¿Y LA REFORMA
ELECTORAL?
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Ahora resulta que la autoridad electoral, que no debe
tener triunfos ni derrotas, salió ganando. No fue posible que sus
funcionarios ganaran menos que el presidente de la República gracias al
cabildeo que realizó su consejero presidente Lorenzo Córdova para evitar que la
reducción de salario les afectara.
Aquí el problema no es si se gana menos o más sino la eficacia de
quienes lo ganan. El presidente, por ejemplo, se levanta por lo menos a las
cinco de la mañana, a esa hora más de un consejero electoral se está acostando.
Más allá de lo anecdótico está el grave problema de la
credibilidad del INE. Porque la votación debe tener una diferencia grande entre
un competidor y otro para que no haya impugnaciones. Y a veces también en estos
casos es posible que el trabajo del INE esté en entredicho.
Es muy grave que la autoridad electoral tenga entre sus consejeros
electorales, que son la garantía de la democracia, personas que muestren
simpatías por algún partido. Es que la manera en que deben elegirse los
consejeros tiene que ver directamente con los partidos. En pocas palabras, los
consejeros electorales les deben su puesto a los legisladores de los partidos
que votan a favor de su designación.
Entonces, una vez que se convierten en consejeros deben el favor a
ese partido que los condujo al trono del INE a ganar más que el presidente, más
bien, mucho más.
El amparo entregado a las autoridades contra la Ley Federal de
Remuneraciones, fue efectivo. Para eso sí saben los consejeros redactar
correctamente sus demandas, recordemos que respecto a la multa que el INE le
impuso a Morena por considerar que una Fundación era parte del partido, sólo
sirvió para demostrar la filiación de los consejeros a los partidos políticos
que estaban contra Morena. Nunca acabaron de leer la demanda ni concluyeron el
procedimiento de manera correcta.
Lo mismo ha sucedido con una serie de situaciones que ponen en
entredicho la seriedad del trabajo de los consejeros, quienes trabajan la
tercera parte de lo que labora el Presidente, porque ningún consejero electoral
ha aportado algo al instituto en el que trabaja a no ser que sembrar dudas
sobre los resultados de los comicios sea su mayor contribución a la democracia.
La urgencia de una reforma electoral que evalúe y regule el
trabajo de los consejeros electorales, que eleve el porcentaje de votación para
mantener el registro de los partidos, que limite el número de legisladores, que
haga más transparente el trabajo del Consejo General y deje de verse como un
cónclave hermético, etc. Debe realizarse cuanto antes.
La democracia exige de una autoridad electoral con credibilidad y
no con protagonismos que sólo abonan en beneficio personal de los consejeros.
La necesidad de una reforma que garantice la credibilidad y al mismo tiempo
haya confianza en los consejeros.
La reforma electoral pareciera ser la última que se realizará y la
primera que se necesita para consolidar una serie de elecciones que sirvan de
consolidación a liderazgos y partidos.
El protagonismo de los consejeros electorales es un verdadero
distractor de la democracia en todos los sentidos. Distrae recursos humanos y
económicos disfrazados de consolidación de la democracia cuando en realidad lo
que ponderan son sus personalidades. PEGA
Y CORRE. – El presidente Andrés Manuel López Obrador sostendrá
actividades en el puerto de Veracruz el 21 y 22 de abril, el tema principal: la
inseguridad, que es un síntoma negativo en todo el país… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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angelalvarop@hotmail.com
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