Angustia Por La
Inseguridad
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
La inseguridad es el principal problema de los mexicanos desde
hace más de 30 años. Por primera vez en ese lapso la gente confía en las
instituciones encargadas de atacarla; los propios delincuentes así respondieron
en Tabasco, cuando supieron que la Guardia Nacional iría a esa entidad.
Si los delincuentes no tuvieran conocimiento de que las
autoridades van con todo para combatir los diferentes delitos que se desprenden
del crimen organizado, no hubieran respondido de la manera en que lo hicieron.
Desde luego que no es la mejor manera de darle credibilidad a las
intenciones de la Guardia Nacional y del gobierno federal, pero es una
manifestación que expresa la preocupación de la delincuencia organizada porque
sabe que ahora no habrá complicidades con ningún tipo de autoridades ni podrán
comprar silencios o simulaciones.
Otra muestra de que hay confianza y va muy en serio la lucha
contra los delitos de toda índole, es que se denuncian prácticamente todos los
agravios a la sociedad, lo que antes no se hacía por miedo.
La población se siente protegida ante la puesta en marcha de la
Guardia Nacional, es en la denuncia donde se refleja la confianza en las
instancias encargadas de proteger a los mexicanos.
Es por ello por lo que oficialmente pareciera que los delitos
aumentan; sin embargo, no hay un parámetro real para medir la inseguridad en el
pasado dado que la mayoría de los delitos no se denunciaban por falta de
confianza. Ahora la situación es diferente, de ahí que se diga que la
delincuencia rompe récord, y la verdad es que ahora no se ocultan los datos
oficiales como antes sucedía, y esto es parte del principio de confianza que la
población advierte con el gobierno actual.
Es decir, no hay referencia para hacer comparaciones entre los
niveles actuales de delincuencia y los del pasado; sin embargo, para la
oposición, en el país se vive una catástrofe en materia de inseguridad, lo cual
no es real sino un arma ficticia que se utiliza para intentar desgastar al
actual gobierno.
Desde luego, la Guardia Nacional surge con un proceso estratégico
al que le temen desde ahora, falta ver los resultados en la aplicación, y
esperemos que no pase lo mismo que con el Mecanismo de Protección a Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, donde a pesar de las buenas
intenciones, siguen cayendo comunicadores a lo largo y ancho del territorio
nacional.
Aquí el problema radica en que, ante una nueva estrategia de
protección, los funcionarios encargados de aplicarla siguen siendo los mismos
del sexenio anterior y esto anula cualquier propósito de transformación de la
urgente y necesaria protección a los comunicadores del país.
La gente confía en la Guardia Nacional, seguramente tendrá éxito
porque toda la estructura policial se cambió. No se permitió en su conformación
a los emisarios del pasado que, si bien pueden tener muy buenas intenciones,
también pueden tener consignas que echen por la borda los propósitos de darle
la tan esperada seguridad a los mexicanos.
Por un lado, la gran mayoría de la gente tiene confianza en la
Guardia Nacional; por el otro, los periodistas todavía tenemos nuestras dudas
sobre un problema que también interesa a todos los ciudadanos: la seguridad de
la integridad física de los periodistas. PEGA Y CORRE. – La nostalgia por el
pasado, la desubicación en el presente, la desorientación en el tiempo y el
espacio, parecen ser ahora las características de los priistas quienes en lugar
de hacer una autocrítica que tanto añoran en otros partidos, quieren vivir en
el pasado, y así líderes y legisladores priistas se tomaron fotografías al lado
del excandidato a la Presidencia de la República por el PRI, José Antonio
Meade Kuribreña, por quien se dijeron orgullosos de haber votado hace un año.
La miseria ideológica y la falta de arrepentimiento hacen de los priistas presa
fácil del olvido de los mexicanos… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
angelalvarop@hotmail.com
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