta la posibilidad de
que enarbole Miguel Ángel Yunes la candidatura a la Presidencia de la República
en 2018, ni en 2024, ni en elecciones siguientes.
En la selección de quienes deciden candidatos en ambos partidos no
figura Miguel Ángel Yunes ni por error.
Aunque podría tratarse de amedrentar a Andrés Manuel López Obrador
al ponerle al frente a un auténtico peleador callejero, pero ni siquiera en el
callejón de los trancazos Yunes Linares sería el favorito.
PEGA Y CORRE.- El proceso electoral en el
Estado de México es el que ha generado más investigaciones ante la Fepade, con
246 expedientes y 192 órdenes de aprehensión. Un 64% de un total de 574
llamadas telefónicas de denuncia recibidas en Fepadetel proviene de esa entidad
y la mitad de las denuncias por redes sociales también son de ciudadanos mexiquenses… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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