Desde el Café
IMSS de Tuxpan saturado y abandonado
Bernardo Gutiérrez Parra
La semana anterior fui un par de días a mi Tuxpan
querido a visitar a un familiar que convalece de una enfermedad. Llegué en el
momento en que lo llevaban a la clínica del IMSS a su chequeo de rutina y todo
el trayecto (10 kilómetros del centro a la clínica) fui escuchando quejas sobre
el pésimo servicio que presta la institución.
Pero una cosa fueron las quejas y otra constatar la
realidad, lector.
Quienes deambulan afuera de la clínica no están
compungidos; están enojados, fastidiados y hartos de la falta de médicos
especialistas y del abasto de medicinas. Y no tiene uno que preguntar, las
quejas se escuchan en las fonditas instaladas frente a la clínica: “Tiene dos
días que estoy tratando de sacar una cita para que atiendan a mi madre y no me
la han dado; no hay citas. Venimos desde Ojite y nos traen a las puras
vueltas”.
Y en el interior el enojo es más pronunciado.
Quienes aguantan la andanada de injurias son las
trabajadoras encargadas de atender a los derechohabientes: “Es la tercera vez
que me reprograma la cita, señorita”. “Sí señor, lo que pasa es que así nos
ordenaron” contesta la trabajadora medio mosqueada. “Estas son fregaderas, es usted
una inepta, deme su nombre porque la voy a reportar”.
“Y esto es de todos los días -me dijo un médico
cuyo nombre me reservo- las especialidades de Traumatología, Ginecología y
Medicina Interna son un caos. Sólo se cuenta con dos especialistas por turno y
por falta de personal constantemente se cancelan las citas. Hay pacientes que
fueron operados hace dos meses y no han sido revisados por el especialista”.
En el área de Ginecología las cosas no están mejor.
Nada más hay dos ginecólogos y cuando uno se va de vacaciones esa vacante no se
cubre, por lo que también se reprograman a los pacientes con el consabido enojo
de éstos. Sólo se atiende a las embarazadas y a veces no a todas.
¿Y el director de la clínica Juan Carlos Quintal
Martínez?
“Precisamente por tantas quejas la dirección casi
siempre está cerrada. El director viene un rato se pasea por ahí y luego se va.
Quien aguanta las mentadas es su secretario pero
como puede usted ver, ni él está. La clínica es un desmadre” me dijo en
confianza una persona del área de limpieza.
El empleado agregó que la subdirectora, Jazmín
Gómez Guerrero, (que tampoco estaba cuando se necesitaba) renunció el 1 de
noviembre y en su lugar pusieron provisionalmente a Elizabeth Rocha, una
doctora que quitaron del área de urgencias y que sólo está en la subdirección
para cubrir el expediente, porque no ejerce sus funciones como subdirectora.
“Esto es un desmadre” reiteró el empleado.
A mi familiar no lo atendieron en esa ocasión por
lo que regresamos al día siguiente y me enteré que en Medicina Interna son
citados más de 40 pacientes los martes y jueves. ¿Qué calidad de atención se
les puede brindar cuando el médico internista sólo va dos veces a la semana?
Y de los pacientes citados en domingo mejor ni
hablar. Nunca son atendidos ya que el internista no se presenta. El problema es
que muchos vienen de municipios como Naranjos, Tantoyuca, Cerro Azul, Tamiahua
y Platón Sánchez, que no están a la vuelta de la esquina. Y lo peor es que
varios cargan con padecimientos crónicos.
“Por favor di algo en tu columna –me pidió el
médico que atendió a mi familiar- tenemos muchas carencias y nadie alza la mano
para resolverlas, principiando por los directivos. Nos falta de todo, pero lo
urgente es más personal. Desde hace años la clínica está rebasada… saturada y
esto es en detrimento de los derechohabientes y de nosotros también”.
Bien, ahí está la denuncia.
Buen ejercicio periodístico
Este miércoles me chuté por el face una mesa de
análisis y debate realizada por el diario Vanguardia de Veracruz, en sus
estudios de televisión ubicados en Poza Rica. Debo reconocer que fue un buen
ejercicio de pluralidad política, donde los representantes de los principales
partidos se dijeron sus verdades y defendieron a cal y canto sus ideas.
En la mesa estuvieron presentes César Ulises García
Vázquez, exdirigente estatal del PRD; Marlon Ramírez Marín, presidente del CDE
del PRI; Héctor Quintanar García, consejero estatal de Morena y René Meseguer
Elizondo, secretario general adjunto del CDE del PAN.
La mesa rebasó las expectativas porque hubo
análisis y debate, pero además polémica. Los invitados hablaron con entera
libertad, expusieron sus puntos de vista, propusieron soluciones y fueron muy
puntillosos cuando se trató de criticar yerros.
Bien por los invitados, bien por Vanguardia
Veracruz y bien por la sociedad veracruzana sobre todo de la zona norte, que se
está nutriendo e informando con un periodismo de primera.
bernardogup@hotmail.com
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