Xalapa, Ver., 23 de Noviembre de 2013.-De izquierda a derecha Guillermo
Zúñiga Martínez, autor del libro “El durazno y otros frutos” con Javier Aranda
Luna, René Avilés Fabila, presentadores del libro y José Uriel Rosas Martínez,
presidente del Club de Periodistas de México, A.C. Delegación Veracruz.
“EL DURAZNO
Y OTROS FRUTOS” DE GUILLERMO ZÚÑIGA ES UN EJERCICIO DE MICROHISTORIA: RENÉ
AVILES Y JAVIER ARANDA
Xalapa, Ver., 23 de Noviembre de 2013.-Los frutos
del libro de Guillermo Zúñiga Martínez ofrecen una riqueza de sabores pues los
hay dedicados a la amistad, a la libertad, al servicio público y son escritos
con amor; en conjunto ofrecen un ejercicio de microhistoria que permiten tomar
el pulso a la sociedad veracruzana y al país, así como las buenas o malas
decisiones de los gobernantes en turno, así como sus actos y omisiones,
señalaron los escritores y periodistas René Avilés Fabila y Javier Aranda Luna
durante la presentación de la obra “El durazno y otros frutos” del citado
educador y político xalapeño.
Bajo la coordinación del Club de Periodistas de
México, A.C: Delegación Veracruz en este evento se rindió un reconocimiento a
quien ha dedicado su vida al servicio educativo, público y político.
En su oportunidad René Avilés Fabila destacó que
Guillermo Zúñiga Martínez ha tenido como premisa el educar, educar y educar e
indicó que se vale de una sencillez de sintaxis y de un suave estilo literario
acorde a las recomendaciones de Azorin, el árbol de durazno le sirve como
ejemplo de vida y de resultados positivos si se sabe cultivar.
Señaló que por las páginas de la obra se cruzan
nombres queridos o polémicos, situaciones de intenso valor político, educativo
o moral, lo que hace de la obra parte de lo testimonial, sin embargo el cuidado
de la prosa, lo bello del escrito, la forma de narrar, lo hace sin duda parte
de la literatura, hasta los ajustes de cuentas son discretos, elegantes, no
violentan otras posturas, exigen justicia histórica.
Indicó que Guillermo Zúñiga Martínez fue escritor,
agudo periodista, maestro generoso, escritor de valía, que exige revaloración
de figuras y hechos, hace literatura y se enfrenta al olvido. Su libro, agregó,
esparce muy buenos frutos, es autobiografía, son ensayos y artículos, con
comentarios, son ensayos de vida, son parte de una maravillosa novela, es la
vida rica en matices de un hombre que ha vivido para las causas nobles, para
los amigos que mucho le dieron al estado al país y que enriquecieron su vida.
Refirió que al leer el texto se sintió afín al
autor pues encontró a personajes como José Alvarado, Fernando Córdoba Lobo,
Fernando Gutiérrez Barrios, Ignacio Burgoa, así como de una variedad de
escritores, pero, estableció, que las afinidades van más allá del conocimiento
de los personajes que contribuyeron al cambio nacional por lo que refirió que a
Zúñiga Martínez le toca formar parte distinguida de lo que hoy es la UPAV y a
él le tocó formar parte modesta en la creación de la UAM hace 40 años.
Indicó que el texto muestra los beneficios sociales
de otros frutos, una metáfora de lo que es posible llegar a hacer cuando se
plantan los arboles adecuados y sus frutos son compartidos con los demás.
En su momento Javier Aranda Luna estableció que el
libro “El durazno y otros frutos” destaca que la educación es un ingrediente
para la construcción de los estados nacionales, socializan lo que se puede
llamar un proyecto de país con todos sus aciertos y torpezas.
Aseveró que el carácter laico de la educación es un
ingrediente para la democracia, a partir del trabajo de Vasconcelos en el
México post revolucionario la situación educativa ha cambiado, se creó el libro
de texto gratuito, se consolidó el sistema nacional de bibliotecas, se
consolidó la creación de aulas y disminuyeron las horas de clases en la
educación elemental.
Detalló que la población creció de tal manera que
la educación media superior y superior son insuficientes, las cifras oficiales
indican que de cada 100 niños que ingresan a la primaria, solo 64 la concluyen
y solo un 14 terminan una licenciatura.
Comentó que por ello se sorprendió hace unos meses
el conocer la UPAV, un sistema educativo alternativo basado en el
autodidactismo y que ha permitido a cientos de jóvenes que no pudieron acceder
a las escuelas de educación superior, iniciar sus estudios y concluirlos.
Su rector nos ofrece en “El durazno y otros
frutos”, varias reflexiones sobre la educación que explica su proyecto
educativo que se basa en la pedagogía social en donde relación
sociedad-educación es fundamental, aprender es elegir, por eso el objetivo de
la Universidad Popular Autónoma de Veracruz consiste en acercar los contenidos
culturales a los que no pudieron estudiar en los sistemas educativos formales
pero que pese a todo quieren hacerlo para proyectar su mejoramiento en su
comunidad, es decir para que puedan elegir.
Indicó que la educación es el medio para hacer
viable el presente de la sociedad y ser la vía para multiplicar los medios
culturales y para la formación de buenos ciudadanos.
Las reflexiones del libro ofrecen en conjunto un
ejercicio de microhistoria o de historia matria como lo dice el historiador
Luis González y González, que permiten tomar el pulso no solo a la sociedad
veracruzana, sino a todo el país, las buenas o malas decisiones de los
gobernantes en turno, sus actos y omisiones alcanzan la última ranchería de la
nación.
Comentó que este libro es un ejercicio de memoria
para reconocer el trabajo de otros, las ganas de que no se pierda en el olvido
el quehacer de muchos que dieron sentido a acciones y proyectos.
En la obra Zúñiga Martínez reconoce el
autodidactismo de Picasso, el trabajo de Gabriela Mistral cuando invitada por
Vasconcelos diseñó un programa de educación rural y el primer programa de
bibliotecas. Agregó que “El durazno y otros frutos” ofrece reflexiones sobre la
vida del “Che” Guevara, sobre el dinero público, los partidos políticos y sobre
la responsabilidad social de algunos empresarios y sobre personajes del sistema
político mexicano como Fernando Gutiérrez Barrios.
De igual manera, Armando Ortíz, periodista
veracruzano fue el encargado de moderar el evento en el cual los asistentes al
acto lanzaron una salva de aplausos para el autor de la obra que se encontraba
acompañado de su esposa, la señora Guillermina Martínez de Zúñiga, amigos,
conocidos, así como de personal y alumnos de la UPAV que de esta manera
reconocieron públicamente a quien ha hecho de su vida una pasión por el
servicio.
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