Revelan la carta que Édgar Tamayo envió antes de ser
ejecutado
La carta está fechada el 21 de enero, un día antes de su ejecución, y en
ella pide que se exija al Consulado de México en Houston que vele por las
necesidades de los hombres que se encuentran en el corredor de la muerte y de
sus familias, "sin esperar a que tengan una fecha de ejecución para
intervenir"
(Diario Matutino Cambio) Viernes 31 de
enero de 2014 Un día antes de su ejecución, desde la celda en la que se
preparaba para la muerte, el mexicano Edgar Tamayo escribió una carta en la que
pedía apoyo para los compatriotas que esperan su destino en el Pabellón de la
Muerte en Texas.
"Agradezco su buena intención a quienes me apoyaron. Y ojalá lo sigan
haciendo con mis compañeros", dice Tamayo en su carta enviada a la Agencia
EFE en El Paso, Texas.
La carta está fechada el 21 de enero, un día antes de su ejecución, y en ella
pide que se exija al Consulado de México en Houston que vele por las
necesidades de los hombres que se encuentran en el corredor de la muerte y de
sus familias, "sin esperar a que tengan una fecha de ejecución para
intervenir".
Edgar Tamayo fue ejecutado un día después, el 22 de enero. El mexicano fue
encaminado a la Cámara de la Muerte a las 21.05 horas, tres horas después de lo
programado e inmediatamente después de que la Corte Suprema de Justicia
rechazara el último recurso pendiente, y fue declarado muerto a las 21.32, hora
local.
La Corte Suprema falló esa noche que no había mecanismos legales para obligar a
Texas a dar cumplimiento al "Fallo Avena" de la Corte Internacional
de Justicia, que ordenaba a Estados Unidos revisar los casos de 51 mexicanos en
pena de muerte, incluyendo el de Tamayo Arias, antes de pensar en ejecutarlos.
Tamayo, condenado a la pena capital por el asesinato del policía Giy Gaddis en
1994, en Houston (Texas), decidió días antes de la ejecución que no quería
testigos, y también declinó decir unas últimas palabras antes de morir.
"De testigos no quiero a nadie, eso es muy feo, pregúntale a Sandra (su
abogada) como se siente ser testigo. Yo quiero que me recuerden todos contento,
y como dice la canción de Pepe Aguilar, RECUÉRDAME BONITO y no acostado y atado
como perro, y no quiero que nadie me mire así, ni siquiera mis abogadas",
expresa en su misiva.
"No voy a contestar todas mis cartas. Ya no tengo tiempo. Si acaso
perdemos, por ahí déjales saber a quienes me apoyaron que les doy las gracias,
y que me perdonen por no haber contestado, pero no hay nada que hacer.. ya no
hay tiempo, por lo pronto me despido de ti", continúa Tamayo en su carta.
Termina con un pensamiento: "Sé que los designios de Dios son misteriosos,
pero a veces me gustaría que nos ayudara a entenderlos un poco más", dice
el preso, quien añade que su experiencia en el corredor de la muerte "no
puede entenderse desde la lógica humana, pero yo sé que tiene un plan maestro y
sé que algo bueno puede venir de lo que vemos como malo. Pero aun así".
La defensa de Tamayo se basó en la violación a su Derecho a la Notificación
Consular, contemplada en la Convención de Viena de 1963, ya que no fue
informado al momento de su arresto de su derecho a contactar al Consulado de su
país para buscar asesoría, así como en el Fallo Avena.
Actualmente hay 12 mexicanos más condenados a muerte en Texas. Uno de ellos,
Ramiro Hernández-Llamas, de Nuevo Laredo, cuenta con fecha de ejecución para el
próximo 9 de abril. El mexicano fue sentenciado por el asesinato en 1997 de un
ranchero en Kerrville, Texas, y por abusar sexualmente después de la esposa de
su víctima.
La siguiente ejecución, de las 8 programadas actualmente en Texas para el 2014,
es la de Suzanne Basso, de 59 años de edad, originaria de Nueva York, y acusada
de asesinar en 1998 a un hombre con retraso mental al que cuidaba, para cobrar
los beneficios de su seguro de vida en Houston, Texas.
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