Frente amplio, limitado
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
La convocatoria al frente amplio de oposición permite a los
partidos políticos esconder las debilidades que les caracterizan, y que en
algunos de ellos son similares o iguales. Tal es el caso de la carencia
absoluta de cuadros nuevos en todos los partidos.
Es decir, el frente opositor surge más de la necesidad de los
partidos de darle oxígeno al sistema de partidos que a un intento de democracia
real, o bien de crear equilibrios políticos en la vida del país, o, por lo
menos en el Congreso de la Unión.
La fragilidad de los partidos políticos se muestra en los
crecientes niveles de abstencionismo, en su falta de cuadros, en la nulidad de
propuestas, en la corrupción de sus funcionarios, en la ignorancia de sus
líderes, en la falta de sensibilidad de sus militantes, la ausencia de
vocación, el exceso de autoritarismo, etc.
Las campañas políticas han dejado de exponer programas de
gobierno, lo que en su momento fue llamado proyecto de nación, y ahora el
discurso de campaña, que se extiende a los debates públicos tienen como base la
denostación, la descalificación, el insulto y la acusación. Los candidatos se
convierten en jueces de sus contrincantes y quieren, incluso, dictar sentencia.
Cada partido tiene una razón particular para crear el frente
amplio, desde el Partido verde que le había jurado lealtad al PRI, ahora busca
adherirse como sanguijuela a un partido ganador, es decir, que le garantice el
registro, el PRI ya no es garantía de triunfo y menos en 2018.
El PAN tiene que sacudirse, desde la cúpula, a Margarita Zavala,
que se convirtió en una piedra en el zapato para el dirigente nacional Ricardo
Anaya, lo cierto es que en un partido sin bases sociales como el PAN, cualquier
frente común es útil, porque desconocen en realidad su fuerza.
Una de las condiciones para crear el frente amplio es que cada
partido llegue sin candidato a su coalición, llegar con candidato a firmar esta
fuerza es como llegar embarazada al altar, se puede pero no se debe.
Margarita Zavala, desde la reunión de consejeros del PAN, urgió al
líder nacional de su partido a seleccionar un candidato a más tardar en agosto.
Es decir, la ex primera dama exigió como si siguiera siendo la esposa del
presidente. En realidad se desconoce la fuerza que pueda tener dentro y fuera
del partido, aunque actúa como si la gran mayoría de los panistas estuviera con
ella. No es así.
Por su parte, el PRD, se desmorona, algunos de sus
dirigentes se van a Morena, otros carecen de grupo, hay tribus sin jefes
y jefes sin tribu, a grado tal llega ese desamparo que buscan aliarse incluso
con el antagónico ideológico, que es el PAN, y lo peor, consideran que los triunfos
electorales en alianza con el blanquiazul, se deben a su participación y la
simpatía desbordante de sus líderes, lo cual no es cierto.
La líder nacional del PRD, Alejandra Barrales, debió convocar a
elecciones internas desde hace meses, pero no quiere irse sin antes dejar
arreglada su candidatura hacia la jefatura de gobierno de la ciudad de México.
Cada partido tiene sus propios tiempos, sus intereses y
necesidades. Difícilmente podrán concretar un frente amplio sólido. A pesar de
que ese frente amplio es más necesario que nunca.
Morena, por su parte, desdeña, desde el principio, cualquier tipo
de coalición electoral, desde luego que cuenta con el apoyo de un nuevo
parásito como el Partido del Trabajo, que se adhiere al de López Obrador para
conservar su registro, una vez que ya lo perdió en agosto de 2015.
Históricamente los intentos de crear frentes opositores,
coaliciones de equilibrio han sido reventados por gente que, desde los propios
partidos, sabotean la unidad opositora, muchas veces pagados o chantajeados por
el poder que esas coaliciones quieren vencer.
Y en este caso, no es la excepción, el senador Roberto Gil
condicionó la posibilidad de negociar un Frente Opositor con el PRD rumbo a los
comicios presidenciales del 2018 a que sea abanderado por un panista, pues
sería un “error histórico” que el blanquiazul cediera esta candidatura cuando
va arriba en las encuestas.
Sin embargo, las encuestas también dejaron de tener credibilidad
hasta para los partidos políticos que las mandan a hacer.
Pero como sucede con Roberto Gil sucedió con Diego Fernández de
Cevallos, y con otros y seguirá sucediendo en el futuro.
Las coaliciones, alianzas o frentes opositores no están blindados
para ser saboteados, como su creación es producto de la fragilidad, su unidad
es una gran fragilidad.
Mientras los partidos se unan para conservar el registro o los
espacios y los presupuestos, cualquier frente amplio o reducido no fortalecerá
ni al sistema de partidos ni a la democracia.
La unión de partidos débiles sólo puede proponer a candidatos
débiles. Débiles pero con una sobrecarga de protagonismo, soberbia y falta de
conciencia social, de ahí que la lucha por las decisiones comunes y el
candidato que abandere dicho propósito terminará en ser una frágil propuesta
partidista. Debemos tomar en cuenta que no hay partido fuerte en México. El PRI
a pesar de sus victorias llenas de dudas y sospechas no está descartado como
parte del frente amplio. PEGA
Y CORRE.- La Segob reportó la detención de los presuntos
asesinos del Coordinador de la Policía Federal en Veracruz, Juan Camilo
Castagné Velasco, quien llevaba 30 años de servicio en la corporación antes de
ser ejecutado en un restaurante del municipio de La Antigua, mientras comía
junto con dos compañeros quienes también fueron ultimados. Rápida sin duda la
pesquisa de quienes arremetieron contra los agentes. Durante un operativo de
seguridad se logró la detención de 10 personas, cuatro de ellas implicadas en
el asesinato, en un domicilio del centro de Puebla, donde los huachicoleros
hacen de las suyas, y ya habían puesto especial atención las víctimas. Ahora
falta saber las causas… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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