COLUMNA

CON DERECHO A RÉPLICA

Por  Francisco Vargas Perales

¿Dónde he escuchado esto?

Hágase justicia en los

bueyes de mi compadre

Refrán popular

Sorprendente las declaraciones del Auditor General del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), Lorenzo Antonio Portilla Vázquez , y que da cuenta el periódico que no se vende El Centinela, en su edición del día 14 de este mes de noviembre en la parte superior de la página 8, ahí se puede leer al gran auditor del ORFIS cuando sentencia a los 212 alcaldes electos con él reunidos, que “aplicaremos la Ley a aquellos que se aparten de la legalidad”.

En ese mismo artículo también destacan el llamado del gobernador Javier Duarte de Ochoa a los alcaldes novicios a “trabajar con gobernabilidad y transparencia”.  En mi pueblo para esto se ocupa el refrán que reza así: “Hágase justicia en los bueyes de mi compadre”.

¿De verdad tanto el auditor del ORFIS, como el gobernador Duarte quieren aplicar justicia a los alcaldes que se fueron grandes con el billete? Y que dejan endeudados a sus municipios y que presentan obras en el papel, pero físicamente no existen.  De esto está empedrado el camino para Veracruz.  Solo citaré dos ejemplos.

El camino a Tamiahua, el tantas veces arreglado, conformado y pavimentado, camino – que no carretera – Tuxpan – Tamiahua, en el pasado sexenio de la fidelidad,  en una ocasión, de las pocas veces que asistió el exgobernador Fidel Herrera a esta Villa, los pescadores le requirieron  el arreglo del camino en definitiva.  Fidel, hábil como es con su elocuencia acostumbrada, le ordenó a su Secretario de Comunicaciones Marcos Theurel Cotero, que arreglara el camino y tenía que terminar de arreglarlo antes de la Semana Santa, que ya estaba próxima.  Y todavía el negrito de Nopaltepec sentenció: “Si no lo hace, se va él o me voy yo”.  ¡Viva! ¡Hurra! ¡Viva Fidel!, gritaron los lugareños.

El camino referido se dio por terminado, pero en el papel, en el informe de Fidel, porque el camino Tuxpan – Tamiahua ahí está, en iguales condiciones, intransitable.  Y Fidel siguió de gobernador, y Marcos Theurel siguió como su Secretario de Comunicaciones. De igual forma nos prometieron que ya había dinero para pavimentar el camino a los kilómetros, y como dice una canción  “del dinero y de Camelia, nunca más se supo nada”.

Qué cosas tiene la vida Mariana, qué cosas tiene la vida, decía el cantante español  Julio Iglesias en una canción. 

En esa misma edición del periódico El Centinela,  el periódico que no se vende, junto a la nota señalada del ORFIS, se puede leer otra en donde se informa que “auditores buscan a Marcos Theurel Cotero”, ahora investigado como presidente municipal de Coatzacoalcos, quién fue denunciado por obras públicas millonarias no hechas y cobradas.  No tienen llenadera,  diría en su momento el exgobernador Fidel Herrera Beltrán,  otro que pior baila, dirían los viejos de mi pueblo.

Lo anterior con todo el respeto que me merece el que cae en desgracia,  mueve a risa.  ¿cuántos Marcos Theurel hay en los 212 municipios veracruzanos que ya dejan de ser presidentes municipales? ¿cuántos adolecen del mismo mal y que sus gobernados saben que por la amistad o simpatía del gobernador en turno muchas de sus obras empezadas o anunciadas se van a quedar así?.  Esto me recuerda la historia del viejo cacique pueblerino  que pedía que se hiciera justicia en los bueyes de su compadre y no en los de su propiedad, el cacique que protegía a sus amigos, y que impartía justicia a su manera.

La nota periodística nos refleja que Marcos Theurel Cotero  ya cayó de la gracia del señor y ahora lo echan a la arena del Coliseo Romano a que luche con los leones que terminarán devorándolo, mientras el gobernante en turno exclama, “no nos volverán a saquear” .  ¿y la carretera a Tamiahua, apá? ¿y el camino a los kilómetros que también nos vino a prometer Marcos Theurel? ¿y el hospital de nivel que nos aseguró el exsecretario de salud de Duarte,  Gonzalo Anaya Rivera que se construiría aquí en Tuxpan?, Cuántos Marcos Theurel  andan sueltos, pero, hágase justicia en los bueyes de mi compadre.