Redes sociales se han vuelto causas más comunes de divorcio; peor cuando
parejas ventilan allí diferencias
Gobernantes.com
Si antes
eran las chismosas de la vecindad, el barrio o el fraccionamiento, ahora las
redes sociales empiezan a convertirse en una de las causas más comunes de
divorcio del país, por lo que varios especialistas empiezan a recomendar
extremar los cuidados sobre lo que se publica y el uso que se le da a esas nuevas
tecnologías.
De acuerdo
al especialista en psicología Paulino Dzib Aguilar, cada vez son más frecuentes
las parejas que se ven en conflictos o enfrentan una crisis porque se descubrió
un comportamiento considerado inadecuado o de plano una infidelidad de la
pareja al checar las redes sociales.
Y es que “infinidad de mediadores del poder
judicial indican que entre las nuevas causales de divorcio se encuentra el
hecho de descubrir procesos de infidelidad a través de las redes sociales, lo
cual sin duda es algo novedoso en el campo social y también en el campo de la
psicología”, precisa.
Lo peor en muchos de los casos, es que, al
descubrir una infidelidad, muchas de las parejas agraviadas hacen público el
“descubrimiento” en sus propias redes sociales, lo cual también es algo que
viene a complicar el alcance de un acuerdo o solución que pueda salvar la
relación.
Y es que al
publicar un hecho como ese, llevas al espacio público un asunto que en realidad
tendría que ser íntimo y que además de complicar el problema, puede ser un
factor que también afecte a los hijos en caso de haberlos, pues pueden ser
objeto de burlas de sus compañeros o de cuestionamientos que ellos no tendrían
por qué responder.
Los niños en un proceso de divorcio, sobre todo
cuando oscilan en una edad de entre los 3 y los 9 años, tienen un gran impacto
emocional y psicológico, por lo que un conflicto de pareja llevado a niveles
extremos puede causarles trastornos de por vida, por eso es importante que se
tome en cuenta esto, sobre todo antes de ventilar públicamente sus problemas”.
En ese marco, indica que se han desarrollado varios
proyectos y programas para lo que se ha denominado “gestión positiva de la
ruptura de la pareja” que precisamente busca promover que cuando hay un
divorcio lo que se termina es una relación de pareja y no la familia.
Además, parte de la ayuda profesional que se ofrece
actualmente, busca hacer entender a las parejas que los hijos no deben ser
usados como “botín” y mucho menos hacerlos partícipes directos del proceso de
ruptura.
Sin embargo, insiste en que todo esto se complica
si la pareja decide usar las redes sociales como escenario para ventilar su
ruptura o descontento con la otra parte, y quienes al final podrían pagar las
consecuencias de esa decisión son los hijos, por lo que el llamado es a no usar
las redes sociales con esos objetivos.
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