La Reforma Laboral,
incluyente y necesaria
22/04/2019
Por
Marco A. Medina, diputado por Morena: secretario de la Comisión de Hacienda e
Integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
La Reforma aboral que se acaba de aprobar en
el Congreso, da cumplimiento al capítulo 23 del T-MEC, que es obligatorio para
los tres países, pero también responde a una demanda histórica del mundo del
trabajo en México y a requerimientos internacionales largamente omitidos por el
gobierno mexicano.
Prácticamente es la modernización laboral de
México y parte del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
que fue firmado por el Presidente Peña Nieto y enviado al Senado el 30 de
noviembre de 2015.
Dicho convenio se refiere a la libertad
sindical, pero el secretario del trabajo de ese entonces, Alfonso Navarrete
Prida, junto con el PRI y el PAN impidieron que la propuesta avanzara.
Después de mantenerse un rato en el
congelador, fue votado nuevamente por el Senado actual, el 20 de septiembre de
2018.
El Convenio 98 de la OIT establece que los
trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de
discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical, en relación con su
empleo.
Recordemos que los Principios del Derecho de
Sindicación y de Negociación Colectiva fueron adoptados en Ginebra, el primero
de julio de 1949.
En el escenario actual, algunos “líderes de
opinión” reclamaron que los legisladores hayan ratificado el Convenio, sin
consultar a las cúpulas empresariales.
Pero la adopción de dicho texto fue una
condición impuesta por los socios comerciales de México en el Acuerdo del
Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y en la renegociación del Tratado
de Libre Comercio (TLCAN), ahora T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y
Canadá).
Sin embargo, la Reforma ha sido discutida con
la sociedad.
En las últimas semanas, la Cámara de
Diputados abrió sus puertas a distintos actores de la sociedad interesados en
el diseño de las nuevas disposiciones en la materia:
-
Miembros de los poderes Ejecutivo y Judicial
-
Representantes sindicales
-
Abogados especialistas
-
Representantes de las cúpulas empresariales
Todos han aportado sus experiencias para
transformar el marco legal laboral.
Finalmente, la columna vertebral de la
reforma es la actualización con la legislación laboral básica de nuestros
socios comerciales:
- Libertad sindical: que los trabajadores
decidan libremente quién los representará a través del voto libre y secreto. Y
no sólo para que puedan elegir a su representante, sino también para que se
consulte con ellos antes de firmar un contrato colectivo.
- Asegurar la no discriminación por
pertenecer o no a un sindicato. No se puede contratar o despedir a alguien bajo
esa condición.
- En una revisión contractual se tiene que
garantizar que quien está negociando tenga legitimidad y el respaldo de los
trabajadores.
- Creación de un órgano independiente que se
ocupe de los conflictos laborales y del registro de los contratos.
- Revisar todos los contratos colectivos de
trabajo por lo menos una vez, dentro de los siguientes cuatro años a la entrada
en vigor de la legislación. Adiós a los contratos de protección laboral.
- Todos los contratos colectivos de trabajo y
los documentos relacionados deben ser públicos, por ello, se deberá crear un
sitio web centralizado que permita su consulta.
En este contexto, Rosa Elena González Tirado,
consejera del Consejo de la Judicatura Federal dijo que: “…con la Reforma
Laboral que se está estructurando estamos ante el cambio más significativo en
la historia del derecho procesal laboral mexicano desde 1917”.
Así como el TLC y ahora el T-MEC nos igualan
en estándares de producción, la Reforma Laboral busca la igualación de reglas
con quienes hacemos casi la totalidad de nuestro comercio.
También es pertinente aclarar que la
actualización laboral en México tiene costos económicos.
Según Alfredo Domínguez Marrufo,
subsecretario del Trabajo, para la conformación del nuevo Centro Federal de
Conciliación y Registro Laboral se requerirá una inversión sexenal que asciende
a los 2 mil 223 millones de pesos.
Una transacción cuantiosa, pero necesaria.
Esta Reforma es parte de la Cuarta
Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con la modernización laboral, la corrección
del salario mínimo y medidas como la incorporación de las trabajadoras
domésticas al Seguro Social se buscan mejores ingresos que apuntalen la
economía, mediante el desarrollo del mercado interno.
No hay que olvidar que una de las primeras
medidas de este gobierno fue el aumento del 16.21 por ciento del salario mínimo
a nivel nacional.
Una frase atribuida a Georges Clemenceau,
primer ministro de Francia en los albores del siglo XX, nos enseña que
“aquellos que nunca cambian viven en el absurdo”.
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